Altea recibe casi un millón de la UE para la restauración ecológica del cauce del río Algar

El proyecto se iniciará el próximo mes de septiembre y actuará sobre una superficie total de 26,5 hectáreas del humedal, entre el puente de Sogai y la playa

La desembocadura del Algar está invadida por cañas y jacintos de agua.

La desembocadura del Algar está invadida por cañas y jacintos de agua. / Diego Coello

Europa se ha fijado en el río Algar y ha decidido subvencionar al Ayuntamiento de Altea con 810.652 euros para desarrollar el proyecto de restauración ecológica y mejora de la capacidad de laminación de su desembocadura, concretamente en el área comprendida entre el puente de Sogai (bajo el de la autopista AP7) y el mar, que ocupa una superficie de 26,5 hectáreas a lo largo de 2 kilómetros lineales de ribera.

El proyecto, elaborado por la Concejalía de Medio Ambiente, que ha dirigido hasta ahora Jose Orozco, “tiene como objetivo restaurar la desembocadura del Algar, uno de los escasos humedales del norte de Alicante y pulmón verde de Altea, además de ser un espacio natural de vital importancia como corredor ecológico”, ha afirmado este miércoles el edil en funciones.

La subvención europea supone el 95% del montante total del proyecto, “con el cual se reducirá el riesgo de inundación en unos 67.000 metros cuadrados de suelo urbano, lo que beneficiará a unos 3.000 habitantes”, ha indicado Orozco, quien ha anunciado que “comenzará a ejecutarse el próximo mes de septiembre, prolongándose la actuación durante tres años aproximadamente”.

Esta ayuda se enmarca en la convocatoria de subvenciones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para la restauración de ecosistemas fluviales y la reducción del riesgo de inundación en entornos urbanos españoles “que anunció a principios de 2022 la Fundación Biodiversidad mediante el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España a través de Fondos Europeos. Nuestra propuesta fue una de las 34 seleccionadas de entre las 230 que se presentaron en España, por lo cual estamos muy orgullosos de que Europa se haya fijado en la importancia ecológica de nuestro río”, ha señalado Jose Orozco.

Un bosque de cañas invade el río Algar en su desembocadura.

Un bosque de cañas invade el río Algar en su desembocadura. / Diego Coello

El edil ha explicado que el proyecto “se basa principalmente en la recuperación de la vegetación de la ribera y de los procesos biológicos, ecológicos e hidrológicos básicos del hábitat fluvial mediante la eliminación de especies exóticas muy extendidas como la caña, y algunas especies acuáticas invasoras como el Jacinto de Agua que hay en la superficie de la desembocadura. Con lo cual, junto con la plantación de especies autóctonas, permitirá aumentar la capacidad de laminación del río”.

De igual modo, ha indicado que se creará “una escala de peces bajo el puente de la carretera N-332, y un sistema de lagunas con función de filtro verde en el vertido de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR), reduciendo la carga de nutrientes y mejorando la calidad del agua”, así como que se recuperarán las zonas del Dominio Público Hidráulico ocupadas, “y se procederá a la retirada de escombros, otra de las actuaciones contempladas en este proyecto”. Con lo cual “mejoraremos la imagen del río y consolidaremos esta zona como un recurso educativo y turístico para el disfrute de todos, además de que se gana espacio hidráulico en el río al renaturalizarlo”, ha asegurado Orozco.

El proyecto engloba “un ambicioso plan de restauración ecológica del río Algar que a grandes rasgos, permitirá consolidar el humedal como valor para el ecosistema, ya que entre otros asuntos, sirve de parada para la migración de las aves en el Mediterráneo. Además de que tiene la función de corredor ecológico entre las montañas del interior y la desembocadura del río en aguas del Parque Natural de Serra Gelada. Todo ello con el visto bueno de la Dirección General de Espacios Naturales, que ha colaborado en la redacción del documento; y la Confederación Hidrográfica del Júcar, que está de acuerdo con el planteamiento”, ha aseverado el concejal en funciones de Medio Ambiente.

Incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana

El río Algar nace en la sierra del Ferrer, aunque su aportación hídrica más importante proviene de la Fuentes del Algar en Callosa d’en Sarrià. Tiene una cuenca total de 93,1 kilómetros cuadrados y 12,2 kilómetros de recorrido. Desciende de norte a sur por las laderas occidentales de la sierra Bernia. Por el margen derecho recibe al río Bolulla, y al llegar al Mandem duplica su caudal al recibir por la margen derecha las aguas del río Guadalest, su afluente más importante. A partir de ese momento toma dirección este y entra en Altea iniciándose la extensa red de acequias de los principales riegos que distribuyen al agua para fertilizar las tierras de cultivo del municipio que constituyen, también, el eje hidráulico principal de Altea al atravesarla de Oeste a Este en un recorrido aproximado de 4 kilómetros hasta desembocar en el mar Mediterráneo.

Es el río más largo de la comarca de la Marina Baixa con unas aguas muy apreciadas desde la antigüedad para hacer aguada los barcos. En el siglo XVIII el botánico Antonio Cavanilles consideró que sus aguas “tienen la propiedad de conservarse puras en los viajes de mar, y por esto se prefieren las restantes de la costa”. Lleva un caudal continuo, aunque variable, durante todo el año. La presencia de caudales permanentes permite la existencia de fauna y flora de ribera de gran valor ecológico e interés, y debido a su importancia ha sido incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana.

Paso del río Algar bajo el puente de la carretera N-332 en Altea.

Paso del río Algar bajo el puente de la carretera N-332 en Altea. / Diego Coello

Según se define en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Altea (CATBEPA), el río “es el alma del paisaje, quien lo riega y quien lo estructura, existiendo a lo largo de su recorrido todo un complejo sistema de intervenciones y artefactos culturales que se han ido construyendo a lo largo de miles de años: azudes, sistemas de riego, molinos, estructuras de configuración planimétrica de los campos, puentes, viaductos, etc. Su cauce tiene una conformación típica de rambla mediterránea, constituyendo un cauce de fondo plano con algunas irregularidades en su tramo final, donde ensancha su lecho hasta la desembocadura”.

En su tramo entre el afluente principal, el río Guadalest, y el mar forma un espacio de particular interés paisajístico “en el cual inciden valores medioambientales y culturales de tal envergadura que aconsejan una particular protección del conjunto”, se afirma en el CATBEPA. Su sistema lo completan los barrancos que desaguan la Sierra de Bernia a través del Algar, y que son: Barranc del Gat, Barranc del Riquet, Barranc d’Altea la Vella o de les Cases y Barranc de Sogai.

La flora existente en el río Algar constituye “un ejemplo claro de un ecosistema ripario que se distribuye en el territorio atendiendo a las características físicas de su medio fluvial, y a las diferentes agresiones de origen natural y artificial que ha sufrido a lo largo del tiempo”, se indica en la ficha del río elaborada dentro del CATBEPA. En ella se afirma que “en cuanto a la vegetación arbórea y arbustiva, destacan el olmo (ulmus minor), el chopo (populus alba), almez (celtis australis), taray (tamarix africana), la sarga (salix eleagnos), carrizo (erianthus ravennae), el mirto (myrtus communis), emborrachacabras (coriaria myrtifolia), dos especies de juncos (scirpus maritimus y scirpus holoschoenus), la anea (typha latifolia) y la adelfa (nerium oleander)”. Así mismo, pese a la intensa explotación agrícola de los márgenes del río, “aún quedan retazos que testimonian el esplendor de los antiguos bosques de ribera, concretamente de alamedas y olmedas”.

Por último se destaca que todas estas especies de flora existentes “propician la aparición de la avifauna, pues favorecen la nidificación y el escondite ante los depredadores”. Entre las aves que habitan o transitan por su cauce destacan la garza real (ardea cirenea), la garcilla bueyera (blulbucus ibis), garceta común (egretta garzetta), polla de agua (gallinula chloropus), el ánade real (anas platyrhynchos), el martín pescador (alcedo atthis) y el ratonero (buteo buteo).