Seguro que explicar lo que es Devs sería un spoiler como la copa de un pino. Es uno de esos misterios que hay que ir descubriendo poco a poco durante sus primeros episodios. La primera temporada del serie de Alex Garland acaba de terminar en España en HBO (en Estados Unidos se ha emitido en FX) y es un todo un plato de gourmets para los amantes de la ciencia ficción. No tiene un ritmo trepidante sino que la trama se va cociendo lentamente y la atmósfera atrapa de una manera casi hipnótica. Esa estatua gigante de una niña, a veces inquietante a veces tierna, junto al escenario donde se desarrolla la acción, esos aros luminiscentes que rodean cada uno de los árboles del bosque en el que se encuentran las instalaciones de esa extraña empresa informática, el diseño de sus espacios y sus muebles, ese ascensor de cristal que se mueve horizontalmente en el aire para transportar a los programadores unos pocos metros hacia esa sección donde se desarrolla un proyecto ultrasecreto, una banda sonora minimalista que por momentos llega a resultar perturbadora... En definitiva, toda una joyita. Devs es el último trabajo del director y guionista Alex Garland, realizador de películas como Ex-Machina y Aniquilación y cuyos ocho episodios ya están disponibles en España en HBO.

La serie es un plato exquisito para los paladares más exigentes en el que Garland se ha asegurado el control absoluto de todo su trabajo. Ha escrito y dirigido cada uno de los ocho episodios, lo que le garantiza el dar una unidad estilística a todos. De manera que ninguno desentone y que en conjunto consigan la armonía deseada. Bajo la apariencia de la clásica historia de las teorías de la conspiración, se va desarrollando una trama que atrapa y que va dejando ganas de más episodio a episodio. Hay quien dice que ha sido tanta la obsesión por la forma, que el fondo se ha acabado descuidando. Una opinión que respeto pero no comparto, porque detrás de la historia hay mucha más miga de la que parece. Hay que evitar dar demasiada información para no chafar sorpresas a nadie, porque la explicación de lo que es Devs y lo que realmente se hace allí tarda en llegar. En mi caso, me fui anticipando a la jugada porque la historia me recordaba mucho a lo primero que leí de Isaac Asimov. Un relato que me enganchó lo suficiente como para querer leer más cosas de él. La historia en cuestión abría un tomo recopilatorio de sus mejores narraciones cortes y que llevaba por título El pasado muerto. Recomiendo su lectura a los seguidores de la serie para que puedan hacer las respectivas comparaciones.

En Devs, Nick Offerman encarna a Forest, un magnate informático con aires mesiánicos, melenita y barba a lo grunge. Es el dueño y señor de una boyante empresa tecnológica de Silicon Valley, donde tiene una sección que trabaja en un proyecto ultrasecreto conocido como Devs. Nadie sabe en qué consiste, pero aquellos programadores que son elegidos saben que han llegado a lo más alto de la empresa. Las instalaciones parecen un gran templo dedicado a la memoria de la fallecida hija de Forest, una tragedia que lleva como una gran carga. El personaje es muy parecido al que Garland creara para Ex Machina y que interpretara Oscar Isaac. Ambos se creen por encima del bien y del mal y están convencidos de que los beneficios de sus proyectos para la Humanidad justifican en poder saltarse unas cuantas normas. Por este motivo, se ha rodeado de una serie de colaboradores más que inquietantes, como ese jefe de seguridad interpretado por Zach Grenier (el retorcido David Lee de The Good Wife), que más que un guardaespaldas parece un asesino a sueldo. Por no hablar de una de sus más estrechas colaboradoras, la que interpreta Alison Pill, actriz cuyos papeles se van alejando del de la inocente periodista principiante en las primeras temporadas de The Newsroom a otros mucho más inquietantes. La actriz ha hecho doblete con otro personaje de parecidas características en el regreso de Picard. Curioso que de todos los personajes conocemos sus nombres de pila y no sus apellidos.

Sergei (Karl Glusman) es el personaje que nos sirve para adentrarnos en ese misterioso proyecto, ya que ha sido fichado para entrar a trabajar en él. Parece que va a ser en el verdadero protagonista de la historia, pero ya en el primer episodio la serie da un giro donde el peso de la acción recae en su novia Lily (Sonoya Mizuno) que debe investigar la desaparición de su compañero. Las pesquisas pasan por saber qué es lo que se está cociendo en Devs. Como dice Forest "mejor que lo descubras por ti mismo". Detras del misterio de Devs pasa por mezclar la física cuántica con el libre albedrío. ¿Puede un logaritmo predecir o establecer todas y cada una de nuestras elecciones? Frente a la teoría de "si algo tiene que pasar de una determinada manera, ocurrirá se quiera o no porque es lo que tiene que pasar" se enfrenta aquella de otra de que "el libre albedrío nos da la opción hacer las cosas de otra manera". Al fin y al cabo, ¿qué sabe un algoritmo de los sentimientos, de la culpa o del amor? Predeterminación, realidades alternativas, sentimientos atormentados y big data. Una ensalada a la que es difícil de resistirse.