Nuestras vidas son los ríos

que van a dar en el mar

que es el morir.

Allí van los señoríos

derechos a se acabar

y consumir.

Allí, los ríos caudales,

Allí, los otros medianos,

y más chicos

allegados, son iguales,

los que viven por sus manos

y los ricos.

(Fragmento de “Coplas por la muerte de su padre” de Jorge Manrique)

Desde tiempos inmemoriales la muerte se representa como un esqueleto, ataviado con un sudario y portando una guadaña con la que segaba las espigas de las vidas humanas, otras veces la parca llevaba un reloj de arena para simbolizar la fugacidad de la vida. Según el imaginario medieval plasmado en las denominadas “danzas de la muerte”, igualaba , al final, los destinos de los seres humanos, sumidos en atroces desigualdades durante la humana existencia. El espíritu democratizador de estas danzas macabras junto con la compensación en el cielo o paraíso ofrecida por la religión, se convertía en el dique de contención de las reivindicaciones populares frente a los privilegios disfrutados por los poderosos.

La muerte muestra, en última instancia, la vulnerabilidad del ser humano frente a los designios de la naturaleza o ¿quizás de la divinidad?. Esta fragilidad, inherente a la condición humana, erige a la religión en un lenitivo para la angustia existencial, ya que la idea de la muerte , concebida como desaparición total, puede resultar difícil de asimilar.

La muerte revelará , finalmente, todas las incógnitas, colocándonos en la antesala de lo absoluto.

En algunas culturas, como la mejicana, tiene una fuerte raigambre la festividad del “Día de muertos” , resultado del mestizaje entre la tradición precolombina y la impronta española, que se celebra los días 1 y 2 de noviembre. Esta fiesta ha sido declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y constituye todo un rito de paso de la vida a la muerte, que se convierte en un símbolo nacional enseñado en los centros educativos.

Tras el cruel zarpazo de la muerte, que se ha llevado a mi madre, propongo la celebración de la vida invocada por el siguiente poema, ya que la lucha entre Eros y Tánatos, refleja el necesario ciclo de creación y destrucción.

Esta poesía la escribí hace mucho tiempo, inspirándome en los romances medievales, durante un viaje a Zamora, realizado con una amiga y con mi madre. Lo concluí en los descansos del trabajo en el marco incomparable de la Biblioteca General de la Universidad de Alicante.

Al final se incluye un glosario, para ayudar al lector actual, poco familiarizado con algunas palabras del castellano antiguo.

BATALLAS DE AMOR PERDIDAS

Y diciendo esto,

sacó al momento

un gran carajo,

para montarla a destajo.

“Abre las puertas, Mencía,

desta tu gran celosía,

para tu satisfacción

te prometo pronto premio,

pues me precio, sin temor,

de ser un gran garañón.”

“Pase, pase y no dilate”

,le dixo Doña Mencía,

“en cruzar mi gentil jardín,

,ornado de fresca rosa.

Adelante, pues, García,

salta el foso, cruza el puente

y el ariete,

mantenlo firme, pardiez.

Cabalga apriesa, alma mía.

Mas,

contén tu brioso corcel,

no escupa su blanca espuma

a destiempo,

y quédeme yo, cuitada,

en total abatimiento”

“Non fuyades, vida mía”

Le repuso el caballero,

“Y espérame en el edén

que juntos alcanzaremos,

y yo te juro , a fe mía,

que muy presto llegaremos.

Allá se atisba el nirvana.

¡Qué hermoso se me parece!

Contempla, bella Mencía,

como el gallardo García,

galantemente te ofrece,

conducirte al paraíso,

antes que despunte el día.”

Desta manera le dixo.

“Presto me viene el dulzor,

que no traducen palabras.”

Suspira la hermosa dama.

“Nunca hubo tal caballero,

que semejante gozo haya”

Antes de que nazca el día,

le replica Don García.

“Apura y vístete apriesa,

que ya torna el mi marido.”

Dice angustiada la dama.

“Mal haya el villano ruin,

que troca el placer en llanto,

sumiéndonos en quebranto.”

Diz saltando de la cama.

“Hasta pronto, vida mía,

que es la alondra la que canta,

anunciando el nuevo día,

nuestro solaz amargando

y es tu marido el que torna,

el nuestro amor agostando,

que aquesta noche fue corta,

aunque fue luenga la polla.”

“Saltar de la cama

no es menester,

que do caben dos,

caben tres”

Dixo el marido al entrar

al caballero García.

“Mas, prepara el tu agujero,

que yo te la meto luego.

Que, a fe de Diego Montoya,

que tengo enhiesta la polla”

Beatriz Recio Inés

NOTAS

ABATIMIENTO En castellano antiguo significaba “pena, tristeza, aflicción.”

APRIESA En castellano antiguo significaba ”aprisa”

AQUESTA En castellano antiguo significaba “esta”. En catalán y en valenciano se usa este demostrativo actualmente.

ARIETE El ariete era un madero, uno de cuyos extremos estaba tallado en forma de cabeza de carnero, de ahí el nombre de “ariete” que viene del término latino “aries” , es decir carnero. El ariete se utilizaba para forzar las puertas de un castillo o de una ciudad sitiada.

CUITADA En castellano antiguo significaba “triste”

DESTA En castellano antiguo, la contracción “desta” equivalía a la forma actual “de esta”

DILATAR En castellano antiguo, el verbo “dilatar” equivalía a “tardar” por eso aquí “no dilate se traduce por “no tarde”

DIXO En castellano antiguo significaba “dijo”

DIZ En castellano antiguo significaba “dice, dicen.”

DO En castellano antiguo era el apócope de “donde”.

ENHIESTA En castellano antiguo significaba “rígida, tiesa”. En este caso se refiere al pene en estado de erección.

LUENGA En castellano antiguo significaba “larga”. En castellano actual aún tenemos la palabra “longaniza”.

MAL HAYA En castellano antiguo significaba “mal tenga”, era una maldición.

MAS En castellano antiguo significaba “pero”

NON FUYADES En castellano antiguo significaba “ no huyáis” . Esta expresión aparece en el “El Quijote”

PRESTO En castellano antiguo significaba “rápido”

TORNAR En castellano antiguo significaba“ volver”

TROCAR En castellano antiguo “trocar” significaba “cambiar”, es decir “troca” quería decir “cambia”. En castellano actual aún tenemos la palabra “trueque”.