El maravilloso Taj Mahal, los templos eróticos de Khajuraho, el templo dorado de los sijs o el palacio de Jaipur son solo algunas de las muchas atracciones de un país capaz de despertar tanto grandes pasiones, que es mi caso, como fuertes fobias, La India. Elegir los 10 lugares de visita imprescindible es tarea difícil en un territorio tan gigantesco, monumental y variopinto, pero lo he intentado y este es el resultado.

El Taj Mahal, la postal por antonomasia de La India

1.- EL TAJ MAHAL. Una de las nuevas siete maravillas del mundo y Patrimonio de la Humanidad, el Taj Mahal es una de las obras cumbre de la arquitectura universal y son muchos los que lo consideran el edificio más hermoso del mundo. Se encuentra en Agra, a apenas dos horas en tren o coche de Delhi, la capital de La India. Se trata de un edificio funerario construido en mármol blanco hace casi 400 años. El Taj Mahal es el punto culminante de un imponente conjunto de edificios y jardines.

El Taj Mahal, un sublime monumento funerario

A apenas 15 minutos en taxi del Taj Mahal se encuentra otro maravilloso mausoleo, el Itimad-ud-Daulah más conocido como el "Pequeño Taj". Esta proximidad lo ha eclipsado hasta el punto de apenas ser conocido y visitado, pese a que, al criterio de muchos, entre los que me encuentro, sería una atracción fundamental en cualquier otro lugar del mundo. Se edificó apenas unos años antes del Taj Mahal y le sirvió de inspiración a sus constructores, tanto por sus materiales, de mármol blanco, como por su diseño. Eso sí, hay que visitarlo antes para que su belleza no quede eclipsada por el Taj Mahal.

El Pequeño Taj, otra joya muy cercana al Taj Mahal

2.-DELHI. La capital de la India es, junto con Bombay, la principal puerta de entrada a La India y tiene algunos lugares de visita Obligada. El más nuevo de ellos, y realmente impresionante, es Akshardham, un conjunto de edificios y jardines del que sobresale el templo central, construido en piedra rosácea. Fue inaugurado en 2005 y desde entonces es uno de los principales atractivos de Delhi. Las medidas de seguridad son estrictas y no se permite entrar a todo el recinto con ningún tipo de cámara o móvil, por lo que las únicas fotos interiores deben pagarse a los fotógrafos oficiales existentes. Desde el exterior hay puntos elevados para obtener fotos aunque la niebla contaminante que casi siempre sufre la ciudad devalúa la calidad.

El templo de Akshardham, la nueva gran atracción de Delhi

Otro incentivo de Delhi es la gran mezquita Jama Masjid, la mayor del país. Situada en plena zona antigua, su inmenso patio dominado por cuatro minaretes puede acoger hasta 25.000 fieles. Está situada en una plataforma elevada desde la que se contempla una parte importante de la ciudad.

La Gran Mezquita de Delhi a la puesta del sol

Un atractivo más de Delhi es el templo Bahai, mejor conocido como el templo del Loto, por su diseño en forma de esta flor, cuya forma de los pétalos recuerdan las velas de la Opera House de Sydney. Es un templo que agrupa a las cuatro religiones de La India. También en Delhi es de visita obligada la tumba de Humayun, una obra construida en piedra arenisca con reminiscencias del Taj Mahal en su diseño. En cualquier breve reseña del Delhi turístico hay que incluir el Fuerte Rojo, así llamado por el color de sus robustas murallas.

El templo del Loto atrae también a visitantes indios

3.-JAIPUR. De la capital del Rajastán su icono es el Hawa Mahal, conocido como el Palacio de los Vientos, una impresionante fachada en pleno centro de la ciudad, repleta de ventanas desde las que las mujeres del harén contemplaban la calle sin ser vistas. Yo no las he contado pero aseguran que la fachada tiene en total 957 ventanas. Lo sorprendente de este palacio es que, salvo su preciosa fachada, no tiene nada más que ver.

El Palacio de los Vientos de Jaipur, atiborrado de balcones

Jaipur es conocida como la ciudad rosa porque con esta tonalidad se pintó cuando la visitó la autoridad real en tiempos del imperio británico. Hoy está definición queda diluida por el gran deterioro y mal estado de gran parte de sus edificios, así como por la suciedad, un denominador común en toda La India que tienes que obviar para poder disfrutar de este impresionante país. En Jaipur destaca también el Palacio del Maharajá, un conjunto de espléndidas edificaciones y, en las afueras, el fuerte de Amber, un baluarte de firmes murallas y bellas edificaciones interiores.

Vestidos tradicionales de Jaipur en el palacio Jal Mahal

4.- KHAJURAHO. Los templos de Khajuraho, famosos por sus esculturas eróticas, es otro de los grandes atractivos de La India. Son más de una veintena de templos distribuidos en tres grupos, los del Oeste, Este y Sur. Los más relevantes son los del Oeste, situados muy cerca del centro de la ciudad, en una amplia zona ajardinada y exquisitamente cuidada. Están dedicados, especialmente, a los dioses Shiva y Visnú y en sus paredes exteriores, exquisitamente talladas, atiborradas de imágenes, aparecen algunas escenas explícitas de sexo inspiradas en el Kamasutra.

Recinto de los templos del Oeste de Khajuraho

Los templos de Khajuraho fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 y sorprende el buen estado de conservación si se tiene en cuenta que algunos de ellos superan los mil años de antigüedad. A ello ha contribuido, previsiblemente, que se encuentren en un lugar de La India muy apartado y alejado de sus grandes poblaciones, y que la mayoría de ellos fueron esculpidos en un resistente granito. En la actualidad han sobrevivido 22 aunque originariamente se cree que superaban los 80.

Una de las muchas escenas eróticas talladas en Khajuraho

5.- BOMBAY. Llamada oficialmente Mumbai, es la ciudad con más habitantes de La India, y se encuentra entre las más pobladas del mundo. La incluyo entre lo más sobresaliente del país aunque respeto y comprendo a quienes la consideran una megalópolis de inmundicia y miseria, ya que no les faltan razones si se visitan algunas barriadas donde multitud de gente malvive en condiciones infrahumanas. Entre los aspectos más relevantes de la ciudad hay que destacar la estación ferroviaria, aún conocida como Victoria Terminus, un gigantesco edificio de estilo indo-sarraceno que abrió sus puertas en 1888.

El inmenso edificio de Victoria Terminus en Bombay

Otro de los grandes atractivos de Mumbai es la llamada "Puerta de la India", situada en pleno paseo marítimo. Se trata de un gran arco de basalto que se ha convertido en símbolo de la ciudad y que se empezó a construir en 1911, en pleno periodo británico, para conmemorar la visita del rey Jorge V y su esposa. La puerta es también relevante por la gran afluencia de visitantes indios, que admiran este monumento y visten sus tradicionales vestidos de llamativos colores y posan en familia a su alrededor. También es de imprescindible visita la isla Elefanta, a la que se llega con un ferry que parte precisamente del muelle situado junto a la Puerta de La India. El trayecto dura poco más de una hora y en la isla se pueden visitar cinco de las siete cuevas existentes, dos de ellas de origen budista y el resto hinduistas.Las cuevas están sostenidas por columnas y en sus paredes hay talladas impresionantes imágenes y esculturas religiosas. Es también Patrimonio de la Humanidad.

La Puerta de La India, el icono de Bombay

6.-EL TEMPLO DORADO DE LOS SIJ. La ciudad norteña de Amritsar, muy cerca de la frontera con Paquistán, acoge uno de los lugares con mayor enjundia de todo el país: el templo dorado de los sijs. Se trata del lugar más sagrado para los seguidores de esta religión monoteísta. El templo, con la cúpula y parte de su fachada recubierta con láminas de oro, se sitúa en una plataforma en el centro de un lago rodeado por edificaciones de mármol blanco, conformando un conjunto de extraordinaria belleza.

El templo dorado de los Sij, cubierto con láminas de oro

El templo de los sij está abierto a todo el mundo y su visita es gratuita. Únicamente se exige una indumentaria discreta y descalzarse. Otro de los atractivos del templo son sus guardianes, con su llamativa indumentaria. Aunque su aspecto pueda impresionar por las armas blancas que esgrimen, son muy amables y no dudan en posar para las fotografías. Lo más complicado es desplazarse hasta Amritsar, una ciudad a casi 500 kilómetros de Delhi. Los traslados por carretera duran más de siete horas por viales mediocres, por lo que lo mejor es el avión, que te lleva en una hora y por menos de 100 euros, ida y vuelta.

Un sij en su templo sagrado de Amritsar

7.-JAISALMER. Es la joya en pleno desierto del Estado de Rajastán. La primera impresión que se tiene en cuanto se divisa esta ciudad es la de su impresionante fuerte, cuyas robustas murallas se extienden a lo largo de toda la colina que domina Jaisalmer. Su interior es un laberinto repleto de sólidos muros y salpicado de comercios y pequeños hoteles.

El fuerte domina desde la colina a la ciudad de Jaisalmer

También conocida como "la ciudad dorada", Jaisalmer presume de grandes mansiones, llamadas havelis, construidas por ricos comerciantes, y cuyas fachadas son auténticas filigranas, especialmente los balcones y ventanas, exquisitamente talladas. Tres de estas havelis se incluyen entre los palacios más destacados de La India.

Torre de una havelis o mansión señorial de Jaisalmer

Desde Jaisalmer es obligada una visita a la zona de dunas del desierto del Thar, situada a unos 50 kilómetros. No son dunas equiparables a las de otros grandes desiertos pero sí lo suficientemente atractivas para merecer una visita, especialmente al atardecer, cuando la zona atrae a numerosos camelleros y a las pintorescas mujeres del Rajastán, con sus coloridos vestidos y su abundante y llamativa bisutería. Con tan grata compañía las puestas de sol son especialmente fotogénicas.

Puesta de sol en el desierto del Thar

8.- LADAKH. Conocida también como el pequeño Tibet, Ladakh se encuentra enclavada en una elevada meseta, a más de 3.500 metros de altura, entre el Tibet y el Himalaya. Esta ubicación la ha mantenido aislada durante siglos y ha permitido mantener impolutas sus tradiciones y forma de vida. Ladakh es un viaje en el túnel del tiempo en un paraje de gran belleza, tanto paisajística, por el asombroso contraste entre las altas cumbres del Himalaya y los pasares semidesérticos, como arquitectónica, por sus imponentes monasterios budistas construidos en los lugares más espectaculares.

El monasterio de Thiksey en Ladakh

Ladakh es una región de La India fácilmente accesible en avión desde Delhi. Su capital, Leh, ya te indica, con solo una primera mirada, que has entrado en otro mundo que nada tiene que ver con la vida occidental. Desde la capital puedes contratar visitas diarias por los monasterios situados en un radio de menos de 100 kilómetros, algunos de los cuales no tienen mucho que envidiar al mismísimo Potala, como es el caso de los situados en Thiksey, Lamayuru y Takna.

El monasterio de Takna, en Ladakh

Otro de los mayores atractivos de Ladakh es el de la belleza de la indumentaria tradicional de sus mujeres, aunque ya son muy pocas las que lo siguen utilizando a diario. Afortunadamente estos vestidos son utilizados cuando las mujeres visitan los monasterios y especialmente en las celebraciones religiosas y festivas. Tuve la suerte de poder contemplarlos y ninguna lugareña me puso reparos a las fotos, más bien al contrario, lo agradecían.

Mujer de Ladakh con su sombrero e indumentaria tradicional

9. KERALA.- En el extremo sur de La India se encuentra el Estado de Kerala, con un clima netamente tropical, muy caluroso en la costa y más agradable en las tierras altas del interior. Kerala no destaca por sus grandes construcciones, aunque tiene algunas destacadas, sino por ser el Estado con mejor nivel de vida del país y por un conjunto de atractivos como son sus playas, sus estaciones de montaña con reservas faunísticas, sus famosos canales conocidos como backwaters, su tradición cultural y musical que incluye el Kathakali, y sus agradables ciudades entre las que destaca Cochín.

Kerala es el Estado tropical de La India

Los backwaters son una visita obligada en Kerala. Se trata de una serie de canales naturales que discurren por el interior, en paralelo a la costa, y que se han convertido en vías de transporte marítimo y en atractivo para los turistas, que hasta pueden pernoctar mientras navegan por ellos en las kettuvallam, una especie de casas-barco tradicionales que se han adaptado para su explotación turística.

Barco tradicional adaptado al turismo en los backwaters de Kerala

Una visita a Kerala queda incompleta sin presenciar la danza teatral del kathakali. Cochín, una agradable ciudad con un bello barrio colonial portugués, es ideal para contemplarlo. Incluso tienes la opción de poder acudir a la ceremonia de maquillaje de los personajes, una operación que en algunos casos se prolonga casi cuatro horas y que ya de por sí es un espectáculo. En Cochín hay dos teatros que programan esta danza teatral prácticamente a diario.

Un danzante del Kathakali en Kerala

10.- SIKKIM. Este pequeño enclave ha sido la última incorporación al Estado de La India ya que hasta 1975 fue un territorio independiente. Se encuentra arrinconado entre Nepal y Bután, a las faldas de las cumbres más altas del Himalaya. Por supuesto es un mundo totalmente ajeno a la imagen tradicional de La India, donde domina el budismo, con templos y monasterios que se asemejan a los de la vecina Bután.

Cascada en un paraje próximo a Gangtok

Al igual que Ladakh, Sikkim hay que visitarla en verano, cuando las temperaturas son agradables ya que la capital, Gangtok se encuentra a casi 2.000 metros de altura, que es la altura media de gran parte del territorio. Los paisajes, con el telón de fondo de los gigantes del Himalaya, los exultantes verdes de los arrozales en terrazas y la belleza de los monasterios hacen de Sikkim un lugar encantador.

Los monasterios de Sikkim se asemejan a los de Bután

La capital de Sikkim está esparcida por un abrupto territorio, con parte de sus calles en fuertes pendientes y con excelentes vistas panorámicas desde la parte alta. Desde Gangtok se puede visitar fácilmente algunos de los monasterios más destacados del país.

Gangtok se extiende por un área muy escarpada

Por supuesto que en La India hay otros lugares relevantes que merecen una visita y especialmente para aquellos que, como yo, somos fanáticos de este país, que ya he visitado en nueve ocasiones y donde siempre encuentro algo nuevo que me asombra y maravilla. No he incluido en la relación algunos lugares que otros destacarían, como Varanasi, la ciudad sagrada del hinduismo, o las playas y ciudades portuguesas de Goa, o las cuevas de Ellora y Ajanta, o los templos de Madurai y Mysore, o las ciudades de Udaipuir o Bangalore, etc, etc...Tantos sitios que, afortunadamente, siempre hay una excusa para visitar este país, admirado por muchos aunque también denostado por otros.

Puesta de sol en la tumba de Humayun, en Delhi

TODAS LAS IMÁGENES DE MANUEL DOPAZO