El hummus en el colegio sabe mejor

El CEIP Leonor Canalejas de Benidorm da de desayunar a sus alumnos durante todo el mes de junio para que prueben alimentos más saludables que la mayoría nunca ha comido en casa, dentro de un programa financiado por el Fondo Social Europeo

Una de las bandejas con uno de los desayunos que el colegio Leonor Canalejas ofrecerá durante todo el mes de junio a sus alumnos para fomentar una alimentación mássaludables.

Una de las bandejas con uno de los desayunos que el colegio Leonor Canalejas ofrecerá durante todo el mes de junio a sus alumnos para fomentar una alimentación mássaludables. / David Revenga

R. Pagés

R. Pagés

Tostada de pan con hummus y huevos revueltos, leche vegetal, copos de avena con frutos secos, kefir con melocotón o queso fresco y zanahoria rallada son algunos de los ingredientes que durante todo el mes de junio conformarán los desayunos de los cerca de 400 alumnos de Infantil y Primaria que estudian en el colegio público Leonor Canalejas de Benidorm.

Nada de bollos, de colacao, de donuts o de galletas con o sin chocolate que muchos de ellos están acostumbrados a tomar por la mañana. O de ir clase sin desayunar, como también ocurre en el caso de otros menores, muchos, bien por falta de tiempo o por falta de recursos en las familias.

El Leonor Canalejas es uno de los colegios de toda la Comunidad que ha sido seleccionado para desarrollar el programa experimental de innovación educativa "Alimentación Saludable y Sostenible", puesto en marcha por la Conselleria de Educación a través del Fondo Social Europeo, con el objetivo de mejorar los hábitos alimentarios del alumnado, fomentar la inclusión de los niños con hogares más vulnerables y reducir el absentismo en las aulas.

Para ponerlo en marcha, el colegio ha recibido una aportación de 7.750 euros, dentro del programa Proa + para el acompañamiento, motivación y refuerzo escolar personalizado al alumnado más vulnerable educativamente, del que forma parte este centro, y que se van a emplear, principalmente, en la difícil tarea de combatir los malos hábitos, la obesidad infantil y el excesivo consumo de productos azucarados.

Un grupo de madres escucha las explicaciones de una experta en nutrición mientras también toman un desayuno con productos más sanos.

Un grupo de madres escucha las explicaciones de una experta en nutrición mientras también toman un desayuno con productos más sanos.

Por eso, desde este lunes y hasta final de curso, todos los alumnos incluirán en sus mochilas una taza, un plato y una cuchara reutilizables y van al colegio sin desayunar. Allí les ofrecen distintos menús para que prueben alimentos que, casi con toda probabilidad, la mayoría de ellos nunca ha probado en casa: los más mayores, en el comedor del centro; los niños de Infantil y desde primero a cuarto de Primaria, en sus propias clases, antes de empezar la lección.

"Intentamos plantar la semilla para provocar un cambio de hábitos desde que son pequeños", resume la directora del Canalejas, Paqui Gómez, mientras empuja un carro con trocitos de bizcocho elaborado con avena y dátiles; tostadas; tomate rallado; yogures sin azúcar o fruta fresca, para ofrecer a las madres de sus alumnos.

Porque, además de sobre la población infantil, el proyecto también busca actuar sobre el resto de componentes de la familia. Por eso, varias madres han acudido este jueves también a tomar un desayuno saludable mientras que una especialista en alimentación sana y ecológica, Desireé Álvarez, imparte una charla para hacerles ver la cantidad de azúcar y de procesados que ofrecemos a nuestros hijos a diario y mecanismos para mejorar estos hábitos.

"Queremos que los niños vean que hay otras formas de comer y que hay muchos alimentos que están muy ricos y son más saludables de lo que traen a diario para el almuerzo, que básicamente suele ser mucha bollería y muchos zumos industriales", explica la responsable del centro, que además añade que fueron los propios alumnos quienes eligieron el desayuno como la comida del día en la que desarrollar este programa.

Los estudiantes llevan todos los días sus vasos, platos y cubiertos de casa, para enseñarles también hábitos relacionados con la sostenibilidad.

Los estudiantes llevan todos los días sus vasos, platos y cubiertos de casa, para enseñarles también hábitos relacionados con la sostenibilidad.

Paqui Gómez mantiene que se ha intentado trabajar "contando con los menores" y "tocando la emoción. No como un castigo, sino para que vean que comer sano está muy guay", mientras que en el caso de las familias se intenta abrir los ojos para desterrar mensajes muy extendidos en el día a día, como que los productos frescos y naturales son más caros que los industriales, pero que no se corresponden con la realidad.

"Un kilo de galletas Oreo cuesta casi doce euros, mientras que un kilo de paraguayos está a cuatro o cuatro euros y algo. No hay comparación, porque además con el kilo de fruta nos dura más tiempo y da más opciones que un simple paquete de galletas", explica la experta en nutrición.

De los casi 400 alumnos que estos días probarán por primera vez el hummus o el yogurt sin azúcar es muy, muy probable que sólo una mínima parte vuelva a pedirlo alguna otra vez para tomarlo en casa. "Pero hay que empezar en algún momento, fijar pequeñas metas y, sobre todo, sembrar las primeras semillas", mantienen las responsables. El paso ya está dado.