Los hoteles de Benidorm abren los restaurantes a la calle para diversificar la oferta

La tendencia en el sector será ofrecer servicios de los que antes disfrutaban solos los huéspedes a otro tipo de clientes como experiencias de un día | La oferta gastronómica se especializa para atraer a visitantes y residentes

Uno de los nuevos restaurantes en un hotel en primera línea de Benidorm.

Uno de los nuevos restaurantes en un hotel en primera línea de Benidorm. / David Revenga

Una amplia carta con platos cuidados y un ambiente que invita a relajarse con una copa de vino. Y todo dentro de un hotel en el que no hay que estar alojado para poder probar la oferta gastronómica. Esta es la tendencia que cada vez se impone más ciudades turísticas como Benidorm donde, en los últimos años, los restaurantes o cafeterías de los alojamientos se han abierto a la calle; es decir, a clientes que no están hospedados para que puedan también hacer uso de estas instalaciones. Un reclamo más a los turistas, visitantes o vecinos que empiezan a explotar las empresas hoteleras y con los que diversifican la oferta y amplían el modelo de negocio.

En la capital turística la apertura de restaurantes con nombre propio en los hoteles está de moda y a la lista se van sumando nuevos espacios en los que se ha redefinido completamente el concepto al que los clientes están acostumbrados. Los tradicionales salones para comer o cenar están dejando paso a salas con decoración única y cuidada y con una oferta "a la carta" que incluye creaciones propias y diferentes.

"Hay un cambio de tendencia que se dirige a lo experiencial", explicó a este diario Leire Bilbao, gerente de la Fundación Visit Benidorm. Los recursos que utilizan los clientes del hotel, los alojamientos "se dan cuenta que ese espacio puede ser utilizado también por otros que no se alojan". Es lo que ha ocurrido ya con el turismo MICE (el de Congresos): grandes salas en los hoteles que se han empezado a poner a disposición para grandes eventos o reuniones empresariales. Otro ejemplo sería el permitir pasar un día en un spa a pesar de no estar durmiendo en el hotel.

Uno de los restaurantes "en altura" que ofrece su gastronomía no solo a huéspedes en Benidorm.

Uno de los restaurantes "en altura" que ofrece su gastronomía no solo a huéspedes en Benidorm. / David Revenga

Pero no solo es permitir el uso de esos espacios, es darles autonomía propia como está pasando con los restaurantes que se abren dentro de las instalaciones de los establecimientos hoteleros y a los que se les da nombre independiente. Y ha pasado también con los "rooftops" (terrazas en las azoteas que son un verdadero reclamo para los visitantes). Esa tendencia tiene además una vertiente empresarial: optimizar los ingresos y con una línea de negocio que antes no se explotaba. Así lo explica la responsable de la entidad: "Es un modelo de negocio paralelo al tradicional y que permite diversificar la oferta y, por supuesto, incrementar los ingresos".

Además, la oferta gastronómica que se ofrece es premium: "Se genera una experiencia completa en la que se puede estar comiendo o tomando una copa con un saxofonista de fondo y mirando al mar o con vistas desde lo más alto. No solo es un plato, es la vajilla que se usa o la decoración. Se genera una atmósfera completa". Y eso "es lo que da valor" al espacio. Hay personas "que no pueden permitirse un fin de semana en un hotel pero sí pasar un día o comer en el restaurante". Bilbao fue clara: "Veremos en un tiempo, no muy tarde, como las experiencias pasan a ser de un día entero y se podrán usar más instalaciones como las piscinas".

La secretaria general de Hosbec, Nuria Montes, indicó que "por un lado se diversifica el negocio; por otro, los clientes cada vez buscan más experiencias nuevas" y en ellas está la gastronómica que "va mejorando". La responsable explicó que "hace unos años era impensable sacar adelante un rofttop porque la gente no quería subir, ahora triunfan". En Benidorm, la lista de restaurantes con nombre propio dentro de hoteles no para de crecer. Hay pioneros como el Belvedere, en la última planta del hotel Madeira; el japonés Umai en el Belroy; está el DVora, en el hotel RH Canfali, en pleno castillo de Benidorm; hace un año abrió el Malaspina, en el reformado hotel Mercure...

En los últimos tiempos, en la ciudad esto es tendencia, sobre todo, tras la reforma integral de un hotel y la modernización de instalaciones. Uno de los últimos en abrir sus puertas ha sido The Kitchen, en INNSide by Melià, en primera línea de la playa de Levante. El director del hotel, Javier Luri, explicó a este diario que "hemos querido pasar del tradicional concepto de comida del hotel a algo más divertido y menos rígido" en la oferta que tienen actualmente.

Los hoteles empiezan a abrir restaurantes a los vecinos y turistas en Benidorm.

Los hoteles empiezan a abrir restaurantes a los vecinos y turistas en Benidorm. / David Revenga

Ahí entraría el ofrecer un espacio independiente con comida a la carta con "platos con conexión con la gastronomía local" en los que el pescado tiene gran protagonismo. El responsable indicó que "se ofrece un alternativa que no sea el sol y playa" y en este caso es la gastronómica que lleva unida una experiencia dentro del hotel para aquellos que no están alojados. Porque mientras se desayuna se puede estar viendo a un mago o escuchando un saxo en directo. Luri argumentó que se "han abierto las puertas para que la gente pueda venir a pasar un día" porque "los hoteles han sido muchos años un lugar cerrado y ahora eso está cambiando".

Y dio datos. En otro hotel que gestiona la cadena en Alicante, el 85% de los clientes del restaurante en altura son personas que no se alojan en el hotel. Y en Benidorm empieza a ser esa la tendencia. "Tiene sentido que los hoteles vivan conectados con la ciudad y eso es lo que intentamos", añadió.

En la misma línea se pronunció Ana Mayor, directora de comunicación de Port Hotels. Este alojamiento ofrece sus espacios de restauración a todos y acaba de abrir una terraza en la azotea, La Terrasse. "Forma parte de una estrategia que iniciamos hace años de abrir los establecimientos también a los residentes de la zona", es decir, a los vecinos de Benidorm para que "no sea solo un producto para turistas sino para la gente de aquí".

De hecho, estos espacios se han convertido ya en parte de la oferta de ocio para los residentes, no solo para turistas. "En Benidorm es un nicho de mercado que no se ha explotado del todo aún" y que sí se hace en otras ciudades como Madrid o Barcelona; y "aquí tenemos muchas mejores vistas desde las alturas", añadió. De hecho, Mayor apunta a que este concepto de abrir las instalaciones que están llevando a cabo muchos hoteles "ayuda a posicionar a todo el destino y eso es bueno para todos".

Y, ¿qué opinan los visitantes de esta tendencia? Merce y Jordi pasan parte de sus vacaciones en Benidorm. La opción de poder degustar la carta en uno de los restaurantes de hotel que tienen esa posibilidad les parece "muy buena idea". De hecho ya han estado en alguno de ellos y piensan visitar los últimos que han abierto en la ciudad. "Suelen ser sitios con una oferta gastronómica diferente y algunos situados en lugares con buenas vistas. Te permiten cenar tranquilo en buen ambiente", indicaron. De hecho, destacan que en Madrid, donde residen, hay muchas de estas opciones y aplauden que "sea tendencia en lugares como Benidorm" que tienen tanta oferta alojativa que ahora se abre para todos los que quieran.

Una de las terrazas de un hotel que lleva abierto desde los años 50 en Benidorm.

Una de las terrazas de un hotel que lleva abierto desde los años 50 en Benidorm. / David Revenga

Pioneros en la capital turística

Aunque ahora esté de moda, lo cierto es que hay terrazas o buffets de los hoteles que ya recibían a usuarios que no se alojan en el hotel hace tiempo. Hay pioneros que ya lo pusieron en práctica en los años 50 y siguen con el mismo modelo. Aunque sí es cierto que la modernización de la planta hotelera en el municipio y la reforma de grandes hoteles ha hecho que los empresarios decidan explotar aquellos espacios que estaban cerrados al público en general para ofrecer experiencias diferentes sin necesidad de estar alojados en el mismo.

En Benidorm hay multitud de casos. Según explicaron desde el hotel Les Dunes Comodoro, situado en primera línea de la playa de Levante, la terraza con la que cuentas con unas envidiables vista siempre ha estado abierta a que aquellos que lo desearan desayunaran o comieran en ella prácticamente desde que se abrió allá por los años 50. Y hay alojamientos en los que se puede comer en el buffets pagando el precio asignado.

La tendencia se amplía además a los campings donde, por ejemplo, no solo se puede comer o cenar sino que algunos permiten disfrutar de las instalaciones como las piscinas. Y ahí está lo que explica el sector turístico, que el futuro está en "abrir" esos recursos que se tienen a otro tipo de clientes para que vivan experiencias de un día. Para aquellos que no pudean tener unos días de descanso, quizá sea una muy buena opción: ser turista de vacaciones aunque sea por unas horas.