Vanessa Ives y sus monstruos nos han dejado para siempre. El último capítulo de Penny Dreadful nos llegó así, de sopetón, hace ya un par de semanas. Dejándonos un enfrentamiento épico entre Drácula y el Hombre Lobo. Los títulos de crédito eran distintos y nos anunciaban que no iba a ser un episodio más. Al final, un fundido en negro en el que aparece The End. Y ya está, no hay más. Así de claro lo ha expresado el guionista y creador de la serie John Logan: La historia siempre se había pensado para tres temporadas. Siempre había posibilidad de ir alargando la trama, puesto que cada temporada dejaba cerrado el argumento principal y al año siguiente la historia empezaba desde cero, retomando otras subtramas secundarias. Pero parece que resucitar Penny Dreadfull no está en la mente de nadie por el momento, dejándonos 27 episodios para el recuerdo. En ellos, los monstruos clásicos de la literatura de la época victoriana han podido mostrarnos sus facetas más atormentadas, deambulando por la niebla nocturna de las calles de Londres e intentando ser felices, mientras son incomprendidos por el mundo. Algunos han demostrado ser más humanos que las personas que consideraríamos normales.

En el año 2003, se estrenó la película La Liga de los Hombres Extraordinarios, filme que adaptaba un cómic de Alan Moore y que tenía el dudoso honor de ser el último film protagonizado por Sean Connery, que ya se ha retirado de su carrera cinematográfica. Y digo dudoso porque el resultado fue un bodrio que no hacía justicia en absoluto a la historia que Moore nos contó en las viñetas. Penny Dreadful es todo lo que La Liga de los Hombres Extraordinarios debería haber sido. Las dos tienen en común en que recogen a todo un elenco de personajes de la literatura de finales del siglo XIX, formando un extraño grupo sobre el que recae la responsabilidad de salvar al mundo de la amenaza de turno. Sólo que en Penny Dreadful se toma sólo a los personajes procedentes del género de terror, prescindiendo de otros como pueden ser, por citar dos ejemplos, el Capitán Nemo de Julio Verne, o el Tom Sawyer de Mark Twain. Tenemos a Frankenstein y a su novia, al Hombre Lobo, a Dorian Grey… y en esta última temporada se han incorporado el Doctor Jeckyll y el Conde Drácula, que desde el principio era la amenaza en la sombra. El recurso obvio hubiera sido el de usar a Mina Murray, el eterno objeto del deseo de Drácula, como la heroína de la historia. En cambio, John Logan ha optado por un personaje de nueva creación: la médium Vanessa Ives, que interpreta Eva Green y que es la estrella indiscutible de la serie. Injustamente en los títulos de crédito, su nombre aparece en tercer lugar, con el pretexto del orden alfabético de los actores. Si eres de los que se queda con la boca abierta al ver a Claire Danes poniendo cara de loca durante una de las crisis bipolares de su personaje en Homeland, espera a ver a Eva Green en medio de una posesión demoniaca.

Todo empieza con la desaparición de Mina Murray y los intentos para rescatarla por parte de su padre. Los poderes clarividentes de Vanessa la hacen un objetivo muy codiciado por las fuerzas del mal y también en un elemento clave para la búsqueda. Eva Green sabe hacer tan aterrador a su personaje, que no es de extrañar que todos los monstruos clásicos de la literatura beban los vientos por ella. Como dato curioso, los capítulos cuatro de cada temporada han sido un flashback destinados a revelarnos datos claves del pasado de Vanessa. La consecuencia es que hay episodios en los que Eva no aparece, para hacer avanzar el resto de las tramas, y su ausencia se nota.

El título de Penny Dreadfull nos evoca una serie de novelitas baratas que se vendían en la Inglaterra de finales del siglo XIX al precio de un penique. Son los días del fin de la superstición y los albores del inicio de la modernidad, donde el método científico sería la principal fuente de conocimiento. Los monstruos de la literatura clásica en su ocaso interactúan entre sí como en una obra de folletín barato. La serie guarda la esencia de la mirada que para volvernos a contarnos estas historias hicieron Francis Ford Coppola y Kenneth Brannagh en sus adaptaciones de las novelas de Bram Stroker y Mary Shelley. En el año 1944, los estudios Universal unieron a sus monstruos clásicos en la película bautizada en España como La zíngara y los monstruos (The House of Frankenstein en el título original. ¿Es aquí el personaje de Eva Green el homenaje a la zíngara de este clásico del cine de terror?

En Penny Dreadful, todos los monstruos conservan buena parte de sus rasgos clásicos. Drácula es el seductor. El Hombre Lobo es alguien que carga con una maldición que escapa a su control. El monstruo de Frankenstein es el monstruo atormentado debido a la repulsa que causa en los demás su aspecto formado a base de trozos de cadáveres; mientras que Victor, su creador, constantemente pierde el control sobre los experimentos que pone en marcha. Dorian Grey es otro seductor amante de lo prohibido y el vicio, que guarda su propia hoja de ruta y del que puedes fiarte menos que del Meñique de Juego de Tronos. La historia de la novia de Frankenstein cuenta con un nuevo giro, ya que aquí el personaje inicia su propio plan para acelerar la revolución feminista en el mundo.

Pero no son los únicos guiños a la literatura de la época que podemos encontrar. La agencia de detectives Pinkerton, que busca en Inglaterra a uno de los personajes protagonistas, se hizo mítica en el lejano Oeste como cazarrecompensas que protegían a los ferrocarriles de los atracadores y aparece en numerosos westerns. Sus cazarrecompensas eran los implacables perseguidores de Robert Redford y Paul Newman en Dos Hombres y un destino; y también marcó época la persecución al forajido Jesse James. Su fundador fue Alan Pinkerton en 1850, uno de los primeros investigadores privados de la historia. Hay quien atribuye a su figura una cierta inspiración en el personaje de Sherlock Holmes, creado tres años después de la muerte de Pinkerton.

Otro guiño que hemos visto esta tercera temporada es la aparición del Psiquiátrico de Bethlam, en el que Victor Frankenstein y el Doctor Jeckyll usan a algunos de sus internos para llevar a cabo sus oscuros experimentos. El centro existe en la realidad y sigue en funcionamiento y fue el primer hospital para enfermos mentales de la historia. Las instalaciones se ganaron en su día toda una leyenda negra por el trato inhumano y su crueldad hacia sus internos. Hoy en día es una refutada institución a la vanguardia en el tratamiento de enfermedades psiquiátricas.

No podemos pasar por alto todas esas referencias a dioses egipcios en la primera temporada. En la Inglaterra de finales del siglo XIX había pasión por la egiptología, pero ¿no será otra de manera de introducir a otro de los monstruos clásicos del cine como es La Momia? Otro guiño, los asesinatos que causa el Hombre Lobo en las calles durante la primera temporada se atribuyen por parte de la Policía a Jack el Destripador. Por cierto, la historia de este asesino en serie es reconstruida por Alan Moore en otro cómic, From Hell, que el cine también masacró en una película protagonizada por Johnny Deep. La sombra de La liga de los hombres extraordinadorios sigue presente en esta última temporada de Penny Dreadful, con una alusión al capitán Nemo y la obra literaria de Julio Verne.

Si alguien ha echado en falta alusiones a otro de los personajes clave del reparto, Malcolm Murray que interpreta Timothy Dalton, es porque me lo estaba reservando para este párrafo. No sé si será casual o no pero ¿alguien se ha dado cuenta de la cantidad de conexiones con James Bond de esta serie? La primera y más obvia es el actor Timothy Dalton, cuyo Bond fue en su día muy denostado y ninguneado y aquí demuestra que es mucho mejor actor que quien le relevó en el rol del célebre agente secreto, Pierce Brosnan. También tenemos la referencia a La liga de los Hombres Extraordinarios cuyo protagonista era Sean Connery, aclamado como el mejor James Bond del cine. Pero hay más. La propia Eva Green fue chica Bond en Casino Royale, la película con la que se refundó la franquicia con Daniel Craig. Durante esa etapa en la saga, tenemos a otro actor del reparto Rory Kinnear (que en la serie es el monstruo de Frankenstein) y que encarna a un secundario habitual, el jefe de personal del MI6 británico Bill Tanner. Aunque en el cine ha sido más ninguneado, es tan habitual como puedan serlo M, Q o Moneypenny (mmmm, Penyy). Kinnear ha encarnado a Tanner en las últimas entregas de la saga Quantum of Solace, Skyfall y Spectre. Por cierto, que de las dos últimas son responsables los creadores de esta serie: John Logan, como guionista, y Sam Mendes como director, que en Penny Dreadful ha hecho las labores de productor.

Volviendo a Malcolm Murray, el personaje es el aristócrata inglés padre de la desaparecida Mina. Su papel recuerda un tanto a Van Helsing el mítico cazador de vampiros de la novela clásica de Drácula, quien también aparece en un breve papel al inicio de la serie. Pero, ¿no son los continuos viajes a África como explorador un nada disimulado homenaje al aventurero Allan Quatermain? (El protagonista de Las minas del Rey Salomón y repescado por Moore para su Liga de Hombres Extraordinarios y que interpretaba Connery en la infame adaptación). Otro personaje clave del reparto es el de Ethan Chandler, interpretado por Josh Harnett, del que sólo diré que llega como un pistolero americano al Londres victoriano pero no diré más por aquello de los spoilers a los que no conozcan de nada la serie.

No podemos terminar sin hacer una alusión a la aportación española a esta serie. En primer lugar, dos directores patrios se han puesto detrás de las cámaras en varios episodios. Los dos primeros, aquellos en los que arrancaba todo, cuentan con Juan Antonio Bayona como realizador, que en la gran pantalla tiene éxitos como El orfanato o Lo imposible. Por su parte, el último episodio ha sido realizado por Paco Cabezas, director de Mr. Rigth y Tokarev. Asimismo, parte de los escenarios de la tercera temporada han sido rodados en Almería. Como no podía ser de otra manera, se trata de las escenas que transcurren en el lejano oeste, dado que ésta es la tierra del Spaghetti Western. Penny Dreadful nos ha dejado y no será una de esas series resucitadas por Netflix. Descanse en paz.