El cerebro rellena huecos a su manera. Los testigos de un accidente, por ejemplo, completan la historia con lo que otras personas cuentan o con ecos que aparecen en los medios. Tenemos un cerebro para los relatos que construimos para dar consistencia a nuestra percepción del mundo y para que esta sea coherente con nuestros recuerdos y experiencias previas, pura neurofisiología, pura percepción.... ¿Cómo se guardan los datos en la sesera?, ¿por qué a pesar del desorden de lo aprendido la memoria rebusca entre tantísimos datos sueltos si queremos recordar algo?.... El tiempo es el mejor antologista, o el único, tal vez, afirmaba Borges.....

Apoyo el vaso con café sobre una revista doblada. Alguna chatarra de los trenes explosionados sigue guardada. Hierros oxidados y retorcidos con manchas de sangre. Diez años pasaron, aunque diez años no son nada. Oigo que una mujer aún está en coma vegetativo... ¿tendrá memoria o el cerebro sólo es un bip eléctrico a impulsos? ... debe de ser así, que tontería, los comas vegetativos te desconectan del mundo... pero ¿y si el submundo emergiera desde dentro de la nada, una suerte de túnel secreto... un árbol al aire libre, un libro "sin ilustraciones ni diálogos", una madriguera, un túnel horizontal más profundo que lo esperado, el cual súbitamente puede convertirse en pozo vertical sin asidero por donde caer durante mucho tiempo (recordando gatos), preguntándose si algún día llegará al suelo?, oh Lewis Caroll.

Disculpen mis cavilaciones, no doy más de sí, en este caso de mí. Sigo con el frío glaciar instalado en las arterias, cubitos azul celeste que picotean mi cuerpo igual que pájaros de acero, minúsculos diamantes mandarines robóticos nacidos de la nada.........

La modificación de los recuerdos entraña un serio peligro: la historia con mayúsculas siempre es con minúsculas, o casi siempre, métodos aguerridos y empíricos subsanan a la literatura.... ¿es subsanable la literatura?, acaso los códigos elementales, los impulsores motrices de la realidad no son a su vez pura ficción?.....

Salió el sol, desde esta atalaya congelada los carámbanos de mi corazón intentan derretirse. Pasará tiempo, cada vez más, la solidez y la dureza empiezan a hacer mella. Es martes, vuelvo a Borges: "Yo había comprendido hace muchos años que no hay cosa en el mundo que no sea germen de un Infierno posible; un rostro, una palabra, una brújula, un aviso de cigarrillos, podrían enloquecer a una persona, si ésta no lograra olvidarlos". "Deutsches Requiem" de "El Aleph"......