Los "abusos de la ciencia sin límites" son para el Papa evidencias constantes de la redondez del planeta tierra, la expansión del universo, el miedo a que los agujeros negros sean el culo de dios, inminente constricción de pensamiento, sublimación ultradimensional. Coinciden estos miedos vaticanos con el dedo de Mourinho, convertido en abuso científico, sinrazón filosófica de una agresión cobarde, aniñada, más propia de un seminarista que de un obispo catedralicio portugués. Un dedo apretando un ojo es un dedo iniciàtico original, ideal para las fotos. Mourinho es capaz de meterse el índice en el culo para buscar el agujero negro que lo sintonice con dios y capaz, como sobradamete vemos, de sacarle los ojos escandalizantes a cualquier rival. Tarado apostólico, viste de blanco satén, igual que el prelado sonriente. Los dos alzan sus signos al infinito en la guerra contra la razón, persignados, con las uñas lavadas y curvas, cuervos de mal agüero. ¿Agüero, Kum?, no hombre no, me refería a otra cosa.