Nuevas imágenes de cámaras de seguridad reavivan la investigación sobre la caída mortal de un galés en un acantilado en Benidorm

Unas imágenes de cámaras de seguridad que capturaron los instantes previos al trágico suceso en el que perdió la vida Nathan Osman, el británico de 30 años cuya muerte en Benidorm fue inicialmente catalogada como accidental o incluso suicidio, podrían cambiar por completo el rumbo de las pesquisas oficiales, según ha publicado el tabloide británico The Sun.

Las grabaciones muestran a Osman caminando por el paseo marítimo de Benidorm a las 4:08 h de la madrugada, "luciendo bien" y sin signos aparentes de alteración, apenas unas horas antes de precipitarse desde un acantilado de unos 150 metros de altura.

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La familia de Osman, de Pontypridd (Gales del Sur), ha aprovechado estas imágenes para denunciar que no confían en la versión inicial de la Policía española y exigen que se califique el caso como homicidio. Tal y como relata el hermano de la víctima, Lee Evans, "nos reunimos con las autoridades españolas porque no estábamos satisfechos con el informe policial y creíamos que había discrepancias y falta de investigación".

Entre los argumentos de la familia figura la imposibilidad física de que Nathan recorriera a pie, en plena madrugada y tras horas de paseo, la empinada senda rural que conduce al acantilado. "Subir esa colina a pie llevaría al menos 90 minutos y es una zona rural", explicó Lee Evans, quien sostiene que su hermano fue llevado al lugar por terceras personas.

"Creemos que alguien se deshizo de su cuerpo allí"

Además, al día siguiente del hallazgo, se registraron dos intentos de transacción con la tarjeta bancaria de Nathan en un establecimiento situado a nueve minutos en coche de donde apareció su cuerpo. "Creemos que alguien se deshizo de su cuerpo allí", añade su hermano, convencido de que "hay persona o personas responsables de llevarlo allí y de su muerte".

Por si fuera poco, los familiares han destacado que el teléfono móvil de la víctima apareció destrozado y que su billetera desapareció, lo cual, según ellos, apunta a un posible ataque previo a la fatal caída. Su hermana, Alannah Hughes, aportó a las autoridades la cronología reconstruida con múltiples cámaras de seguridad, registros telefónicos y testimonios de amigos.

La familia asegura que al día siguiente del hallazgo de su cuerpo se registraron dos intentos de transacción con su tarjeta bancaria

Este nuevo expediente de indicios llevó a un juez británico a ordenar la reapertura de la causa como presunto asesinato, tras la denuncia formal presentada por los hermanos de Nathan. La investigación, todavía en curso, cuenta ahora con el apoyo político de Alex Davies-Jones, diputada laborista por Pontypridd, quien ha llevado el caso a la Cámara de los Comunes y ha contratado un investigador privado para indagar en lo que la familia denomina "un caso ciego".

Los allegados de Osman insisten en que su muerte fue "totalmente inesperada" y niegan cualquier vínculo de Nathan con situaciones de riesgo durante sus vacaciones. "Era una persona muy respetable y sabia", subrayan, mientras añaden que seguirán buscando la verdad "porque sé que mi hermano haría lo mismo por mí y por todas las demás familias".

Con este nuevo giro en la investigación, los ojos de la familia y de la opinión pública se vuelven a centrar en Benidorm, a la espera de que las autoridades españolas y británicas colaboren para esclarecer si, en lugar de un accidente, se trató de un acto deliberado por terceros.