Hace poco más de dos años que Apple se lanzó a la producción de series y, aunque su catálogo no goza del tirón de rivales como Netflix o HBO, en él encontramos pequeñas joyitas. Durante la pandemia, la plataforma sorprendió con Mythic Quest: Banquete de cuervos, una delirante sátira sobre la industria del videojuego que entretendrá tanto a los gamers como a los negacionistas del entretenimiento digital. No es un humor solo apto para frikis. La serie acaba de cerrar su segunda temporada con un final cerrado, que arroja dudas sobre si continuará o no aunque deja la miel en los labios sobre las nuevas posibilidades argumentales que se abren tras el desenlace. Entre una entrega y otra nos han dejado dos episodios especiales rodados durante la pandemia que tenían aspiraciones para acaparar premios, aunque finalmente los Emmy solo se han fijado en el papel de narrador que hace Anthony Hopkins en uno de ellos para darle una nominación.

Mythic Quest es una comedia coral que transcurre en una empresa desarrolladora de videojuegos. El argumento podría ser una mezcla entre The Office, Community y Silicon Valley. Un grupo de personas muy diferentes entre sí obligados a hacer frente a las distintas crisis que se les vienen encima por mantener a flote ese entorno virtual con el que se ganan la vida o trepar puestos en la dirección de la empresa. El choque entre sus diferentes personalidades genera gran parte de los momentos cómicos. La serie lleva el título del videojuego que desarrollan sus protagonistas, un mundo medieval en el que vemos elementos desde Warcraft y Assassin's Creed al Fortnite y el Minecraft. ¿Es ése entorno medieval un homenaje a Juego de Tronos? Tan pronto a unos usuarios les da por empezar a excavar en los escenarios para dibujar la forma de un gigantesco pene, como aparece una banda de supremacistas sembrando el caos entre los jugadores. Pero no todas las crisis ocurren en el mundo virtual. Hay que cumplir plazos de entrega, arreglar fallos en el programa, dar cuenta a los inversores.

Los desarrolladores a veces parecen estar más pendientes de las opiniones de los influencers, que aparecen representados como niñatos caprichosos y capaces de hundir meses de trabajo solo con que giren el pulgar hacia abajo. La desaparición de ese youtuber despótico que aún no había llegado a la pubertad ha sido una de las grandes ausencias de la segunda temporada. Produce la serie Ubisoft, una conocida empresa de videojuegos, lo que permite que en sus episodios podamos disfrutar de escenas renderizadas que a más de uno les sonará de algo a lo que ha jugado antes. No deja de ser paradójico que sea la que financie un título cuyo moraleja parece ser que las grandes corporaciones matan la creatividad. La situación es algo así como cuando una cadena tan conservadora como era la Fox se preciara de tener en su programación con la transgresión de Los Simpsons.

Al frente de todo está el personaje de Ian Grimm (Rob MacElehnney), que se ve a sí mismo como un gran divo, egocéntrico y encantado de conocerse a sí mismo; mientras que Poppy (Charlotte NicDao) es la ingeniera cuya mente es la verdadera artífice de ese mundo virtual. Los choques entre los dos está detrás de buena parte de los argumentos y el papel de Poppy es una metáfora de cómo el machismo del mundo del videojuego también ha ninguneado siempre el papel de las mujeres. Entre los más veteranos del reparto tenemos a F. Murray Abraham, ese gran actor que ha sabido encontrar una manera de reinventarse a través de las series de televisión. El oscarizado interpreta encarna aquí a un novelista encargado de guionizar las tramas del videojuego. Su personaje es uno de los que más han brillado en esta segunda temporada, en la que se le ha dado un trasfondo similar al de Salieri, el personaje con el que obtuvo la estatuilla por Amadeus. Los fans de Community reconocerán también al actor Danny Pudi, que aquí se encarga de encarnar al ejecutivo sin escrúpulos que siempre está pensando en cómo sacar nuevo beneficios por el juego. ¿Cuántas veces se han encontrado los gamers con títulos que se ofrecen como gratuitos pero que abocan a pasar por caja si se quiere avanzar rápido en ellos?

Rob MacElehnney no solo es el protagonista sino también uno de los creadores de la serie. Una duplicidad que también se da en otro de sus mayores éxitos televisivos, It's Always sunny in Philadelphia ( traducida en España como Colgados en Filadelfia). Se trata de la sitcom más longeva de la televisión norteamericana que, con 15 temporadas emitidas, el año pasado fue renovada para otros cuatro años más. Una serie que España cayó en el limbo hace años después de que se diera la situación de que no se emitiera en ninguna plataforma, pero que se va a solucionar de la mano de Disney. En cualquier momento nos pueden estrenar de golpe todas las entregas de la mano de la sección Star, dedicada a contenidos no infantiles. En esta otra serie seguimos a un grupo de amigos que regentan un bar y que distan mucho de ser un ejemplo de conducta. Todos ellos son éticamente despreciables y precisamente la gracia reside en ver lo animales que pueden llegar a ser. Políticamente incorrecta en todos los temas que toca, incluso en los más tabú.

Mythyc Quest se ha erigido como la mejor comedia de Apple, aunque hay dudas de si sus tramas continuarán. Ya hemos dicho que los guionistas han dejado bien cerradas las tramas en esta segunda temporada, pero si tenemos en cuenta que son los artífices de la comedia más longeva la serie podría estar lejos de echar el telón. Mientras se resuelven estas dudas llega la segunda temporada de Ted Lasso, aunque francamente es una serie que no soporto. He puesto empeño en que me guste. Pero, nada. Y eso que Jason Sudeikis ha conseguido arrancarme carcajadas en otras interpretaciones. Las historias de ese entrenador de fútbol norteamericano sin experiencia que es contratado para hacerse cargo de un pequeño equipo británico no han despertado mi interés por mucho que algunos la hayan encumbrado como la maravilla del año. Este mes llega otra nueva comedia a la plataforma, Schmigadoon, en la que se parodian los musicales clásicos norteamericanos. La serie toma el título de Brigadoon, esa aldea escocesa encantada que aparecía un día cada cien años descubierta por Gene Kelly con fotografía en technicolor en la película de Vincente Minnelli 1954. ¿Subirá el nivel de la plataforma?