Melody brilla en el Benidorm Fest y pone rumbo a Eurovisión

La artista andaluza representará a España en el festival el 17 de mayo en Basilea con la canción Esa diva

Daniela Blasco, J Kbello y Mel Ömana defienden con soltura su candidatura y se quedan a las puertas

Juan Fernández

Juan Fernández

Muchas dudas rondaban sobre esta cuarta edición del Benidorm Fest. La falta de favoritos avivaba todas las posibilidades. Ocho artistas se enfrentaban a la necesidad imperiosa de hacer una actuación perfecta que les diese la oportunidad de representar a España en el Festival de Eurovisión. Y esa papeleta fue a parar a Melody, que salió victoriosa gracias a solventar los errores de su primera actuación, errores externos que nada tuvieron que ver con ella, pero que dejaron una imagen un poco extraña de su actuación.

Todos fueron con los deberes hechos, perfeccionando unas actuaciones que acabaron conquistando tanto a los presentes en el Palau d'Esports de Benidorm como a los que lo veían desde sus casas. Daniela Blasco arrancó la noche perfeccionando una actuación que tenía el trabajo de poner el poder vocal al mismo nivel que el escénico. Y como espectáculo, brilló como solo las grandes artistas del pop pueden hacerlo.

Daniela Blasco, segunda clasificada en el Benidorm Fest.

Daniela Blasco, segunda clasificada en el Benidorm Fest. / RTVE

A su actuación le seguía la siempre perfecta Kuve. La alumna de diez que no destaca, cosas de la popularidad, pero siempre da un gran nivel. Se sentía más cómoda sobre el escenario, disfrutando su última actuación en el Benidorm Fest y recibiendo el coro que le hacía el público, tan entregado a Loca XTi como ella. Y no estar en las quinielas te da pisar el escenario libre de presiones y demostrar lo que eres capaz de hacer.

Más dificil lo tenían Mawot y Lucas Bun. Ambos llegaron a la gran final tras sobreponerse en sus pugnas con DeTeresa y Sonia y Selena, respectivamente. No tenían el apoyo del público, lo sabían, pero el jurado les dio la confianza de repetir su actuación y llegar a calar en los espectadores indecisos que no tuvieses un voto claro entre sus cábalas. Porque si bien ya se dejó constancia de que el voto popular no estaba de su parte, la entrada de canciones con registros parecidos en esta final les permitía optar por conseguir el apoyo de aquellos eurofans que no quisieran llevar una propuesta tan festiva y bailable como las que llevaban Mel Ömana, J Kbello o la propia Melody.

J Kbello, tercer clasificado en el Benidorm Fest.

J Kbello, tercer clasificado en el Benidorm Fest. / RTVE

Quizás el cantante de Raggio di Sole llegó a esta gran final con un poco menos de fuerza vocal, prefiriendo vivir el momento y disfrutarlo. Todo lo contrario que Lucas Bun, que la impecable voz que mostró el primer día dejó paso a una interpretación algo más rasgada y apurada, donde parecía no encontrar el tono que mejor le venía. Fueron los únicos detalles de dos artistas que no podían superar lo hecho anteriormente porque, básicamente, era imposible.

Por su parte, Lachispa regresaba al Palau d'Esports con la intención de hacer desaparecer los fantasmas que surgieron en su anterior actuación. Hartita de llorar pasó de ser el tema más escuchado por el público a desacreditar la capacidad vocal de su intérprete. Los espectadores vieron descontrol y falta de tablas en una artista que llegaba con el título de favorita, lo que acabó por generar muchas dudas en torno a sus posibilidades.

Y lo hizo. Porque se subió más cómoda al escenario, mostrándose mejor vocalmente y transmitiendo mucho más con su canción. La gente que la criticó antes de tiempo tuvo que recoger sus palabras e incluso alguna que otra persona acabaría pidiéndole perdón con un voto de esperanza (y otro en la aplicación de RTVE).

Mel Ömana, cuarta clasificada del Benidorm Fest.

Mel Ömana, cuarta clasificada del Benidorm Fest. / RTVE

Absolutamente todos brillaron, incluida una Mel Ömana que ya no tenía el factor sorpresa. Su segunda actuación seguía siendo perfecta, lo que demuestra que está preparada para, al menos, subirse al escenario de Basilea como la representante española. Porque pocas artistas consiguen calar tanto en el público partiendo en las últimas posiciones. Y esta "reina" lo consiguió sin despeinarse.

Quien sí tuvo que despeinarse fue Melody. Prometió que en la final no iba a fallar, y no lo hizo. Desde que comenzó su actuación por los aires hasta que finalizó con una voltereta que hubiese dejado mareado a cualquier ser humano, demostró que actuar es algo que tiene en las venas. Porque le salió el agudo, tan deseado y temido a partes iguales, y lo celebró desmelenándose. Rebosa carisma por los cuatro costados y Esa diva volvió más empoderada que nunca.

Así, esta gala, que contó con una llamada en apoyo a los damnificados por la dana valenciana por parte de sus presentadoras, coronó a Melody como ganadora de la cuarta edición del Benidorm Fest y le da la oportunidad de representar a España en el Festival de Eurovisión que se celebra el 17 de mayo en Basilea (Suiza) en una pugna muy igualada con Daniela Blasco y J Kbello. Esa diva sonará en Suiza y, según admitió la artista, buscará reivindicar "la buena música que se hace en España".

Una gala de altura

La magnitud de una gala no se mide únicamente por la fuerza y el poder de sus actuaciones. También lo ayuda la realización, que en esta ocasión estuvo a la altura y la gente desde casa pudo disfrutar tanto como los que lo vivieron en directo. Pero también las buenas decisiones con las invitadas. La actuación de Nebulossa para abrir la gran final, enarbolando la bandera de campeones de la pasada edición, puso el grito en el cielo con una canción que ya se ha convertido en un clásico. "Zorra" fue celebrada por los allí presentes entre vítores y cánticos, con una Mery Bas marcada por las transparencias y que demostró que también ha dado clases de canto. La acompañaron posteriormente un mito de la música nacional como Amaral, haciendo un medley del ayer y de hoy, y una Rigoberta Bandini que siempre transmite buen rollo allá por donde va. Y si a eso le sumas al elenco de presentadoras de esta edición, con Paula Vázquez, Ruth Lorenzo e Inés Hernand al frente, el resultado es apoteósico. 

Tracking Pixel Contents