Espera, gira a la derecha, así. Mójate los labios, eso es. Quieta...bravo, ahora doblada, en pompa. Estupendo. ¡Ventilador, coño, vigilen el ventilador!. Siéntate.. eso es....Vale, stop... diez minutos de descanso.

La chica salta del escenario blanco acartonado. Joder, mierda de tanga. Le aprieta y le hace daño ..aquí, en la derecha. Bebe zumo, aunque está desfallecida por hambre. Me comería una vaca. Si quieres te invito luego a cenar, le digo. Imposible, imposible. He acudido a una sesión fotográfica por casualidad. Son tres las modelos pero Sigrid es valiente y comunicativa. Me licencié en Filología hispànica hace tres años, cuenta. Igual declino en latín que en griego. Esto de las pasarelas y las sesiones...hum, fue casual, aunque reconozco que engancha. Y se gana dinero, mucho si se trabaja bien. Pero es duro, fíjate.... me ha dejado marca roja en la nalga. Un maquillador acude y cubre de pasta de carne una rozadura al lado de la raja del culo. ¿Y tù? ¿que pintas aquí con esa barba y esa barriga y esa mueca de estudiarlo todo?. Pues eso, estudiarlo... soy amigo del fotógrafo y necesito ideas para un guión. ¿Te dedicas al cine?. Oh, no, que va, sólo practico literatura. Me caes bien. Gracias, igualmente. Sigrid sube al escenario y se sienta enseñando las larguísimas piernas desnudas. No se porqué pero la imagino así tal cual con cabeza de pollo. Comienzan los flashes y las poses. Tomo nota en mi libreta roja: una chica con muslos brillantes y una raja de culo gigante cacareaba encima del estrado: rosa-rosae, rosam-rosas, rosae- rosarum, rosae-rosis, rosa-rosis.