Las obras en el puente sobre el río Amadorio de La Vila vuelven a cambiar el tráfico

Las obras de rehabilitación del puente de la calle Cervantes sobre el río Amadorio de La Vila Joiosa conllevarán otra modificación temporal del tráfico rodado en el vial durante los días 28, 29 y 30 de abril. El edil de Urbanismo, Pedro Ramis, explicó que se modificará la circulación en este paso, sin ser interrumpido para llevar a cabo trabajos técnicos de comprobación en el carril de rodadura.

"Estas actuaciones requieren ajustar provisionalmente la circulación en dicho tramo, por lo que, durante estos días, se habilitará de forma puntual un paso alternativo en el carril del lado norte, para facilitar tanto el tránsito de vehículos como el de peatones (ahora se circula por el sur solo)", apunta Ramis. En este sentido, Ramis insistió en que esta actuación "no supone el corte de tráfico rodado ni restricciones para los peatones, sino que se limitará el acceso al puente desde la parte alta de la calle Pelayo" para "garantizar la seguridad y la fluidez en los desplazamientos, ya que las condiciones del giro hacia el centro urbano no permiten una maniobra segura".

El puente del Amadorío de La Vila tendrá un metro más para garantizar la seguridad

Estas medidas han sido diseñadas y coordinadas por la Policía Local, la empresa responsable de la ejecución de la obra y el departamento municipal de Urbanismo, en su compromiso por garantizar la mínima afección posible durante el avance de las tareas de rehabilitación del puente.

El edil de Urbanismo, Pedro Ramis, agradeció la comprensión y colaboración de vecinos y visitantes ante esta adaptación temporal y reitera que todas las actuaciones tienen como finalidad mejorar la imagen y los servicios de la ciudad.

Obras de rehabilitación

Las obras de rehabilitación del puente, construido a mediados del siglo XIX, se iniciaron en el mes de noviembre con el fin de garantizar la conservación y funcionalidad de esta infraestructura, así como la seguridad de sus usuarios. Este puente fue construido entre el año 1840 y 1878 y tiene 95 metros de largo y 18 metros de altura. Esta infraestructura se compone de cinco bóvedas de ladrillo que dan paso a cinco arcos de medio punto de nueve metros de luz cada uno sustentados en pilas de distinto grosor. Alrededor del año 1950 se amplió el tablero, cuya modificación fue utilizada para la disposición de las aceras y las luminarias, con una anchura útil de 1,35 metros. 

El paso de los años ha hecho que la infraestructura presente una serie de problemas como la presencia de humedades u óxido. Aunque el estado de conservación aún es bueno, el Ayuntamiento interviene para rehabilitar y restaurar el puente, para mejorarlo y también renovar la escena urbana.