El diecinueve de Marzo se celebra en nuestra Comunidad, el día de San José y el día del padre. Es una jornada festiva en nuestra Comunidad, cuya tradición está muy enraizada dentro del tejido social. Tanto es así, que en esta fecha del calendario, se hacen los buñuelos, que constan de los siguientes ingredientes: harina, huevo, agua, levadura y sal. Estos componentes gastronómicos antaño, se amasaban en un lebrillo. Luego se coge una sartén con aceite muy caliente y se introduce la masa obtenida dentro de un molde redondo y a dejar que se frían y floten en la sartén, cuando están hechos.

Esta tradición heredada de nuestros mayores en muchos hogares, todavía se practica, sobre todo, por las abuelas. Aunque es una costumbre que como no se mime, puede llegar un momento que desaparezca.

Los buñuelos podemos comprarlos, en churrerías o en los puestos ambulantes que se instalan en las calles o en las plazas de las ciudades. Donde hacen habitualmente churros los domingos, en esta jornada festiva, marca la tradición hacer buñuelos. Que empapados con un buen chocolate caliente, o incluso espolvoreados con azúcar, están que rompen los paladares más exigentes.

Los habitantes de la Comunidad Valenciana, tenemos infinidad de tradiciones y costumbres muy peculiares que intentamos que pasen de generación en generación.

Por eso, en muchas ocasiones aunque sea reiterativo el escribir sobre cosas de nuestra tierra, que todo el mundo conoce. Es importante, que aireemos a bombo y platillo nuestras costumbres. Para que el mundo conozca a nuestro pueblo. Un pueblo de personas trabajadoras y sobre todo, concienzudas con su labor del día a día, en estos tiempos de zozobra económica y moral que estamos atravesando.

También homenajeamos en este día a San José, el padre adoptivo de Jesús y honramos a nuestro padre, en una jornada que no deben faltar los buñuelos y así saborear una de nuestras tradiciones más deliciosas.

Y a las veinticuatro horas, a ver la cremá de las fallas de Valencia, en la televisión o in situ, si nos hemos acercado a la capital del Turia. A ver las fallas y el ambiente de frenesí festero que en estos días envuelve a la ciudad, conforme marcan los cánones de la tradición más ortodoxa.