El hierro es un metal esencial para el metabolismo celular.

Que sus niveles en sangre sean correctos es importante, ya que se trata de un micronutriente esencial para la formación de la hemoglobina y los glóbulos rojos que actúa como fuente de energía para toda la función celular.

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Por ello, su déficit conduce a una serie de alteraciones de las funciones vitales que producen enfermedades.

Cuando hablamos de déficit de hierro, podemos enumerar una serie de síntomas que ponen en evidencia la escasez de este componente en nuestra sangre:

Hierro e insuficiencia cardiaca

Según los datos de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), en España, un 20% de las mujeres en edad fértil, el 40% de las gestantes y el 15% de los adolescentes tienen anemia ferropénica.

También afecta al 10% de los lactantes y preescolares, y al 5% de los ancianos. Entre estos últimos el porcentaje puede alcanzar el 20% entre los mayores de 85 años y el 50% entre los que se encuentran hospitalizados.

Además de estos grupos de población, la FEC recomienda prestar una especial atención a los pacientes con insuficiencia cardiaca porque son más propensos a sufrir déficit de hierro.

Se sabe que aproximadamente el 50% de ellos presentan niveles bajos de este micronutriente.

Por eso, controlar la ferropenia en estos casos resulta fundamental, ya que se sabe que tener insuficiencia cardiaca y déficit de hierro produce un aumento del 42% del riesgo de mortalidad, reduce un 19% la calidad de vida y un 13% la capacidad de ejercicio.

Alimentos ricos en hierro

La carencia de hierro es una afección de salud por la que el organismo no dispone de suficiente hierro para cubrir sus necesidades.

Puede presentarse con o sin anemia y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el trastorno nutricional más común y extendido de todo el planeta.

Este organismo cifra en alrededor de 2.000 millones el número de personas afectadas por anemia, debida principalmente a la carencia de hierro, lo que supone más del 30% de la población mundial.

Para reforzar los niveles de este micronutriente tanto en los pacientes con insuficiencia cardiaca como en la población general, es importante repasar la larga lista de alimentos, tanto de origen animal como vegetal, que contienen hierro.

Según el origen el hierro que aportemos a nuestro organismo puede ser ‘hierro hemo’ o ‘hierro no hemo’.

El ‘hierro hemo’ es de origen animal y es absorbido y aprovechado mejor por nuestro organismo (en torno a un 15-35% del total ingerido), según explican desde la Sociedad de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDA).

Entre los alimentos ricos en este tipo de hierro se encuentran:

En cuanto al ‘hierro no hemo‘, se encuentra en alimentos de origen vegetal y es absorbido entre el 1 y el 20% de la cantidad total ingerida. ¿Y en qué alimentos podemos encontrarlo?

Por último, la FEC recuerda que para conocer los niveles de hierro y de glóbulos rojos basta con hacer un simple análisis de sangre.