Después de que rigurosos estudios internacionales realizados sobre muestras de millones de personas y publicados en revistas científicas del máximo prestigio, como The Lancet, ya hubiesen dejado claro que no se debe mezclar primera y segunda dosis de diferentes vacunas porque sus efectos adversos son significativamente peores que no mezclándolas, y sus niveles de protección son menores

En España -tierra de Quijotes- el Instituto de Salud Carlos III, empezó su estudio CombiVacs que pretende ver cuál es el efecto de administrar la segunda dosis de Pfizer a los vacunados con una primera dosis de AstraZeneca.

En la presentación a los medios de comunicación de los resultados preliminares del ensayo, los investigadores anuncian que:

– «La administración de una segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra la COVID-19 en las personas que han recibido la primera dosis de AstraZeneca, produce respuesta inmune fuerte y efectos secundarios de leves a moderados en personas menores de 60 años».

Seamos serios. Deberíamos enfrentarnos a la pandemia haciendo ciencia.

Que los políticos hiciesen demagogia (con dilemas como economía o salud) costó cientos de miles de vidas en el mundo. Pero todavía es mucho más peligroso decir que se hace ciencia cuándo lo que se hace no tiene nada científico. Por no calificarlo con palabras más gruesas.

Así que para explicarlo vamos a analizar cómo se hizo el estudio CombiVacs.

Ni novedoso, ni interesante

Se podría decir que sin duda el estudio contiene resultados novedosos e interesantes, pero desafortunadamente los resultados interesantes no son novedosos, y los resultados novedosos no son interesantes.

Por eso, aunque suene muy crudo decirlo así, el estudio es simplemente acientífico.

Según lo que han presentado y se ha recogido en las noticias de los diferentes medios:

– CombiVacs se realizó sobre una muestra de 600 voluntarios que habían recibido la primera dosis de AstraZeneca.

– A 400 de ellos se le administró una segunda dosis de Pfizer y a 200 no se les administró segunda dosis alguna.

Se comparó la respuesta inmune de los que recibieron segunda dosis de Pfizer con los que no recibieron ¡ninguna!.

– También se estudiaron los efectos adversos en quienes recibieron esta segunda dosis.

Resultados presentados

En primer lugar los resultados obtenidos indican que los 400 vacunados con una segunda dosis de Pfizer desarrollaron más anticuerpos que quienes no recibieron una segunda dosis.

El estudio también indica que de estos 400 vacunados con una segunda dosis de Pfizer más del 40% desarrolló efectos secundarios leves o moderados (dolor de cabeza, malestar).

El problema está en que tal y como se efectuó este estudio no sirve para nada.

Lo primero porque están comparando algo con nada, que ya de por sí tiene muy poco que ver con la ciencia. Me explico.

La aplicación elemental del método científico indica que el estudio debería haber comparado a un grupo que después de recibir su primera dosis de AstraZeneca recibe una segunda dosis de Pfizer, contra un grupo que recibe sus dos dosis de AstraZeneca.

Entonces sí que podríamos comparar si la protección obtenida frente al coronavirus es mayor (o no) combinando una primera dosis de AstraZeneca con una segunda dosis de Pfizer que utilizando las dos dosis de AstraZeneca.

Una comparación que ya está hecha

También podríamos comparar si en el grupo que combina AstraZeneca y Pfizer los efectos adversos son mayores (o no) que en el grupo que se vacuna con dos dosis de AstraZeneca.

Una comparación que por cierto ya está estudiada y publicada en la revista The Lancet bajo el título ‘Vacunación heteróloga prime-boost COVID-19: datos de reactogenicidad inicial’.

En este estudio obtienen los siguientes resultados sobre el efecto secundario fiebre entre las diferentes combinaciones, de las que reproducimos dos:

– Solo el 10% de las personas vacunadas con las dos dosis de Oxford / AstraZeneca informó sentirse febril (el menor porcentaje).

– El mayor porcentaje de reacción febril (41%) lo produjo la combinación de completar la primera dosis de Oxford / AstraZeneca con una segunda dosis de Pfizer / BioNTech.

Una muestra absolutamente insuficiente

Una muestra ridícula

Otra de las cuestiones absurdas de este informe, que por respeto y educación también vamos a evitar calificar como se merecería, es la muestra.

Si lo que nos preocupan son los efectos adversos graves de la vacuna de AstraZeneca, que es por lo que se ha suspendido la segunda dosis. Si además sabemos que esos efectos graves se han producido en muy pocas personas de cada millón, ¿Qué hacemos analizando una muestra de 400 vacunados con dos dosis?

¿Qué pretendemos averiguar, si da fiebre?

¿Dejamos a más de un millón de personas sin vacunar por unas décimas?

¿Y si resulta, como resulta en informes contrastados, que la combinación AstraZeneca-Pfizer da fiebre a cuatro veces más personas que las dos dosis de AstraZeneca?

Insisto: es una muestra tan pequeña (400 vacunados con dos dosis, cuando los efectos adversos graves de AstraZeneca se contabilizan en muy pocas personas por millón) que no sirve para (casi) nada, y más cuando ya existen estudios que nos dan esos resultados.

Una muestra de 600 voluntarios para este estudio es, esta vez sí lo voy a calificar, ridícula.

Para algo sí que sirve

Con todo, habría que reconocer que CombiVacs es un magnífico estudio para cuando tengamos que explicar a los alumnos de ciencias experimentales cómo no se hace la ciencia.

Más bien da la impresión de que en España alguien, por la razón que sea, decidió a priori vacunar con una segunda dosis de Pfizer a los vacunados con una primera dosis de AstraZeneca. Y lo digo solo por intentar buscar una explicación a lo inexplicable.

Pero tiene una conclusión aceptable:

– El estudio CombiVacs demuestra una obviedad: en cuanto a parámetros inmunológicos es mejor que quienes recibieron su primera dosis de AstraZeneca reciban una segunda dosis de Pfizer (o de la que sea) a que no reciban ninguna segunda dosis.

Es algo parecido a que es mejor que a uno le administren cualquier primera dosis a que no le administren ninguna.

Pero la evidencia científica de lo que hasta el momento sabemos indica que a quienes recibieron una primera dosis de AstraZeneca se les debería poner una segunda dosis también de AstraZeneca.

Ya se ha analizado suficientemente la extraordinariamente favorable relación entre protección contra la Covid-19 y riesgo de vacunarse con AstraZeneca, así que no es necesario volver a insistir en ello.

Una pregunta para los que deciden pero no saben

Pero sí que se podría hacer una pregunta a quienes tanto llevan decidiendo sobre la Covid-19 sin saber.

A los que como yo recibimos una primera dosis de AstraZeneca y queremos recibir una segunda también de AstraZeneca… ¿nos van a dejar hacerlo?

En mi caso, y en el caso de muchos colegas, tenemos la absoluta certeza (que podemos respaldar curricularmente) de estar mucho más capacitados para decidir científicamente qué segunda dosis nos conviene, que quienes van a decidir por nosotros.

Acaban de publicarse los resultados preliminares de CombiVacs y ya alguno de mis colegas de otros países me ha llamado muerto de risa tomándome el pelo.

En fin, nos toca paciencia.