Ironías de la vida. La pandemia que ha puesto patas arriba nuestras vidas durante el último mes ha asestado un duro golpe a la que era la madre de todas las series sobre pandemias. El coronavirus ha podido con The Walking Dead que ha tenido que paralizar su producción casi cuando estaba a punto de finalizar su décima temporada. El episodio final no se emitirá hasta después del verano, cuando arranque la nueva entrega de la ya lóngeva serie de los muertos vivientes. Pero tampoco ha podido ver la luz el que iba a ser el nuevo spin off de la franquicia, Walking Dead: World Beyond. Aunque estaba acabada y lista para su emisión, su estreno ha sido aplazado del 12 de abril al próximo otoño para sacar más rentabilidad publicitaria del evento, que al fin y al cabo de eso viven buena parte de los medios. En cuanto al tercer título de la franquicia, Fear the Walking Dead y que ya va por la sexta temporada, parece haberse anclado en la irrelevancia más absoluta y a pocos les importa ya lo que pase con ella. Con coronavirus o sin él.

The Walking Dead alcanzó su máxima popularidad en los tiempos más duros de la anterior crisis económica. Esos en los que veíamos que el Estado de Bienestar se venía abajo y nos imaginábamos el más negro de los futuros en los que la civilización tal como la conocíamos se venía abajo. Encerrados en casa y comiendo de cultivos propios y con alguna salida para saquear el supermercado bien armado para evitar desagradables encuentros por el camino. De una crisis hemos llegado a otra. Pero esta vez Walking Dead no ha salido tan bien parada. A nadie se le escapa que la serie está en sus horas más bajas y hace tiempo que sus espectadores van abandonando el barco, pese a tener aún legiones de seguidores fieles que aún la respaldan. De nada han servido las críticas de los espectadores desencantados pidiendo que se le diera un final digno, sino que ha tenido que venir un virus a echar el freno. Todo sea por garantizar la salud del equipo de postproducción que debía poner los efectos especiales al episodio final.

Antes de que esta pandemia comenzara, tenía la costumbre de quedar con mis hermanos para ver nuestra ración de los muertos vivientes. La cuarentena me ha impedido ponerme al día con ellos y me debato entre cometer o no lo que, para aquellos que ven series en compañía, sería una gran traición. Como algunas webs en sus titulares ya me han chafado cosas sobre Michonne y sobre Negan (gracias por el spoiler, majetes, espero que os cundan vuestros clicks), creo que podré esperar.

Pero The Walking Dead no ha sido la única serie paralizada. Aunque Estados Unidos fue uno de los últimos países en adoptar medidas, la pandemia lleva tiempo haciendo mella en otros rodajes. Uno de los primeros fue Riverdale, donde un miembro del equipo resultó contagiado. Luego, otros títulos han ido cayendo como fichas de dominó. Hasta los médicos del hospital de Seattle Grace de Anatomía de Grey han tenido que cerrar. Y eso que era otra de esas series que se resistía a marcharse tras dieciséis temporadas. Salvo Ellen Pompeo, ya casi todas las estrellas de su reparto inicial la habían acabado dejando. El último, Justin Chambers como el borde doctor Karev.

En España, la pandemia ha retrasado el estreno de Patria en HBO, la adaptación de la novela de Fernando Aramburu, uno de los títulos más esperados del año. En esta plataforma, todos los estrenos se emitirán en versión original, ya que, por motivos obvios los actores de doblaje están confinados en sus casas a la espera de que esta pesadilla termine. Otro tanto ha pasado con el rodaje de la segunda temporada de Euphoria, así que difícilmente podremos reencontrarnos con los traumas de Zendaya este verano.

Ya decíamos la semana pasada que Disney Plus había llegado, pero con los rodajes de sus títulos basadas en cómics de Marvel paralizados. Hasta ese programa especial que iba a reunir a los actores de Friends, uno de los momentos televisivos más cotizados de la década, ha quedado en el limbo.

Los Javis (apodo con el que conoce al dúo formado por Javier Ambrossi y Javier Calvo, los artífices de Paquita Salas) también han tenido que suspender la filmación del biopic de La Veneno, un título con el que pretenden ponerse serios y mostrar su visión del mundo de la farándula en los 90 con el ascenso y caída del personaje televisivo. Tan orgullosos están de su trabajo que han subido el piloto a la plataforma de pago de A3Mediaplayer Premium con la duda de cuándo veremos el resto.

Al ritmo de consumir series que llevan algunos, uno de los entretenimientos para los que nos quedamos en casa en esta crisis, podemos encontrarnos con que en algún momento se acabe el stock. Entonces sí que tendríamos el apocalipsis. Menos mal que para no quedarnos sin opciones, algunas plataformas tiran de esos clásicos de culto que en su día no pudimos disfrutar. Esta semana Netflix ha colgado íntegra la telecomedia Community y no veo el momento de empezar a verla, HBO se suma al Ministerio del Tiempo y en la web de TVE nos ofrecen sus mejores clásicos. A disfrutarlas.