Un grupo de científicos, analizando la calidad del agua de la Albufera valenciana, viene a decir que el líquido elemento contiene cantidades anormales de cocaína, éxtasis, metanfetaminas varias y otras drogas en general. No es la primera vez que los científicos concluyen opiniones de este índole. El año pasado o el otro extrajeron del aire barcelonés y madrileño vapor de farlopa y, hace no se cuantos, un profundo análisis de los billetes de euro en general, aseveró, igualmente, que los restos de eritroxylon, componenete activo de la coca, estaban presentes en la mayoría de los de veinte. Los elementos encontrados en el agua de la Albufera, reserva natural, se explican por la mala depuración de residuos de las discotecas de alrededor, donde, la orina de los discotequeros ha acabado en las acequias y los marjales. Agua con contenido dopante que alimenta a palmitos, lentiscos, tarays, enebros o torojas, y calma la sed de cigüeñelas, garzas, charranes o patos. Próximos al colocón deben de nadar los saramugos, las lubinas, anguilas o las gambas gabachas. Discotecas y reservas naturales no se llevan bien. Meódromos mal depurados que arrastran bilis, amoniacos o restos de pasadas absolutas. Parece que la ruta de la modernez contamina al arroz bomba y que el arroz bomba se venga saciando estómagos resacosos en un bucle infinito.