Te levantas como de costumbre, con la inercia de quien sin mucho entusiasmo, por no decir ninguno, se dispone a afrontar otro día más de su rutinaria vida. Pero resulta que ese día pasas de ser un anónimo estudiante de secundaria a convertirte en una especie de "héroe" en las redes sociales. Esto es lo que le ha ocurrido a Pablo Castro, un joven que se ha vuelto viral por la cruda sinceridad que mostró en la televisión autonómica asturiana al ser preguntado sobre sus sensaciones ante la vuelta a las clases.

Ni corto pero sí perezoso, el chaval no tuvo reparo alguno en decir la verdad ante las cámaras, lejos de otros que por el simple hecho de quedar bien públicamente habrían mostrado una impostada ilusión por volver a ver a sus compañeros, sus irrefrenables ganas de emprender un nuevo curso o su decidida voluntad de aprender y formarse para el futuro.

Pero Pablo no. Pablo, alumno del IES Galileo de Navia, con capucha, mascarilla y una voz que bien acompañó su mensaje, dijo esto: "Cansado, sin ganas y, bueno, pues muerto de sueño".

Su claridad y contundencia se ha ganado a la gente en las redes sociales, donde el clip ya se ha convertido en meme y tiene visos de quedarse durante largo tiempo como respuesta para mil y una conversaciones en Twitter, Facebook, WhatsApp y demás plataformas.

Miles de reproducciones, compartidos, "me gusta" y comentarios ensalzan al olimpo de la viralidad a este ejemplo real de español de pura cepa:

Pero no nos engañemos. Pablo Castro acabará volviendo al anonimato, de la misma forma en que casi nadie se acordaba ya de otro ejemplo de sinceridad sin filtro que en su día también fue muy celebrado. ¿O te acordabas de la niña que quería ser veterinaria de mayor pero su "mayor deseo" era que su colegio fuera destruido "por una bomba de destrucción"?

Los "sincericidios" no son patrimonio exclusivo de los niños y jóvenes, conste en acta: