El casco antiguo de Altea fue escenario al caer la noche de este domingo de uno de los momentos más solemnes de sus Fiestas, la procesión del Cristo del Sagrario y del patrón de la villa, San Blas. Como es habitual, un público numeroso acompañó el paso de las imágenes por las calles, participando en la procesión o siguiéndola, en la que es una de las muestras de fervor popular más importantes de la localidad.

Antes, a mediodía, ya se había celebrado la misa solemne en honor del Santísimo Cristo, seguida de una actuación de la Muixeranga de la Marina Baixa y el disparo de una mascletà. Este lunes vuelven los actos de Moros y Cristianos, con la celebración, entre otros, de la Embajada Cristiana al mediodía y de la Entrada Mora al caer la tarde.