Hermosas playas de blancas arenas y aguas turquesas, exquisitas ciudades coloniales pletóricas de belleza y color, e impresionantes construcciones de la civilización maya, conforman la península de Yucatán, uno de los lugares privilegiados de América y del mundo, de inexcusable visita. Si te gusta viajar y aún no la conoces, lo que resulta casi delictivo, o si piensas volver, este es el recorrido por los lugares que no te puedes perder.

La gran pirámide de Chichén Itzá, una de las 8 maravillas del mundo

Marzo de 2019. Cancún y Mérida son los dos principales puntos de entrada a Yucatán. Yo he elegido Mérida en este mi tercer viaje por estas tierras, por su céntrica ubicación, que te permite usarla como base para recorrer la península, y porque me tira más el encanto colonial de esta ciudad que las playas de la Riviera Maya. Mérida destaca por su centro histórico, cuyo corazón es la plaza Grande, en la que sobresalen la catedral, el Ayuntamiento, el Palacio de Gobierno y la soberbia fachada de la casa de los Montejo, el fundador de la ciudad.

La Plaza Grande de Mérida con la catedral al fondo

De Mérida también es de obligada visita el paseo de Montejo, una amplia y larguísima avenida que se asemeja a un bulevar europeo, con palacios y edificaciones que parecen trasladarte al París del siglo pasado. Por supuesto que, como todos los centros coloniales e históricos, hay que recorrerlo a pie, pateando sus calles.

Fachada de la Casa de los Montejo, en Mérida

Desde Mérida me dirijo a una visita obligada en Yucatán y, posiblemente su incentivo turístico más relevante, no en balde ha sido elegida como una de las nuevas ocho maravillas del mundo: se trata de Chichén Itzá, la más famosa de todas las ciudades mayas, que se encuentra a unos 120 kilómetros de Mérida. Si tienes un presupuesto boyante puedes apuntarte a un tour organizado que te va a cobrar entre 50 y 70 euros, aunque puedes encontrar alguna oferta especial por alrededor de 30. Por el contrario, si lo haces por tu cuenta, cogiendo alguno de los autobuses que llevan a las ruinas, apenas te costará 10 euros. Lo que ningún extranjero puede evitar es el pago desorbitado de la entrada a la zona arqueológica, que cuesta 24 euros, de los que 20 son una tasa fijada por el estado de Yucatán.

Paraguas para protegerse del calor en Chichén Itzá

Chichén Itzá es una ciudad maya de grandes proporciones que requiere de no menos de dos horas para visitarla, aunque calcula el doble si quieres contemplarla a gusto. En esta mi tercera visita he encontrado novedades muy negativas, como la de prohibir la subida a todos los monumentos, incluida la del Castillo, también conocida como gran pirámide de Kukulkán. En mis dos visitas anteriores, hace ya bastantes años, se podía escalar hasta la cima, desde donde tienes una preciosas panorámica de todo el conjunto. Sin embargo, me dicen que desde que fue declarada Maravilla del Mundo extremaron las medidas de protección y seguridad, de modo que no solo no se puede subir a ninguna construcción del recinto sino que están acordonadas y no puedes sobrepasar una distancia de protección.

El observatorio o caracol, destacada edificación de Chichén Itzá

Otra novedad en Chichén Itzá es que todos los senderos que conducen a las distintas construcciones están repletas de vendedores de artesanías, con una variedad realmente asombrosa. Además, los precios que te piden de entrada son desorbitados hasta el punto de que en la mayoría de los casos tendrás que regatear hasta dejarlo en la tercera parte del precio inicial si quieres conseguir una compra aceptable. Lo del precio desorbitado se extiende en Chichén Itzá a todo. La gran avalancha de turistas ha encarecido tanto cualquier producto que lo mejor es adquirir allí solo lo imprescindible, incluyendo comidas y hasta el agua. Incluso el cambio de euros por pesos mejicanos está desproporcionado con respecto a cualquier otro lugar del país.

En Chichén Itzá te tropezarás con más de una inofensiva iguana

Desde Chichén Itzá cojo un autobús que por 5 euros me traslada hasta Valladolid, situada a apenas 40 kilómetros. Más pequeña pero no menos interesante, Valladolid es otra ciudad colonial en la que destaca la calzada de los Frailes, una calle repleta de casas coloniales restauradas y muchas de ellas reconvertidas en bares, restaurantes y otros negocios, la mayoría de carácter turístico. También son dignos de ver la pintoresca calle 42 con sus fachadas de llamativos colores, y el ex convento de San Bernardino, en cuyas cercanías se localiza el rótulo turístico de la ciudad, omnipresente en todas las localidades turísticas mexicanas.

El antiguo convento de San Bernardino en Valladolid

De Valladolid, cuyas reducidas dimensiones me permite recorrerla en un día, me dirijo hacia las ruinas mayas más caribeñas, las de Tulum. Para desplazarme por todo Yucatán recurro a los autobuses Ado, una compañía con una flota excelente, estaciones propias nuevas, modernas y con wifi gratis, y con conexiones entre todas las ciudades mexicanas relevantes a buenos precios. Así, el trayecto entre Valladolid y Tulum, de algo más de 100 kilómetros, me cuesta 5 euros.

La ciudad maya de Tulum está a la orilla del Caribe

Las ruinas mayas de Tulum no son las más relevantes, ni mucho menos, de las numerosas esparcidas por la península de Yucatán, pero son unas de las más visitadas por su privilegiada ubicación, justo en la misma orilla del mar Caribe. Afortunadamente, aquí no hay tasas que pagar y la entrada a la ciudad arqueológica cuesta 75 pesos, no llega a cuatro euros. Desde la estación de autobuses me desplazo hasta las ruinas, que están a unos 5 kilómetros de la ciudad, en el autobús urbano.

Panorámica de las ruinas mayas de Tulum

Son las 11 de la mañana cuando entro en la zona arqueológica de Tulum. El calor aprieta pero la brisa marina lo hace tolerable. Por supuesto que es recomendable la visita a primera hora de la mañana o al atardecer, pero no siempre se puede escoger el mejor horario, especialmente si tienes un programa apretado. El templo situado en un montículo sobre la playa es uno de los más fotografiados y ha servido de icono del Yucatán caribeño y maya.

Una Escalera permite bajar de las ruinas mayas a la playa

Uno de los encantos de Tulum es que puedes hacer un alto en el camino durante el recorrido por las ruinas y pegarte un baño en las calas bañadas por las tentadoras aguas de color azul turquesa, accesibles desde las ruinas y situadas dentro del propio recinto arqueológico. Junto al Castillo, el templo de mayores dimensiones de Tulum, se ha construido una escalinata de madera que conecta con una encantadora calita para que los visitantes puedan bañarse o tomar el sol. Incluso hay una caseta con personal de vigilancia y protección para los bañistas. Desgraciadamente, el día de mi visita sopla casi un vendaval y la mar está muy removida, por lo que me veo obligado a renunciar al baño.

Las aguas agitadas no arredran a estas jovencitas

Desde Tulum cojo un autobús Ado nocturno que me lleva hasta Belice, el país limítrofe con México también enclavado en la península de Yucatán, famoso por sus cayos y su barrera de coral. Allí permaneceré varios días visitando no solo alguna encantadora isla sino también destacadas ruinas mayas, aunque todo ello será motivo de otro post.

Playa de Belice en la Isla Bonita, a la que cantara Madonna

Desde Belice vuelvo a penetrar en México en bus y me dirijo hacia las segundas ruinas mayas más relevantes de Yucatán, las de Uxmal, a través de Mérida. Uxmal está a 80 kilómetros de Mérida y, al igual que sucede con Chichén Itzá, el autobús es el mejor medio de transporte. Hay autobuses prácticamente cada hora por 7 euros ida y vuelta. Si quieres ir en un tour turístico tendrás que pagar alrededor de 50 euros o incluso más, sin incluir la entrada al recinto. En Uxmal el estado de Yucatán también ha implantado en 2019 una tasa especial por lo que a los 3,5 euros del coste normal hay que añadir 338 pesos mejicanos, con lo que el coste final para los extranjeros es de 20 euros.

La impresionante Pirámide del Adivino en Uxmal

Pese a que se trata de unas ruinas impresionantes, Uxmal es mucho menos visitado que Chichén Itzá, por lo que salvo algún acontecimiento excepcional no encontrarás multitudes ni agobios. La razón es que la inmensa mayoría de turistas que viajan a las playas de Cancún y alrededores optan por visitar sólo un recinto arqueológico y, obviamente, se inclinan por Chichén Itzá por aquello de ser una de las ocho maravillas del mundo. En fin, creo que es un craso error estar en Yucatán y obviar la visita a Uxmal.

Panorámica de la ciudad maya de Uxmal

La pirámide el Adivino es la edificación más elevada e impresionante de Uxmal. Pude escalarla hasta la cima en visitas anteriores pero ahora está prohibido. Como alternativa se puede escalar otra construcción, la Gran Pirámide, desde la cual puedes contemplar una panorámica de toda la zona arqueológica. En Uxmal no se permite la instalación de puestos de venta de artesanías, una medida que no se entiende si tenemos en cuenta que en Chichén Itzá sucede todo lo contrario y que ambas ruinas arqueológicas están en el mismo estado de Yucatán, y por tanto, regidas por la misma normativa. Lo mejor, a mi entender, sería distribuir los vendedores por ambos recintos y descargar un tanto a Chichén Itzá de la saturación actual.

Una joven con el atuendo típico de Yucatán

Desde Uxmal me dirijo hacia otra ciudad colonial muy relevante de la península de Yucatán aunque mucho menos turística. Se trata de Campeche, una población en la que el buen talante de sus habitantes, los campechanos, originó que con este nombre se conozca hoy a toda persona amable, cordial y sencilla. Campeche está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Calle típica del centro colonial de Campeche

Campeche está situada en la costa oeste de la península de Yucatán y pese a que tiene muchos kilómetros de costa, carece de playas paradisíacas como las de Cancún, lo que lamentablemente limita su atractivo turístico, pese a que su centro colonial es, para mí, el más hermoso y mejor conservado de toda la península. La ciudad antigua está protegida por un imponente recinto amurallado, parte del cual se puede recorrer y desde el que se contemplan bellas perspectivas del entorno.

Armónica manzana de edificios coloniales en Campeche

La ciudad amurallada de Campeche está exquisitamente restaurada, con las fachadas de la gran mayoría de las casas impecables y bellamente coloreadas. Además, se ha prohibido el tráfico en las calles principales y se ha restringido en el resto, lo que facilita pasear sin tener que estar pendiente del tránsito de vehículos. Incluso la inexistencia de un turismo masivo contribuye a un ambiente relajado y tranquilo, sin agobios. El casco antiguo de Campeche hay que patearlo y lo mejor es hacer un recorrido a partir de la plaza de la Constitución y de la calle 59, que son los centros neurálgicos.

La catedral de Campeche en la plaza de la Constitución

Campeche es una de las ciudades de México, si no la que más, con mayores construcciones defensivas, ya que además de las robustas murallas que rodean el centro histórico, también cuenta con dos imponentes fuertes, los de San José y San Miguel, ambos muy bien restaurados, y situados en los extrarradios Norte y Sur de la ciudad. Los dos han sido habilitados como museos, aunque el de San Miguel se encuentra en obras de restauración cuando lo visito. Murallas y fuertes son parte del sistema de autodefensa contra los ataques piratas con los que se dotó Campeche en los siglos XVII y XVIII.

El Fuerte de San Jose El Alto, en las cercanías de campeche

No se puede visitar Campeche sin hacer un recorrido por su inmenso y encantador paseo marítimo, una especie de malecón ajardinado que bordea el litoral y que se extiende a lo largo de varios kilómetros de norte a sur. Es en este paseo donde se encuentra el rótulo turístico de la ciudad para las fotos de rigor.

Rótulo turístico de Campeche en el paseo marítimo

En las cercanías de Campeche se encuentra una zona arqueológica maya de visita obligada, Edzná. Se sitúa a 55 kilómetros de distancia y la mejor y más barata forma de visitarla es en el microbús, una especie de furgoneta que parte desde las cercanías del mercado central de Campeche, muy cerca aunque ya fuera del recinto amurallado del centro histórico. La tarifa es de dos euros. Por el contrario, si te apuntas a un tour organizado te costará alrededor de 50 euros. La entrada a las ruinas cuesta tres euros.

El templo de las cinco plantas en las ruinas de Edzná

Edzná destaca, especialmente, por su plaza principal y por el templo de las cinco plantas, una imponente edificación de forma piramidal distribuida, tal como indica su nombre, en cinco niveles. Es la única de las cuatro construcciones de la plaza que no se puede escalar pero desde las restantes puedes obtener vistas generales de toda la zona arqueológica.

A los mejicanos les encanta el tequila

Con la visita de Edzná doy por terminado mi tour por la península de Yucatán. Regreso a Campeche y tras pernoctar en un hotelito ubicado en una casa colonial del centro histórico me dirijo a la estación de autobuses Ado para desplazarme hasta Palenque, en el estado de Chiapas, ya fuera de la península. Para los que tengan previsto contemplar esta zona de México seguro que echan en falta en el recorrido que he sugerido algunos días de relax en los resorts de Cancún. Es muy fácil subsanarlo, basta con reservar uno de los muchos hoteles a pie de playa de Cancún y desplazarse desde Mérida en los numerosos autobuses que hacen el trayecto o, si se prefiere, llegar a Yucatán a través del aeropuerto de Cancún.

La Santa Muerte, representada por una calavera, es objeto de culto en México

Finalmente, un asunto que suele preocupar a los turistas que viajan a México es el de la seguridad, especialmente por las noticias de los frecuentes casos de violencia. Al respecto hay que decir que muchos de los casos sangrientos son consecuencia de enfrentamientos entre clanes de drogas. La población mexicana mima al turismo porque sabe que es su fuente de ingresos más relevante, y por ello los sucesos en los que se ven implicados turistas son escasos. Esta circunstancia depara que México sea el séptimo país del mundo con más turistas. No obstante, nunca se puede descartar cualquier incidencia y cada uno es libre para decidir si viaja al país centroamericano. En cualquier caso, los consejos son siempre los mismos, no hacer nunca ostentación de dinero y dejar en la caja de seguridad del hotel todo lo que sea de valor y el efectivo salvo la cantidad que calcules que puedes necesitar para el día.

Cala caribeña en la Península de Yucatán

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