Le dió a todo el mundo por usar eufemismos. A los misiles los llamaron inteligentes, en franca discordancia con su destino letal, al bombardeo selectivo de población civil efecto colateral, al fascismo puro y duro neoliberalismo, a las torturas en calabozos interrogatorios avanzados, al crimen de estado operación Gerónimo, a la pobreza cruel segmento poblacional de carencias. La vida se ha llenado de eufemismos para mayor gloria de los líricos: invadieron un país soberano efectuando una operación antiterrorista crucial en el destino de la humanidad, o lo que es igual: un comando adiestrado en eufemismos atacó una base de insurgentes pasándose por el forro, (eufemismo de cojones) todos los convenios internacionales. Logrado su propósito tuvieron que disparar contra el objeto último, o sea, ejecutaron al objeto objetivizado. Lo comenta un niño a sus padres: yo quiero un eufemismo de limón. En la tienda de al lado venden varios de diferentes sabores. Vísperas que somos del renacer patrio, muchos se van pidiendo para ya mismo eufemismos de concejales, recalificaciones de suelos o contratas de basura. Eufemismos con pasta gansa que mover, que eso sí que es eufeminizar. Además castizamente.