Un ciprínido es un pez cebra. Suelen proliferar en los acuarios de los amigotes aficionados al danio rerio, que es nombre científico. Sus embriones transparentes desvelan el misterio de las interioridades. Quizás por eso sea un favorito en laboratorios.. El caso es que una vez manipulado genéticamente, el ciprínido se convierte en un pez fluorescente. Una proteína tocada y zás, jodieron la vida del tranquilo cebra. Brillar tiene un peligro enorme, te vén todos tus congéneres, sobre todo los depredadores, los sablistas, las amantes, los enemigos, incluso los amigos. En un litro de agua cien pececillos iluminarían una habitación. La velada armoniosa y romántica, el fluorecer mágico, el brillo galáctico. De hecho, para las próximas navidades pienso iluminar el abeto, sumergiéndolo, con peces cebras.También he encargado proteínas biolumínicas. Prometo contarles en qué las pienso gastar.