LA CRUZ DE BENIDORM

La increíble historia de la Cruz de Benidorm: el símbolo que salvó a la ciudad del "infierno"

Descubre el sorprendente origen de la Cruz de Benidorm, uno de los lugares más fotografiados de la ciudad, y cómo la ciudad purgó sus pecados

La increíble historia detrás de la Cruz de Benidorm que pocos conocen.

La increíble historia detrás de la Cruz de Benidorm que pocos conocen. / David Revenga

C. Suena

C. Suena

La Cruz de Benidorm ha presidido la ciudad desde hace más de seis décadas, alzándose imponente sobre el horizonte. Este monumento, de 14 metros de altura y 7 metros de ancho, no solo es uno de los puntos más fotografiados y instagrameables de la capital del turismo en la Costa Blanca, sino que también cuenta una historia de anécdotas, controversias y un cambio radical en el destino de la ciudad. Lo que comenzó como un símbolo religioso con un claro propósito, terminó convirtiéndose en un emblema turístico que, hasta el día de hoy, sigue atrayendo a miles de visitantes y así lo explica el historiador Francisco Amillo en su blog Histobenidorm.

Los "pecados" de los turistas de Benidorm que amenazaban la moral cristiana

En los años sesenta, la Cruz de Benidorm fue instalada en la cima de Serra Gelada como parte de una misión religiosa, con la intención de purgar los "pecados" que supuestamente traían consigo los turistas europeos. La ciudad, que por entonces ya comenzaba a atraer a veraneantes de toda Europa, era vista por los sectores más conservadores de la época como un lugar de inmoralidad, donde las costumbres relajadas de los extranjeros, especialmente el uso del bikini, chocaban con las normas de moralidad del régimen franquista.

El crecimiento turístico de Benidorm, impulsado a mediados de los años 50, fue un fenómeno que transformó por completo la localidad. Lo que había sido un pequeño pueblo de pescadores se convirtió rápidamente en el destino favorito de miles de europeos, que venían en busca de sol y playa. Este "boom turístico" fue posible gracias a la visión del alcalde Pedro Zaragoza, quien fue clave en la promoción de la ciudad a nivel internacional y en la creación de infraestructuras para recibir a los turistas.

La leyenda del alcalde en Vespa y el mito del bikini

A lo largo de los años, muchas historias y leyendas han rodeado la figura de Pedro Zaragoza, uno de los alcaldes más famosos y queridos de Benidorm. Entre ellas, destaca la famosa anécdota en la que se cuenta que el alcalde viajó en su Vespa hasta el palacio del Pardo para pedir al Generalísimo Franco que autorizara el bikini, evitando así su excomunión por parte del obispo de Valencia. Sin embargo, según el historiador Francisco Amillo, estas historias no son más que fabulaciones que Zaragoza inventó a posteriori para aumentar su leyenda. No hay ningún registro ni prueba en el Ayuntamiento que demuestre que estos hechos ocurrieron realmente.

Lo que sí está documentado es el altercado que tuvo lugar en el verano de 1959, cuando Judith Marjorie Roberts, una turista británica de 21 años, fue apercibida por un policía de Madrid por usar bikini en la playa de Benidorm. El incidente escaló cuando la discusión se trasladó al bar Tugart, donde la joven abofeteó al agente, lo que derivó en una denuncia por agresión a la autoridad y una multa de 10.000 pesetas. El caso llegó hasta los tribunales, y el cónsul británico intervino, calificando la sanción como "desproporcionada". Zaragoza, en un gesto político, prometió al cónsul que rogaría por la máxima benignidad para la joven, pero ante el gobernador civil y el Obispado Orihuela-Alicante pidió un castigo ejemplar. Finalmente, la Audiencia Provincial redujo la multa a 4.000 pesetas.

Este es el sorprendente origen de la Cruz de Benidorm: un símbolo para purgar los pecados.

Este es el sorprendente origen de la Cruz de Benidorm: un símbolo para purgar los pecados. / David Revenga

El obispado contra Benidorm: con la Iglesia hemos topado

Este altercado no solo generó tensiones entre los turistas y las autoridades, sino también entre el alcalde y la Iglesia. El obispo Pablo Barrachina no tardó en recriminar a Zaragoza la inmoralidad que, según los sacerdotes que se enviaban como refuerzo durante el verano, observaban en las playas de Benidorm. En una carta, Barrachina lamentó "la inmoralidad convertida en pecado colectivo", criticando duramente la permisividad con el uso del bikini. Para el obispo y los defensores de la moralidad de la época, el bikini era solo una pequeña parte del problema. Las críticas más severas apuntaban a que Benidorm se había convertido en un "lupanar de homosexuales europeos que corrompían a la juventud" y un lugar donde "mujeres mayores seducían a jóvenes", en un contexto de escenas "indecentes" y "dantescas" en las playas. Y eso que todavía no existía el Benidorm Fest, las salvajes despedidas de soltero que se celebran en la ciudad o los grandes festivales de música. ¿Tendría el obispo el don de la premonición como sor Úrsula Micaela, la monja incorrupta de Alicante?

La increíble historia detrás de la cruz de Benidorm que pocos conocen.

La increíble historia detrás de la cruz de Benidorm que pocos conocen. / David Revenga

El día que Benidorm casi se convirtió en "el infierno"

En medio de estas tensiones, el obispo de Orihuela-Alicante llegó a amenazar a Pedro Zaragoza con una medida drástica: colocar una pancarta en la entrada de la ciudad advirtiendo a los turistas que estaban entrando en "EL INFIERNO". Así, con mayúsculas. Este gesto hubiera sido un golpe letal para la imagen de la ciudad, pero Zaragoza, siempre hábil en el manejo de las relaciones entre la Iglesia y el turismo, logró encontrar una solución que contentara a ambas partes.

Finalmente, se decidió que la mejor manera de recordar a los turistas que debían comportarse de manera recatada era colocando una enorme cruz en la Serra Gelada, vigilando la ciudad desde las alturas. Esta cruz, hecha con las vigas de madera de un poste de luz, se convirtió en el símbolo de "salvación". Se instaló como un recordatorio de que, a pesar de la libertad que los turistas podían experimentar en las playas de Benidorm, "Dios les estaba observando".

La historia secreta de la Cruz de Benidorm: así fue la procesión que llevó el símbolo en hombros hasta la Serra Gelanda.

La historia secreta de la Cruz de Benidorm: así fue la procesión que llevó el símbolo en hombros hasta la Serra Gelanda. / INFORMACIÓN

La Cruz de Benidorm: un símbolo de penitencia y orgullo local

La colocación de la Cruz de Benidorm no fue un acto cualquiera. La última semana de 1961, los vecinos de la ciudad participaron en una procesión solemne, llevando a hombros la cruz en un recorrido que partió desde el centro del pueblo hasta la cima de Serra Gelada. Este acto de penitencia buscaba no solo purgar los supuestos pecados que los turistas traían consigo, sino también salvaguardar la moral cristiana que había sido desafiada por las costumbres liberales de los visitantes europeos.

A partir de ese momento, la cruz se consolidó como un símbolo imponente y visible desde casi cualquier punto de la ciudad. Para los residentes de Benidorm, representaba el compromiso con la moral y las tradiciones cristianas, pero con el paso del tiempo, este significado fue transformándose.

La historia secreta de la Cruz de Benidorm: así fue la procesión que llevó el símbolo en hombros hasta la Serra Gelanda.

La historia secreta de la Cruz de Benidorm: así fue la procesión que llevó el símbolo en hombros hasta la Serra Gelanda. / INFORMACIÓN

De la fe al turismo: la cruz de Benidorm conquista Instagram

Con el paso de los años, la Cruz de Benidorm fue perdiendo su significado religioso original y se consolidó como otro de los actractivos turístico de la ciudad. Lo que alguna vez fue un gesto para apaciguar a la Iglesia y demostrar que los benidormenses seguían siendo fieles a la moralidad, se convirtió en un imán más para los millones de turistas que visitan la ciudad cada año. Hoy en día, es uno de los puntos más fotografiados de la región.

La Cruz de Benidorm, con su imponente presencia en la cima de Serra Gelada, ha sido adoptada por las nuevas generaciones como un lugar de culto visual. Cientos de fotografías circulan diariamente en redes sociales, especialmente en Instagram, mostrando tanto la cruz como las vistas espectaculares de la ciudad y el mar Mediterráneo desde el mirador. Su popularidad ha crecido como uno de los escenarios más codiciados por los influencers y viajeros que buscan capturar el espíritu de Benidorm.

Pocos recuerdan hoy la función inicial de la Cruz de Benidorm, pero sigue siendo un punto de referencia y un lugar ideal para tomar fotografías, especialmente al caer la noche, cuando la cruz se ilumina y ofrece una vista espectacular sobre la ciudad. El monumento ha sobrevivido a los cambios, y a pesar de que su versión original fue destruida por un temporal en 1975, la cruz fue reemplazada por una estructura más robusta, hecha de hormigón y hierro, que sigue dominando el paisaje.

A pesar de las décadas transcurridas y de los cambios radicales en la sociedad, la Cruz de Benidorm sigue en pie. Es un recordatorio no solo de los días en que la ciudad tenía que lidiar con las tensiones entre la modernidad y la tradición, sino también de su resiliencia y capacidad para adaptarse a los tiempos. Hoy, el bikini, el topless y los festivales son parte integral del paisaje de Benidorm, pero la cruz sigue ahí, vigilante desde lo alto.

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