Nadie duda de su valor, capta una realidad, pero también es cierto que en pocos minutos puede ser totalmente distinta. Valoramos mejor las imágenes de un video, que nos enseña esa realidad, pero durante más tiempo. Así sucede en la medicina, los médicos para con los diabéticos, en vez de limitarse a conocer el nivel de el azúcar que tienen en la sangre en un momento o, lo que llamamos la glucemia, prefieren determinar en una muestra de la sangre el valor de la hemoglobina glicosilada, que informa de los niveles de azúcar que el enfermo ha tenido durante las últimas semanas.

Algo parecido sucede con la vida. Querría contarle aquí algunas imágenes de lo que es para mí la sociedad actual, pero lo hago sabiendo de que la posibilidad de error es muy grande.

En la sociedad predomina la visión de lo negativo. Andamos por la vida con unas gafas que agrandan la visión de lo que va mal. Los informativos de cualquier televisión son un cúmulo de desdichas, o de desgracias, parecen ahora, lo que era el periódico de “el caso” en el pasado siglo.

La juventud lo quiere todo, y lo quiere con inmediatez; sin embargo el esfuerzo y el mérito no están de moda. Es cierto que en el pasado los españoles eran mayormente iletrados, la mayoría no sabía leer o escribir. Ahora todos han sido escolarizados, muchos han acabado Bachillerato, e incluso un porcentaje cada vez mayor va a la universidad. También puede ser real que mi generación, que ha contribuido a mejorar el país, sin embargo se lo esté dejando mal, hemos procurado darles de niños todo lo que nos pedían, y ahora, que es cuando tienen que ser independientes y dirigir sus vidas, no lo tienen fácil, hay un porcentaje alto de parados, y otros que trabajan pero con sueldos bajos.

Un foto fija: un retrato de nuestra sociedad INFORMACIÓN

Hemos construido una sociedad que parece que padece el síndrome de Diógenes; ya sabe, que acumula todo. No se nos define como adictos a las compras, pero la realidad es que compramos mucho, mal utilizamos mucho, acumulamos mucho, y deberíamos deshacernos de mucho.

   También en nuestras relaciones, en nuestras conversaciones, predomina el detalle, hemos perdido la capacidad de síntesis o de concreción.

      Es una sociedad que disfruta mucho con los deportes, pero más con verlos que con practicarlos. Son infinitas las horas que muchos pasan delante del televisor, o las que otros llenan los estadios deportivos.

     Hemos pasado de ser intolerantes a tolerantes. Y aunque con infinita frecuencia no nos ponemos de acuerdo, no cedemos para pactar.

       Cada vez aceptamos mejor la diversidad. Están de moda las fiestas de los colectivos LGTBI. De hecho, de los muchos partidos políticos con los que convivimos, sólo se de uno al que se le acusa de ser intolerante en este terreno.

    Continuamos siendo una sociedad próxima; cuando nos vemos nos saludamos afectuosamente, nos damos la mano, abrazos e incluso besos.

    Yo diría que en general la generosidad sigue entre nosotros, y para reforzar la idea aporto un dato; somos el primer país del mundo en donación de órganos para trasplante, y lo que es mejor, llevamos siéndolo en los últimos 27 años.

    Somos una sociedad materialista, de hecho, muchos de sus miembros serían incapaces de describir lo que es la espiritualidad. Por otra parte, la religiosidad va disminuyendo; no sólo son cada vez menos los que se casan por la iglesia, o bautizar a sus hijos, sino que en las misas predominan, y con mucho, las personas de edad muy avanzada. También creo que, en lo referente a la iglesia católica, que es la predominante muchos la adaptan a sus gustos, es como si se hicieran una religión a su medida.

   En general valoramos más la rapidez, los resultados, en vez de considerar el esfuerzo o el trabajo para conseguirlos.

   También apreciamos la cultura, pero por debajo de lo que consideramos actividades lúdicas. Ha decaído la lectura de libros de autores clásicos, predomina el turismo de sol y playa frente al cultural, en el que se visitan catedrales y museos.

     Han cambiado de forma significativa la forma que tenemos de informarnos. La televisión y la prensa siguen teniendo papel, algo menos la radio, pero han surgido nuevos medios, utilizamos nuevas tecnologías como el móvil o el ordenador. De hecho, ha surgido la figura del influencer, personaje que es capaz de orientar e inducir conductas con través de su presencia en los medios. Con ello también aumenta el riesgo de que recibamos noticias falsas, las fake news, que van creciendo exponencialmente.

    Nos mantenemos fieles a nuestras tradiciones; únicamente están más débiles las que tienen que ver con el sufrimiento animal; en nuestra sociedad se han surgido movimientos a favor de su desaparición.

     Hemos creado una clase media amplia, que ocupa gran parte de la sociedad y que puede vivir con dignidad en lo referido a lo material, pero sin duda el capitalismo lo domina todo. Por otra parte el comunismo ha perdido, incluso en países en los que estaba asentado como la propia Rusia o China. Con eso el consumo ha ganado, y con él en la sociedad se nos hace creer que necesitamos cosas que no es real que precisemos, y lo que es más curioso, no sabemos quién controla el mundo. Con estos valores nos gusta más multiplicar que sumar, y ello mucho más que restar. También el verbo tener ha sobrepasado al estar, y empieza a superar, o ganar, a ser.

    Dentro del cambio de verbos, también creo que hemos cambiado, y usamos más hacer el amor, el sexo, que amar. Seguimos siendo pillos y disfrutones. Posiblemente lo llevamos en nuestros genes, pues esos rasgos conviven con nosotros desde hace siglos. No le digo lo primero, pero lo segundo te permite ser feliz sin apenas coste adicional.

    Hemos ganado en cantidad y calidad de vida. Hace poco tiempo las personas a los 50 años eran viejas, ahora a los 70 acumulamos varias enfermedades, pero queremos seguir disfrutando de la vida. También es verdad que han aparecido nuevas patologías. El sentimiento de soledad puede ser una de ellas. De lo más positivo que observó en nuestro entorno es que la familia y los amigos puntúan alto. Son bien valorados.

    Lo de hoy es una imagen, sin duda puede estar errada, pero puede ayudarnos a conocernos mejor, y no le quepa duda que mejorar nuestro autoconocimiento y la realidad que nos rodea es un paso fuerte para ser mejores y más felices.