Todavía no ha cumplido un mes y ya es la gran preocupación del mundo entero. Por un lado su nivel de contagios mete miedo, pero por el otro, el hecho de que la enfermedad sea más débil nos tranquiliza.

Lo malo es que la mayoría de las personas no sabe a qué atenerse, y está llena de dudas.

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Por eso al artículo sobre las preguntas que nuestros lectores realizan sobre las vacunas, sumamos éste sobre la variante Ómicron. Los dos están muy relacionados y lo que buscamos entre todos es disminuir lo más posible las dudas para que una mejor información nos ayude a tomar las mejores decisiones.

Y seguimos abiertos a escuchar más preguntas en nuestra dirección de correo electrónico redaccion@buscandorespuestas.es

1. ¿Qué peligro tiene Ómicron, si dicen que sólo causa enfermedad leve? ¿No será como una gripe y estaremos exagerando?

Los últimos trabajos laboratoriales apuntan a que Ómicron es capaz de replicarse significativamente más rápido que otras variantes. Sin embargo parece tener más afinidad por infectar el tejido bronquial y las vías respiratorias altas y algo menos por el tejido pulmonar. Esto puede hacer que la enfermedad que produce, en general sea algo menos grave.

Pero sigue siendo un enemigo formidable con gran capacidad de matar. Y todo parece indicar que con Ómicron estamos peor que con otras variantes.

Aunque con esta variante el porcentaje de casos más graves se reduce ligeramente, compensa con creces esta reducción por su mayor infectividad.

Es pronto para dar cifras exactas pero podemos estimar que si entre los que enferman por Ómicron se reduce un poco el porcentaje de casos graves (pongamos que hasta un 25%), pero si al final se triplica (o más) el número de infectados por la mayor eficacia de Ómicron a la hora de contagiar, estaremos mucho peor.

2. ¿Cuánto tarda en contagiar un infectado? ¿El contagio ahora tiene mayor carga viral y es más peligroso?

La clave está en que Ómicron se replica más rápido y más eficazmente que las otras variantes. Un contagiado por Ómicron produce más virus en menos tiempo.

Lasclaves del éxito de Ómicron son las siguientes:

Este conjunto de características lo vuelve significativamente más peligroso.

Sin embargo, con una elevada cobertura vacunal estamos mejor preparados para enfrentarnos a Ómicron.

Así, una persona con las 3 dosis de vacunas, o con 2 si es más joven, puede tener ahora una mayor probabilidad de contagiarse, pero también tiene mayor probabilidad de pasar la enfermedad solamente con síntomas leves.

Pese a todo conviene extremar la prudencia.

Ómicron matará a un número de gente significativamente más alto que el número de grandes premios que repartirá la lotería de Navidad. No es buena idea jugar a una lotería en la que solo se puede perder.

3. ¿Contagian igual los vacunados que los no vacunados?

Claro que no.

Aunque de momento no tenemos vacunas esterilizarte contra el SARS-CoV-2 (las vacunas ahora disponibles todavía no matan a todos los virus nada más entrar nuestro cuerpo impidiendo que se repliquen), sí que dificultan enormemente la propagación del virus.

En un vacunado, lo anticuerpos contra el coronavirus que generó en respuesta a la vacunación serán capaces de destruir a miles de millones de virus.

Por eso los vacunados van a tener significativamente una menor carga viral, y además el virus estará en ellos mucho menos tiempo.

Gracias a esto contagiarán mucho menos.

4. ¿Los no vacunados ponen realmente en peligro a los demás?

Que alguien no se vacune es una opción que tiene consecuencias muy graves para todos, no solo para el que no se vacuna. Ahí está el problema.

Cuando los no vacunados se contagian, su carga viral es mucho mayor que la de los no vacunados.

Consecuentemente los no vacunados contagian a más gente y diseminen la enfermedad mucho más que los vacunados.

Además, como está demostrado que sufren una enfermedad mucho más grave que los vacunados, tensionan gravemente el sistema sanitario.

Así, para atender a los no vacunados (que están gravemente enfermos por una opción personal), se deja de atender a gente con otras patologías.

El resultado es catastrófico.

Por ejemplo, durante las peores olas de Covid-19, por falta de atención médica suficientemente rápida, la mortalidad de personas que padecían algunos tipos cánceres se duplicó en muchas zonas del primer mundo debido al retraso en sus tratamientos.

5. ¿Qué problema hay si alguien no quiere vacunarse? ¿A quién molesta?

Lo primero, como acabamos de decir, es que contagian más que el resto y con mayor carga viral, lo que los convierte en peligrosos.

Pero el principal problema de los no vacunados es que es en ellos donde se producen las nuevas variantes de SARS-CoV-2, con el riesgo que entraña para toda la población mundial.

Y es así por su mayor carga viral, y por el mayor número de días en los que el virus se desarrolla en su interior. Esas dos cosas hacen que variantes como la nueva Ómicron aparezcan en personas no vacunados.

Muchos de ellos no tienen culpa alguna porque están en países poco desarrollados donde no llegan las vacunas.

Pero otros muchos están en el primer mundo, y aun teniendo toda la información y todas las posibilidades, hemos visto cómo aquí también se originaron variantes peligrosas.

Tampoco puede olvidarse que buena parte de los no vacunados (muchos de ellos negacionistas del coronavirus) no cumplen las normas para prevenir el contagio (mascarillas, distanciamiento social, etc.), lo que incrementa mucho más su peligro.

6. ¿Los no vacunados son responsables de muchos contagios?

La historia será tan cruel con ellos como ellos lo son con las personas que tienen la mala suerte de cruzarse en su camino.

De momento ya empiezan a circular las primeras estimaciones de los muertos que produjeron los no vacunados.

Su cifra escandaliza.

Los primeros resultados estiman un número muchas veces mayor que todas las muertes producidas por lacras que tanto abominamos como el terrorismo o la violencia de género.

No podemos olvidar que la esencia de la profesión sanitaria viene dada por las 3 palabras latinas del juramento hipocrático:

– Primum non nocere (lo primero no hacer daño).

En estos momentos la mejor manera de no hacer daño a la humanidad es vacunándose cuanto antes.

7. ¿Hay datos sobre el número de ingresados en los hospitales con y sin vacunas?

Hay datos y son muy claros.

Claro que varían entre países y zonas, pero redondeando podemos estimar que en Europa y Estados Unidos hay entre 10 y 15 no vacunados por cada vacunado que está gravemente enfermo en los hospitales.

Por si a alguien se le escapa la proporción, otra manera de contarlo es afirmar que por cada 100 hospitalizado graves 92 son personas no vacunadas.

Una cifra suficientemente grave pero que bien analizada es todavía más dramática.

Porque deberíamos tener en cuenta que en el primer mundo hay alrededor de 4 o 5 vacunados por cada no vacunado. Y esa alta cobertura vacunal hace que la cifra resulte mucho más alarmante.

Existe otro problema. La gran mayoría de vacunados que desarrolla una Covid-19 grave son personas muy mayores y/o con otras graves patologías asociadas.

Por el contrario, hay muchos no vacunados sin patologías asociadas que desarrollan variantes graves de Covid-19.

8. ¿Se puede comparar el peligro de la variante Delta con el que causa Ómicron?

Aunque la variante Ómicron acaba de aparecer y todavía no ha cumplido un mes desde que tuvimos conocimiento de su existencia, ya hay datos para establecer una comparación.

El resumen en una frase sería que Ómicron es mucho más infectiva, si bien parece que da lugar a una enfermedad algo menos grave.

En una población tan grande como la humana y tan interconectada, cualquier nueva variante que aparezca va a ser más infectiva que la anterior.

La teoría predice que Ómicron tiene que ser al menos un 50% más infectivo que Delta para haber tenido una probabilidad razonable de haber proliferado cuando apareció en la población.

Con el tiempo, y no mucho, llegará a desplazar a Delta.

9. ¿El virus Ómicron se puede hacer más virulento?

Es más fácil que aparezcan otras variantes más infectivas que Ómicron. Y es una posibilidad real porque mientras siga habiendo contagios seguirán apareciendo variantes, con el riesgo que ello supone.

Como la infectividad de un virus no puede crecer hasta el infinito, y como para que una variante desplace a otra tiene que ser más infectiva, entonces cada vez será menos frecuente que aparezcan nuevas variantes que consigan extenderse por la población.

Pero aún queda margen y posiblemente Ómicron no será la última variante famosa.

10. ¿Los niños pueden contagiar? ¿Y ponerse graves?

Por supuesto que los niños se pueden contagiar con Ómicron.

De hecho tienen más posibilidades de hacerlo con Ómicron que con cualquier otra variante.

En general la gran mayoría de los niños no van a sufrir una Covid-19 grave.

Pero no hay que bajar la guardia, porque un pequeño porcentaje de niños sufren Covid-19 grave e incluso algunos mueren.

Y aunque sólo le ocurriese a uno, si fuese porque su padre no lo ha querido vacunar no levantaría cabeza en lo que le resta de vida. Y es un riesgo que no tiene sentido correr. ¡No se entendería!

11. ¿Qué le diría a un padre que decide no vacunar a sus hijos y lo hace lleno de buena intención?

Doy por sentado que la gran mayoría de los padres tienen la mejor intención para con sus hijos. Pero desafortunadamente no siempre tienen los conocimientos suficientes para decidir bien.

Si un hijo les pide un smartphone como regalo no se plantean construirlo porque no saben cómo hacerlo. Le compran uno que han diseñado y construido los expertos.

Los conocimientos necesarios para desarrollar, testar y producir las vacunas contra la Covid-19 son muy superiores a los necesarios para hacer un smartphone.

Pero un padre bienintencionado no puede creer que él y sus amigos saben más de esas vacunas que los científicos.

Porque hablamos del consenso de decenas de miles de expertos, que normalmente han sido los mejores de su promoción en las carreras que pedían la mejor nota para entrar, luego se han aplicado con sacrificio para hacer doctorados y post-doctorados en los mejores centros… y llevan décadas de investigación en los mejores hospitales y laboratorios del mundo.

No tiene sentido competir con esos sabios en conocimientos.

Lo que sí me gustaría decir es que los padres sí que tienen la obligación de saber de quién deben fiarse. Hay maneras muy sencillas para poder distinguir entre un científico  y un charlatán. Y es clave para poder actuar bien.

12. ¿Las embarazadas deben vacunarse? ¿Es peligroso?

Desde luego. Y si me apuras, deben vacunarse as primeras. Porque tienen el sistema inmune más bajo.

Además, los que están preocupados por los posibles riesgos deben saber que a estas alturas ya son muchos los millones de embarazadas y de mujeres en período de lactancia que se han vacunado sin ningún efecto adverso sobre el embarazo.

No hay duda de que se deben vacunar a las embarazadas en cualquier momento del embarazo y también a las mujeres en periodo de lactancia.

13. ¿No sería mejor vacunar a los más vulnerables y dejar que el resto se contagie para pasarlo leve y con ello inmunizarse más y mejor?

Es una idea que en su momento se puso en práctica, pero los países que en principio intentaron esta estrategia enseguida se dieron cuenta de su error.

Su sistema sanitario se saturó, murieron miles de personas y tuvieron que volver atrás con una política que no tenía base científica.

Si no tuviésemos vacunas, en estos momentos, con la variante Ómicron, estaríamos mucho peor que cuando al principio de la pandemia los muertos se acumulaban en lugares como el Palacio de Hielo de Madrid y eran enterrados sin que sus familiares pudieran despedirse de ellos.

La carga viral que produce un infectado con Ómicron es hasta 70 veces mayor que las que se producían con las primeras variantes del SARS-CoV-2.

14. ¿Si las vacunas eran tan buenas, por qué ya no valen?

Sí que valen. Lo que ocurre es que han perdido parte de su eficacia.

Tenemos que ser conscientes de que Ómicron tiene más de 50 muevas mutaciones. Prácticamente es otro coronavirus.

Pese a todo, las vacunas de AstraZeneca y Janssen siguen proporcionando inmunidad celular contra Ómicron, aunque después de 6 meses un vacunado con AstraZeneca o Janssen ha perdido buena parte de los anticuerpos circulantes en sangre (la primera barrera contra el SARS-CoV-2).

También hay que saber que las vacunas de ARNm son más fáciles de actualizar contra nuevas variantes del coronavirus como la Ómicron.

Pero las vacunas clásicas tipo AstraZeneca o Janssen aún no han dicho su última palabra.

Probablemente la vacuna esterilizante definitiva para derrotar al SARS-CoV-2 podría no ser una vacuna de ARN y parecerse mucho más a una vacuna como AstraZeneca.