¿Puede afrontar la hostelería de Benidorm el verano con falta de camareros?

El sector tiene por delante una temporada estival que será de récord pero sigue con problemas para encontrar más de 5.000 profesionales que cubran la demanda | La incorporación de estudiantes que buscan un "extra" y reducir los requisitos como la experiencia, entre las opciones para cubrir las plazas

"Se busca camarera/o. Jornada completa de 7 horas. Contrato indefinido. Sin titulación". Este podría ser uno de los anuncios que un profesional de la hostelería podría encontrar en Benidorm. Como este, las peticiones se encuentran en varias plataformas de empleo o en la red. Encontrar camareros o cocineros en la capital turística para afrontar el verano vuelve a ser una de las preocupaciones del sector; y más, para una temporada que previsiblemente será de récord vistos los datos de los últimos meses. El sector necesitaría más de 5.000 camareros en los próximos meses para completar la demanda profesional actual.

Así lo corroboraron desde la Asociación de Bares, Restaurantes, Cafeterías y Ocio Nocturno (Abreca) de Benidorm quien en los últimos meses no ha parado de intentar cumplimentar las plantillas para afrontar los meses de verano y de máxima actividad turística, sobre todo, a partir de mediados de junio. Un problema que se extendería no solo a los negocios hosteleros sino también a otros como los hoteles para el servicio de restauración. Pero cuesta. "Seguimos igual: pocos demandantes de empleo y mucha oferta", indicó el empresario y miembro de la entidad Alex Fratini. Una situación que ya es habitual en estas fechas del año o cuando llega un periodo como la Semana Santa.

¿Puede afrontar Benidorm la temporada con falta de camareros o cocineros? La respuesta es sí, y así lo ha hecho en algunas fechas como la Semana Santa u otros veranos, aunque apretando horarios o cierres. "Hay gente que cierra dos días porque no puede completar la plantilla o no puede abrir algún comedor de los que tiene", indicó Fratini. Además se va haciendo encaje con los horarios de los empleados en plantilla para cuadrar descansos y jornadas sin dejar de atender a los clientes cada día.

"Hace falta de todo", es decir, cualquier profesión relacionada con la hostelería: camareros, cocineros, metres, ayudantes de cocina... Sobre todo, de aquello que requiere más formación, como los que se meten en una cocina. De hecho, desde el Sepe, tras una encuesta, el sector de la hostelería es uno de los que aparecen destacados en un listado de 20 profesiones con vacantes sin cubrir. Así que las ofertas se suceden en páginas especializadas, aplicaciones o, incluso, en Benijob, la web que puso en marcha el sector para aglutinar en un solo espacio a los que buscan empleo y a los que lo ofrecen.

Un cartel de búsqueda de trabajadores en Benidorm en una imagen de archivo.

Un cartel de búsqueda de trabajadores en Benidorm en una imagen de archivo. / David Revenga

Saber inglés o tener años de experiencia empiezan a no ser requisitos indispensables para encontrar trabajo en Benidorm. Se han retirado de la lista y "ahora buscamos que tengan actitud y ganas de trabajar, sobre todo eso", indicó Fratini. Porque así el abanico de posibilidades se amplía. Entre los trabajadores que se esperan como agua de mayo, nunca mejor dicho, están los estudiantes. Aquellos jóvenes que, como ha ocurrido toda la vida, aprovechan las vacaciones de verano para sacar un "dinero extra" que les permita seguir con su formación en septiembre u octubre; sobre todo, los que residen en destinos turísticos.

"Esperamos que a mitad de junio se incorporen esos jóvenes, algunos con los que ya contamos de otros años", indicó Fratini. Lo que aliviará un poco los números que, aunque aún suponen la búsqueda de miles de empleados, es cierto que "es un poco menos" que, por ejemplo el pasado año. ¿Por qué? "Porque ahora tenemos las plantillas de invierno más alargadas y, por tanto, cubiertas plazas", añadió el empresario.

Pero aún así la situación es diferente a antes de pandemia: "Se recibían currículums todas las semanas y los negocios tenían cajones llenos con aspirantes para cubrir una vacante. Ahora si llegan dos de ellos en mano al mes, es una suerte", explicó Fratini. "Cuando hay trabajadores que han mandado su currículum se envía a todos los asociados para que puedan tener la información", explicó. A partir de ahí empieza también otro problema: los que no acuden a las entrevistas. "Cuando llamas para hacer entrevistas y que puedan optar a un trabajo, solo un 10% de ellos aparecen", según afirmó el empresario. Y hay más problemas: "Muchos de los que no tienen formación también podrían trabajar pero en algunos casos no tienen permiso para ello, porque se está tardando mucho en el tema administrativo".

¿Es el sueldo una barrera?

Los sueldos en el sector de la hostelería están regulados por el convenio del sector. Los trabajadores que tienen un contrato fijo discontinuo y, según el convenio, cobran un salario neto de 1.300 euros al mes. "Se paga como mínimo lo que recoge el convenio", corroboró Fratini. Entonces, ¿por qué no encuentran trabajadores? Pues porque a la situación actual y un cierto "desapego" por un oficio muy sacrificado está el problema para encontrar vivienda: "La gente que antes venía de fuera de Benidorm a trabajar ahora no lo hace porque no encuentra dónde vivir".

Los precios de alquiler han subido y, ni siquiera compartiendo una vivienda, es posible pagarlos: "Está todo muy caro". Abreca tiene un servicio para buscar alojamiento pero también encuentran dificultades: "Teníamos dos pisos para compartir, pero ya no. Es muy complicado". Y destacaron que con la nueva Ley de la Vivienda, "será todo más difícil". Porque si no hay donde vivir a un precio asequible, nadie quiere desplazarse a otro lugar donde trabajar.

Con todo, destaca una "lacra" que persigue a este sector: "Quien no cumple con lo que se debe, es competencia desleal hacia nosotros mismos y se desprestigia al sector. No es justo", añadió. Y criticó duramente a aquellos que no cumplen la norma: "Nos afecta. Se pueden permitir cobrar precios irreales a los clientes porque no pagan costes reales". Así, esta "lacra", como la denominó, se lucha por parte del sector: "Somos nosotros mismos los que asesoramos a quien no cumple o acabamos denunciando a Inspección de Trabajo si lo detectamos".