En el quirófano wasap funciona. Hay rutina. Y, me entero, devoluciones de hacienda vía watsap. El jefe de equipo dirige la orquesta con máxima precisión. No tiene batuta, sólo monitores. Y profesionalidad, rigor, ciencia.....

La marca Philips ordena el escenario. Violines, contrabajos, oboes, trajes de astronautas....

Me cubren de verde y la anestesista bromea: "entraremos por la radial"....... (a mí me vienen a la cabeza suicidios por cortes en venas y el chorro gigante que despide la bifurcación externa de la arteria humeral). Radial se llama.

Desde allí, catéteres en mano, siguen el movimiento de los peces de mi corazón. "Ya saben" (comento a los docs) "que en La Espuma de los días de Vian (que grande Boris Vian) Chloé enferma: le crece un nenúfar en el pulmón"..... ¿tendrán nenúfares mis ventrículos?.....

En serio, galopa el hilo por un circuito imposible, y uno aguanta el malestar envuelto en sonidos de robots medicales...... Yodos de contraste.. "Ahora sentirá mucho calor", "Ahora mucho más", "ahora viajamos a las renales, aguante".

Aguante, que palabra. Aguantar una hora, dos, "un poquito más y acabamos, a ver, tosa". Sudores fríos, bajadas de presión.

Un wasap, doctora, (¿es doctora?) "ah, sí mi hijo", dice, "que dónde he dejado la camiseta del Atleti".... Todo bien don Antonio, falta nada, dolor, mierda de dolor. Y después la espera, los informes, el retorno a planta....el ¿wasap?.