Nadie se atrevería a poner en duda la elegancia y la vistosidad de los zapatos de tacón alto. El efecto tan sensual que generan cuando elevan nuestros glúteos, nos hacen parecer más altas o alargan nuestras piernas, es una ventaja a la que no pocas mujeres acuden para contar con más belleza. Ahora bien, ¿Los tacones altos son buenos para nuestra salud? ¿Es cierto que pueden causar serias afecciones vasculares? A lo largo de este artículo daremos respuestas a cada una de estas interrogantes. No te pierdas nuestra sección final con consejos y trucos caseros. Quedarás sorprendida.

Problemas a la vista

Los trastornos relacionados con el uso excesivo de los zapatos de tacón alto tienen un origen articular, muchos de ellos capaces de entorpecer incluso el desarrollo normal de nuestra vida. Por ejemplo, cuando usamos tacones altos de manera continuada, los músculos de la pantorrilla pueden resentirse e inflamarse, dando lugar a lo que se conoce como inflamación del tendón de Aquiles. Del mismo modo, se conoce como Hallux valgus a una desviación del dedo gordo del pie cuando usamos zapatos de tacón alto y punta estrecha, mientras que la Sesaimoiditis es una inflamación de la articulación metatarsofalángica del dedo gordo.

Pero eso no es todo, el Neuroma de Morton es otra de las enfermedades que afecta al grupo de terminaciones nerviosas de la planta del pie, un traumatismo relacionado con los zapatos de tacón alto y afilado. Si además de lo anterior te comentamos que puedes sufrir de inestabilidad crónica en el tobillo, y serios dolores de espalda y cuello debido a la desalineación de la columna vertebral, es evidente que los tacones altos, muchas veces pueden generar más problemas que soluciones.

¿Qué tal las varices? ¿También tienen que ver con los tacones altos?

Por supuesto. Nuestro sistema nervioso no escapa a los estragos de este tipo de calzado. Si lo pensamos por un segundo, los tacones altos alteran nuestra postura natural al caminar o mantenernos de pie, por lo que los músculos del pie deben contrarrestar este desbalance, y en consecuencia, también se entorpece el retorno venoso de la sangre desde nuestras extremidades hacia el corazón.

En otras palabras, cuando abusamos de los tacones altos, las venas son incapaces de asegurar el flujo adecuado de la sangre, por lo que esta se estanca en nuestras piernas, aumentando la presión venosa y dando lugar a las molestas “arañitas” o telangiectasias. Además, las várices también suponen una retención de líquidos y deshechos en nuestras extremidades que puede resultar contraproducente para nuestra salud.

Ya padezco de varices, ¿Cómo erradicarlas?

Hoy en día contamos con todo tipo de soluciones para eliminar las varices y los problemas ocasionados por los tacones altos. Algunos tratamientos son tan simples que solo abordan el problema mediante el uso de almohadillas plantares o juaneteras para disminuir la inflamación, mientras que otros son más invasivos y solo pueden remediar la enfermedad mediante intervención quirúrgica. No obstante, si padeces de varices, existen otros tratamientos mucho más efectivos. Como nos recomiendan desde esta clínica especializada, algunas terapias como la terapia fotodinámica de varices o la Super Vein Removal, son capaces de eliminar todo tipo de varices, desde las más pequeñas y superficiales, hasta las tronculares y más profundas.

No quiero renunciar a los tacones, ¿Qué hago?

Por supuesto que no tienes que renunciar a ellos. Para lucir hermosa sin sacrificar salud, solo tienes que velar que la altura del tacón no supere los 3 centímetros. Así lo recomiendan los expertos. Ahora bien, si tus zapatos de tacón alcanzan los 5 centímetros, nuestra recomendación es que hagas un uso menos frecuente de ellos.

Además, en el tema de los tacones altos, no todo son malas noticias. Algunas investigaciones han logrado demostrar que el uso de tacones de 5 cm, actúa sobre los músculos de la pelvis, favoreciendo su contracción y aportando una mayor sensación durante las prácticas sexuales. Además, si el área pélvica se encuentra reforzada, nuestro organismo será capaz de aportar un mayor sostén para el intestino grueso, la vejiga o el útero.

Recuerda, la clave está en un uso moderado de este tipo de calzado.

Consejos finales

- Si trabajas de pie durante ocho horas al día, reemplaza mejor tus tacones altos por zapatos más cómodos y saludables para tu cuerpo.

- Cuando utilices zapatos de tacones altos, asegúrate de que podrás sentarte cada cierto tiempo en el lugar que te encuentres.

- Nuevamente lo repetimos: no abuses. Combina tus tacones altos con otros zapatos.

- Los tacones de base ancha son mucho mejor que los tacones de aguja, ya que equilibran mejor nuestro peso corporal y nos libran de sufrir juanetes y dedos en martillo.

- En cuanto al material del zapato, la piel es la reina por excelencia, ya que nos aporta suavidad y mayor transpiración.

- Nunca elijas una talla menor. La belleza no está divorciada con la comodidad. Asegúrate que tus pies reposan adecuadamente en la plantilla del zapato.

- Dentro de los zapatos de tacón alto, los modelos con plataformas son los más saludables (especialmente aquellos con plataforma elástica), pues aportan un mayor balance.

- Si los tacones altos pueden ser perjudiciales, los zapatos planos lo son aún más, ya que causan una tensión excesiva en el tendón de Aquiles y no facilitan la absorción del impacto contra el suelo al caminar. Para elegir tus zapatos, asegúrate de que poseen al menos, 1 centímetro de altura.