Los Alcántara son oriundos de Sagrillas, un pueblo que la ficción ubica en la provincia de Albacete, entre viñedos manchegos, a ciento noventa y cinco kilómetros de Madrid.
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La familia Alcántara se asomó a nuestra ventana catódica en septiembre de 2001. Es una familia española que, como otras muchas en la época del desarrollismo franquista, abandonó el pueblo en busca de nuevas oportunidades en la ciudad, dejando atrás casa y tierras. Una inmensa mayoría emigraron con un pequeño hatillo y dejando atrás sólo recuerdos.
Herminia, la abuela de Cuéntame, conserva su casa en Sagrillas, es la casa a la que acude la familia como escape de la ciudad y la producción de la serie la encontró en la plaza Mayor de Arahuetes.
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Arahuetes es un pequeño pueblo de la provincia de Segovia, que cuenta con un censo de cuarenta y un habitantes, repartidos en dos núcleos de población y está a muy pocos kilómetros de Pedraza, pueblo que pertenece a la red de los pueblos más bonitos de España.
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Las andanzas de los Alcántara comenzaron en 1968 y siempre han estado vinculadas a la historia reciente de España, la voz adulta de Carlos nos recuerda que el pueblo era la tierra de nuestros padres y el lugar de veraneo. Por la plaza Mayor de Arahuetes, la Sagrillas de Cuéntame, podemos ver a todos los Alcántara. En el baile de los mayos de 1970 estaban Inés y Toni, en el verano de 1975 Carlitos tenía mal de amores y pasaba por la plaza llevando el capazo de la compra a su madre, mientras Mercedes y Herminia compraban en el mercado ambulante. Allá por el verano del año 1982, vemos cómo llega la pequeña María con su familia, después de frustrarse sus vacaciones mallorquinas, con ganas de tener aventuras como las que ha leído en los libros de “Los cinco” y el Parriba, Antonio Alcántara, que con cincuenta y seis años, está a punto de caer desde el campanario, y son las manos de su heredero y su milano las que lo salvan.
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Nuestra visita a Arahuetes puede formar un tándem con el cercano pueblo de Pedraza, una pequeña villa medieval situada a treinta y cinco kilómetros de la capital de la provincia segoviana.
Sólo podemos acceder a Pedraza por la Puerta de la Villa, lo haremos a pié o en coche, encontrado aparcamiento junto al Castillo de Pedraza, emblema de la villa.
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El castillo pertenece a los herederos del pintor Zuloaga, que lo compró semiderruido y habilitó la torre del Homenaje como su taller de pintura. Cuentan que allí pasaron cinco meses retenidos los hijos de Francisco I de Francia, el delfín y su hermano Enrique, por orden de Carlos I de España. Hoy, es un museo dedicado a Zuloaga.
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Pedraza requiere que paseemos por sus calles empedradas para admirar sus palacetes con sus escudos de armas y encontrar su plaza Mayor. En mi visita estaba convertida en un coso con motivo de las fiestas mayores de la villa. También veremos mesones donde degustar la gastronomía segoviana, yo no tuve oportunidad de comer en uno de ellos, pero abandoné la villa con judiones, garbanzos y una caja de soplillos, un dulce con arraigo en Pedraza.
Cómo llegar: a través de la N-110, que comunica la A-1 (Madrid-Irún) con la A-6 (Madrid-La Coruña).
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Fotografías y vídeo de J. Cintas:
- Arahuetes, la Sagrilla de Cuéntame.
- Casa de Herminia.
- Arahuetes.
- Plaza Mayor de Arahuetes.
- Castillo de Pedraza
- Pedraza
- Soplillos de Pedraza.
