Es uno de sus mayores incentivos turísticos, junto con su verde paisaje y sus añejos castillos. Me estoy refiriendo a Nessie, como se conoce familiarmente al monstruo del lago Ness, una criatura de la que todo el mundo habla en Escocia y famosa en el mundo entero pero que muy pocos han conseguido contemplar. Sin embargo, emprendo este viaje con la convicción de que voy a ser testigo de su localización y visión.

El castillo de Eilean Manuel Dopazo

Llego a Escocia en un vuelo que aterriza en el aeropuerto de Edimburgo, la capital de la nación más septentrional de las cuatro que conforman Gran Bretaña. Es el año 2024 y el mes de junio, uno de los mejores para visitar Escocia, cuando puedes disfrutar de días soleados con un poco de suerte y la persistente lluvia no te amarga el viaje. Eso sí, es plena temporada alta y los precios para alojarte están por las nubes, hasta el punto de que conseguirás una auténtica ganga si encuentras un hotel de tres estrellas en una zona céntrica de la capital por menos de 250 euros la noche.

La multicolor calle Victoria en Edimburgo Manuel Dopazo

He programado el viaje empezando por la estancia en Edimburgo y proseguir a continuación con un tour por las Tierras Altas incluyendo la visita al lago Ness para saludar a Nessie. Finalmente haré un recorrido por Glasgow y las Tierras bajas. He reservado cuatro noches de hotel en la capital para poder recorrer está monumental urbe de cabo a rabo. Obviamente una de las primeras visitas de Edimburgo es la Milla Real, la calle que abarca desde el castillo hasta el palacio de Holyrood. Aquí se concentra la mayor afluencia de turistas a las horas punta, y si el día es soleado habrá multitudes.

Fachada de acceso al castillo de Edimburgo Manuel Dopazo

Las mejores panorámicas de la ciudad se obtienen desde la Calton Hill, una céntrica colina en la que se alza el monumento al almirante Nelson. El centro de la ciudad, dividido en dos sectores, la Old y la New Town, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. Con una población de poco más de medio millón de habitantes, es una ciudad que se puede recorrer caminando ya que gran parte de sus atractivos están relativamente concentrados en el centro urbano.

Panorámica de Edimburgo desde la colina de Calton Manuel Dopazo

Las mejores vistas panorámicas del Castillo se obtienen desde la calle Princess, una amplia avenida que sirve de línea divisoria entre la parte vieja y la nueva de Edimburgo. Si el día es soleado el atardecer es la hora ideal para perpetuar la imagen del castillo ya que se cubre de la tonalidad anaranjada de la puesta del sol. Eso sí, en junio hay que esperar hasta casi las 22 horas porque en esta época los días son muy largos en toda Escocia.

Uno de los lugares más famosos de Edimburgo y donde no puede faltar la foto de rigor es el monumento a Bobby, el perro famoso porque desde que murió su dueño, un policía, no se separó de su tumba. Una pequeña estatua sobre una peana se alza en plena acera de la calle George IV Bridge, frente a un pub bautizado con su nombre y a escasos metros del cementerio donde se inhumaron los restos del perro, de raza Skye Terrier. A menudo hay que hacer cola para poder hacerte una foto o un selfie con la estatua del perrito, de un intenso color negro salvo la nariz, que ha perdido por completo la pintura y luce la tonalidad metálica amarillenta por los permanentes manoseos que sufre de los turistas.

El monumento a Bobby en Edimburgo Manuel Dopazo

Desde Edimburgo, y para dirigirme al lago Ness y a las Tierras Altas de Escocia opto, por una vez y sin que sirva de precedente, por enrolarme en un tour, pese a que para mí es vital moverme libremente y escoger los lugares y el tiempo que dedico a cada cosa sin guías. No obstante, rompo una norma básica mía por lo fastidioso que me supone conducir por la izquierda, como sucede en Escocia, aunque ya lo he hecho muchas veces en otros países, y también porque el tour que elijo da plena libertad para visitar los lugares que se visitan con la única obligación de regresar a la hora fijada al autobús.

La catedral de St. Giles en la Milla Real de Edimburgo Manuel Dopazo

Es en el tercer día del tour cuando llego al celebérrimo lago Ness por la mítica criatura que presuntamente lo habita. El bus tiene parada en las ruinas de Urquhart, un castillo en situación ruinosa pero situado en la misma orilla del lago. Esta ubicación es la única razón de su fama hasta el punto de ser el tercer lugar más visitado de toda Escocia pese a estar en muy mal estado porque fue destruido en 1692 por los ingleses y nunca ha sido restaurado.

El castillo de Urquhart, junto al lago Ness Manuel Dopazo

Justo al lado del castillo de Urquhart hay un embarcadero desde donde parte un barco turístico para hacer un corto recorrido por las aguas del lago con la remota esperanza de que aparezca el monstruo. Esa será la razón de la “clavada” que supone el pequeño paseo en barco, de menos de una hora y que en 2024 costaba 35 euros, con un recorrido por un tramo del lago de apenas 6 millas y sin ningún incentivo para ver en sus orillas salvo el susodicho castillo en ruinas y cuya visita se efectúa desde tierra firme sin incluirse en el precio de la navegación.

La torre es lo mejor conservado del castillo de Urquhart Manuel Dopazo

Obviamente desecho el recorrido en barco, que me parece un timo, y porque tengo ya decidida la estrategia para poder contemplar a Nessie sin depender de fortuitos avatares. El lugar donde estoy convencido que voy a ver al monstruo está a apenas 10 kilómetros, junto a un pequeño embarcadero donde hay también un hotel y un restaurante. Allí, por fin, puedo contemplar como asoma desde la lejanía el largo cuello de Nessie. El monstruo ni se inmuta. Allí está sereno, tranquilo, majestuoso, y además, completamente inmóvil.

Nessie representado tal como la leyenda lo ha descrito Manuel Dopazo

¿Que es una broma?, ¿que no es el monstruo?, ¿que es un monumento? Por supuesto. Pero ¿es que alguien en su sano juicio se cree que Nessie existe? Una cosa es la tradición, la fantasía y la mitología, que alimenta alucinaciones como esta y como tantas otras por el ancho mundo, y otra muy distinta creer en ellas. No seré yo el que intente disuadir a nadie de que semejantes historias son solo leyendas sustentadas por la fantasía humana y por boyantes negocios turísticos. Los estudios científicos ya se han encargado de desmontar muchas de estas historias para no dormir, aunque persistan en el tiempo porque, además de rentables para el turismo, describen fenómenos insólitos, personajes misteriosos e incluso hechos milagrosos que han permanecido a lo largo de los siglos en la memoria colectiva y se han convertido en leyendas. Una de las más famosas es, sin duda, la del monstruo del lago Ness.

Monumento al monstruo del lago Ness Manuel Dopazo

Muy cerca del lago Ness se encuentra una de las zonas más bonitas de las Tierras Altas, la isla de Skye. Antes hay que hacer parada obligada en un castillo, el de Eilean, este sí imponente, y situado en el islote del mismo nombre. En este baluarte hay otra historia, esta sí auténtica, protagonizada por una expedición marítima española que se desplazó hasta Escocia para apoyar a los escoceses en su lucha contra la corona británica, y que se recluyó en este castillo donde permanecieron hasta su rendición, un mes más tarde.

El castillo de Eilean fue tomado por españoles durante un mes Manuel Dopazo

La isla de Skye tiene suficientes atractivos como para permanecer un par de días como mínimo, pese a que solo tiene 80 kilómetros de largo y 40 de ancho. La población más grande y su capital es Portree, con poco más de dos mil habitantes y un puerto encantador famoso por su bahía y sus encantadoras casas de colores.

La encantadora ciudad de Portree, capital de la isla de Skye Manuel Dopazo

Entre los distintos y variados atractivos de la isla de Skye destaca el castillo de Dunvegan, con unos preciosos jardines, salones bellamente decorados y una imponente imagen exterior que es consecuencia de una remodelación del siglo XIX para darle aspecto de castillo medieval.

El castillo de Dunvegan, en la isla de Skye Manuel Dopazo

La capital de las Tierras Altas, Inverness, también merece una visita. Destaca por su bello Ayuntamiento, de estilo gótico, y el gigantesco castillo, que estaba a punto de concluir su restauración cuando lo visité en 2024 y que se sitúa sobre un cerro que domina la ciudad.

El castillo de Inverness, capital de las Tierras Altas Manuel Dopazo

En las Tierras Bajas de Escocia hay varias localidades y áreas pintorescas dignas de visitar. Hay lugares que fueron escenarios de la serie de TV "Outlander" como sucede con la mansión baluarte de Midhope, cuyo exterior ha sido restaurado y hasta se cobra una entrada para contemplar solo su exterior ya que por dentro está muy deteriorado. Otro escenario de "Outlander" es el imponente palacio Callendar House, mansión que acogió a figuras tan destacadas como María I de Escocia, el héroe republicano Cromwell y la reina Victoria.

El Palacio callendar House, escenario de la serie Outlander Manuel Dopazo

De los numerosos castillos que salpican la geografía escocesa uno de los más destacados, especialmente por su ubicación, es el de Dunnottar, sobre unos acantilados rocosos que dominan la costa escocesa al norte de Edimburgo. Gran parte del baluarte se encuentra en ruinas y se remonta a los siglos XIV y XV.

El castillo de Dunnottar domina la costa escocesa Manuel Dopazo

La localidad de St. Andrews es famosa por ser la cuna del golf y sede en distintas ocasiones del Open Británico. Lo más destacado de la ciudad son los restos de su catedral, de origen católico, pero que cayó en desuso tras la reforma religiosa en Escocia del siglo XVI y por la que se prohibió la celebración de la misa católica. Hoy apenas se levantan algunos muros de lo que fue una imponente edificación religiosa.

La catedral católica en ruinas de St. Andrews Manuel Dopazo

No se puede recorrer Escocia sin visitar Glasgow, la ciudad más grande del país, con más de 600.000 habitantes, y la tercera en población de Gran Bretaña. Está situada a apenas 78 kilómetros de Edimburgo, lo que supone solo una hora en coche o 45 minutos en los numerosos trenes que conectan ambas ciudades cada día. Glasgow es una ciudad monumental en cuyo centro se sitúa George Square dominada por el imponente edificio del consistorio.

La plaza de George Square en Glasgow Manuel Dopazo

Glasgow se ha embellecido con el denominado "Art street", grandes murales, algunos de una excelente calidad, que decoran muros, vallas y paredes medianeras por distintas partes de la ciudad. Uno de los murales más famosos es "El Santo", del muralista Smug, cuya imagen es la de un hombre con gorro de lana y un petirrojo en su dedo índice. Está situado en High Street, cerca de la catedral.

Famoso mural en la calle High Street de Glasgow Manuel Dopazo

Fue precisamente en Glasgow donde tuve una grata y emotiva sorpresa al tropezarme con un pequeño monumento en homenaje y tributo de la ciudad "al coraje de los hombres y mujeres que fueron a España a luchar contra el fascismo en 1936-1939", y de los que 534 dieron su vida. El monumento es una pequeña estatua de Dolores Ibárruri, la Pasionaria, en la que tras su nombre se ha reproducido su conocida frase de "es mejor morir de pie que vivir siempre de rodillas". La escultura se apoya en una columna situada en el centro de la ciudad, a orillas del río Clyde, muy cerca de la Central Station.

Monumento a los combatientes antifascistas de la Guerra Civil española en Glasgow Manuel Dopazo

Escocia es un país de inexcusable visita para todos los interesados en conocer un territorio con una rica y azarosa historia, sus tradiciones, su cultura, sus bellos y verdes paisajes, y sus imponentes castillos, bastantes de ellos necesitados de una urgente restauración. Eso sí, hay que tener siempre a mano el paraguas.

La escultura monumental de los Kelpies, nuevo icono de Escocia Manuel Dopazo

Uno de los más famosos monumentos, de reciente construcción, es la escultura de un par de gigantescas cabezas de caballos construidas de acero, de 30 metros de altura cada una, y que representan a los kelpies, raza escocesa utilizada para múltiples labores a lo largo de su historia. El monumento se inauguró en 2013 y se ha convertido es una especie de nuevo icono de Escocia con centenares de miles de visitantes cada año pese a que se encuentra en plena campiña, a 42 kilómetros de Edimburgo.

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