En 1959 tuvo lugar un suceso que se convirtió en uno de los misterios más grandes de la historia del siglo XX, la muerte de 9 montañeros en una ruta en el paso de Diatlov, en los montes Urales. El caso ha sido resuelto ahora, casi 62 años y múltiples especulaciones después, gracias a "Frozen", la película de Disney.

Tras la desaparición de los excursionistas en febrero de 1959, el grupo de rescate siguió sus pasos y halló el 26 de febrero una dantesca escena a la que hasta ahora no se había encontrado explicación. La tienda de campaña estaba rajada desde dentro, como si alguien hubiera tratado de huir; en el interior se encontraban las pertenencias de los jóvenes perfectamente colocadas y un plato de comida a medio cocinar. A unos 500 metros pendiente abajo, localizaron los cadáveres en ropa interior de Yuri Doroshenko y Yuri Krivonischenko, de 21 y 23 años respectivamente, estos presentaban quemaduras y uno de ellos se había mordido su propio nudillo. Unos metros más adelante estaba el cuerpo de Igor Dyatlov, se encontraba boca abajo abrazado a una rama y descalzo. Cerca de él, encontraron a Zinaída Kolmogórova también sin vida y en una postura que, según los testigos, parecía que hubiera tratado de regresar a la tienda cuesta arriba. Unos días después hallaron el cadáver de Rustem Slobodin, su reloj se había parado a las 08.45. Al resto de miembros del grupo los encontraron meses después: muertos en un barranco bajo 4 metros de nieve. Aleksandr Kolevátov tenía el cuello torcido y una gran herida detrás de la oreja. Nikolai Thibeaux-Brignolle tenía el cráneo fracturado. Semión Zolotaryov había sufrido múltiples fracturas en las costillas, presentaba una herida abierta en el lado derecho del cráneo y le faltaban los ojos y las cejas. A Liudmila Dubinina le faltaba la lengua y tenía las cuencas oculares vacías. En todos los cuerpos se hallaron restos de radiación.

La investigación duró solo unos pocos meses y en junio de 1959 se concluyó que los montañeros habían perecido por "una fuerza elemental irresistible". Además, se prohibió la entrada a la zona durante tres años. La leyenda se vio alimentada por el secretismo que rodeó el incidente durante décadas y los puntos extraños el caso que nunca se aclararon, como la mención en los informes del "avistamiento de varias bolas de fuego en el cielo" esa misma noche. Ondas sonoras que causan pánico, experimentos militares secretos, aliens, yetis, canibalismo… A lo largo de los años, la historia del paso Dyatlov ha dado rienda suelta a todo tipo de conspiraciones. Un nuevo estudio científico podría poner fin a las especulaciones y todo gracias a la película "Frozen".

A. Última foto del grupo, tomada mientras instalaban la tienda. B. Tienda destrozada y cubierta de nieva encontrada durante la búsqueda. C. Modelo de la instalación de la tienda en un hueco en la nieve cortado por los montañeros. Gaume/Puzrin

La revista Communications Earth and Evironment ha publicado esta misma semana que la causa del suceso fue una pequeña avalancha y los investigadores han conseguido averiguarlo gracias a la tecnología utilizada para recrear los copos de nieve en la famosa película infantil de Disney. En un principio a nadie le encajaba esta resolución, con la que se cerró el caso en 2019 tras su reapertura por parte de la Fiscalía, puesto que una pequeña avalancha no podía haber dejado los cuerpos en semejante estado.

En 2013 Johan Guame, del Laboratorio de Simulación de Avalanchas de Nieve, al ver la película 'Frozen' y la forma en la que en la animación se producían los copos de nieve tuvo una idea. Guame decidió ir a Hollywood y pedir los códigos de animación de los copos de nieve y Disney se los proporcionó.

El estudio realizó simulaciones del impacto de una placa de nieve en un cuerpo humano. Gaume/Puzrin

Introdujo este código en sus modelos de simulación de la nieve y llegó a la conclusión de que desde un ángulo preciso la nieve combinada con el viento podía provocar en el cuerpo los mismos efectos que un proyectil. El día del suceso en el paso de Dyatlov no había mucha nieve pero sí fuertes ventiscas. Así que Gaume concluyó que por pequeña que fuera la avalancha el estado en el que quedaron los cadáveres era totalmente plausible. 

El estudio publicado en la revista sugiere que un tipo poco común de avalancha de losas podría ser la culpable del incidente. Este modelo de aludes tienen el aspecto de un bloque de nieve fracturada del entorno. Las placas pueden variar entre unos pocos centímetros y hasta tres metros de espesor y representan, según Communications Earth & Environment, el 90% de las muertes relacionadas con desprendimientos de nieve.