El trajín en el interior del bar en El Pardo (Madrid) alerta a los vecinos. Dentro está un ladrón nada sigiloso que ya ha despertado a todo el vecindario. Con los gritos se pone por lo que se ve más nervioso porque al salir se le cae todo.

Pero él no se amilana y se entretiene en recogerlo. A estas alturas sus peripecias ya son la atracción de la noche. Él intenta escapar pero parte del botín se le vuelve a caer y los comentarios de los vecinos no cesan. En el suelo queda esparcido casi todo el dinero de la máquina tragaperras.

Las artes de este ladrón han sido objeto de chanza en el pueblo. Unos vecinos que han contribuido a que todo quede en un susto sin mayores consecuencias.