El otro día fuí sometido a hipnosis en contra de mis principios. Asombrosamente recordé haber vivido tres vidas anteriores. Una, la del vaquero Charlie Bill, al servicio siempre del ganadero Charlie Goognight, en Colorado. Otra como Stuart, un profesor escocés de piano. Creo que llegué a tocar dignamente un poco de Mendelsshon, yo que no tengo ni idea de piano y menos aún de Mendelsshon. La tercera vida era la del actor Glenn Ford. Recuerdo hasta el palmetazo que le dí a Rita Hayworth en el rodaje de Gilda. Cuando me despertaron de la sesión hipnótica, el profesor a cargo del experimento, comentó una curiosidad. Parece que Glenn Ford fué también hipnotizado y recordaba dos vidas pasadas, las de un vaquero y un profesor escocés de piano, y una vida futura, la de un tonto de media edad que al ser sometido a hipnosis recordaba haber sido él mismo.