¿Crecerán los adeptos a las series en versión original con la "nueva normalidad"? Además de la paralización de los rodajes, otro de los efectos que ha tenido la pandemia del Covid-19 ha sido el frenazo del doblaje al castellano de los episodios pendientes. Para los más impacientes, las plataformas han optado por ofrecer los capítulos en versión original, o bien incluir los doblajes que se hicieron para el mercado latinoamericano. La cuarta entrega de The good Fight The good Fightse ha emitido directamente en V. O., en la temporada de final de Homeland se quedaron sin capítulos doblados a mitad de emisión y otro tanto ha ocurrido con la quinta de Better call Saul. Desde la semana pasada, los estudios de doblaje han empezado retomar la normalidad, aplicando protocolos de seguridad para sus actores, e intentan ponerse al día de tirón con todo el trabajo acumulado durante estos dos meses.

Una de las ventajas de las nuevas plataformas es que permite al espectador elegir en qué idioma quiere ver sus series o películas favoritas.Si con sus voces originales o con doblaje. Muchos son los seriéfilos para quienes la versión original siempre ha sido la principal opción. Hubo en tiempo en que fue por pura necesidad, ya que no hace mucho había series de audiencias masivas en sus países que aquí ni siquiera llegaban. Más tarde, vino la posibilidad de verlo simultáneamente en todo el mundo para evitar comerse algún spoiler. Los tiempos entre el estreno en Estados Unidos y España de una serie han conseguido ser mínimos. Series como Juego de Tronos y Lost Losthicieron del estreno de cada episodio casi un acontecimiento mundial. Es de esta manera, viendo las series sin doblaje, como uno descubre que no hay nada como disfrutar de las voces reales de sus actores.

Uno de los argumentos que suelen usar los defensores del doblaje es que se hace un trabajo muy bueno en España. Efectivamente, hay determinados actores de doblaje que son una delicia de escuchar. Algunos hasta mejoran notablemente el trabajo de los intérpretes a los que están poniendo voz. Que se lo digan a Silvester Stallone o a Arnold Schwarzenegger. El primero pudo presumir de tener en España una voz como la de Robert de Niro o Al Pacino, ya que a los tres les dobla el mismo, Ricardo Solans; mientras que el segundo tenía el inconfundible timbre del tristemente fallecido Constantino Romero. Sin embargo, esto son las excepciones. Hay otros doblajes que son tan desastrosos que pueden arruinarte una película o una serie y convertirlas en malas o mediocres.

Y normalmente, es en las series de televisión donde hay terreno abonado para encontrarte lo peor. Y donde las prisas se traducen en gazapos de esos que te dejan con la mandíbula desencajada. Uno de los ejemplos más recientes fue durante la temporada final de Juego de Tronos, cuando Lord Davos gritaba en medio de una de las grandes batallas de la temporada final aquello de “¡¡sicansíos!!”, dejando desconcertada a la audiencia. No era el nombre de ningún dragón, ni de ninguna desconocida criatura de los Siete Reinos. El personaje en cuestión había dicho en inglés “she can’t see us” (ella no puede vernos) y aquí se dejó tal cual, pensando que a lo mejor se referíaa una de esas raras criaturas que había más allá del muro. La anécdota en cuestión me confirmó algo que hace tiempo me temía. Cómo en determinados doblajes, si no saben o no entienden una cosa, los traductores directamente se la inventan. Una sensación que tuve desde mis años de juventud viendo Dragon Ball Dragon Bally notando que algunas conversaciones y expresiones no tenían ningún sentido y no cuadraban con lo que acababa de pasar cinco minutos antes. Por no hablar, de la cara que les quedó a muchos trekies cuando vieron que en el doblaje de Star Trek Espacio Profundo 9 (serie que durante años ha estado inédita en nuestro país) traducían el nombre del “agujero de gusano”, como “agujero de lombriz” o llamaban a las ave de presa klingon, “aves de rapiña”.

No sé en otros países del mundo, pero en España hay dos etapas muy diferenciadas de Los Simpsons. La primera la forman aquellos episodios en los que hablaba la que para nosotros era la voz de Homer de toda la vida, Carlos Revilla. Tras su muerte en el año 2000, fue sustituido por Carlos Ysbert (quien por cierto también puso la voz Toni Soprano en la versión española del mítico gangster de HBO). Cuando le ofrecieron el papel, este actor confesó que se sintió aterrado pensando que el público no iba a aceptar el cambio. ¿Cuántas veces nos ha pasado que en el cambio de temporada nos encontramos con que le han cambiado las voces a buena parte del reparto? Pero, volviendo a Los Simpsons, ¿hay algo que te saque más de una serie con pretensiones más o menos dramáticas que reconocer en uno de los personajes cualquiera de las voces de la serie animada de Matt Groening? Por la mesa del estudio de doblaje de la veterana producción pasan los de muchas otras series de la Fox. Mentalmente en mi cabeza, los actores pierden su nombre y ya son rebautizados como Homer o como el director Skinner.

Por no hablar de series dobladas en otros estudios menos serios en las que un mismo actor pone voz a varios personajes y no se molesta, ni siquiera en intentar cambiarla algo. Es lo que yo llamo el doblaje a granel, donde en un mismo día se doblan varios episodios y alguna que otra película clásica. “Tu dime lo que tengo que leer y yo te lo hago”. Aunque peor lo tienen en Rusia, donde algunos títulos usan una voz en off para traducir lo que está diciendo el personaje, del mismo modo que aquí se hace con los documentales, como en Tiger King.

Otra chapuza con la que me he encontrado en más de una ocasión son los murmullos de ambiente en escenas rodadas en lugares muy concurridos. A quien se le ocurriera poner el bucle ese sonido, debería tener en cuenta que no hay nada más molesto que reconocer las conversaciones de ese ruido de fondo. No es porque tengamos un superoído, sino porque ahora somos muchos los que usamos los auriculares con la Tablet. Quizá sería algo que pasaría desapercibido en la televisión a un volumen bajo, pero con los cascos se nota. Y mucho. Y lo peor es cuando ese mismo bucle se repite, no en un episodio, sino durante toda la serie. Hay un señor al que saluda una voz de un personaje desconocido como ocho veces por capítulo. Me recuerda mucho a ese episodio de Modern Family en el que Phil y Gloria (Ty Burrell y Sofia Vergara) hacen de figurantes en un anuncio rodado en un restaurante y sus sobreactuaciones obligan a repetir la toma una y otra vez.

Todas estas anécdotas que he contado nos ofrecen como resultado una bajada de la calidad del producto que estamos consumiendo y por razones totalmente ajenas a los creadores de la serie original. ¿Tiene sentido comprar un disco de U2 y descubrir que le han cambiado a Bono la voz por la de Alejandro Sanz para que todas las canciones suenen en español? El doblaje puede resultar cómodo para sentarse a ver la televisión, pero no hay que olvidar que supone una grave mutilación de una obra artística. Si alguno se ha dado cuenta durante estas semanas de "nueva realidad", bienvenido al club de la Versión Original.