¿Por qué Twitter es genial? Por momentos como este. El usuario @Shine_McShine compartió con sus seguidores el nombre que le ha puesto a su robot aspirador ("Dora la aspiradora") e invitó a su comunidad a hacer lo mismo. El tweet no tardó en hacerse viral (suma más de 8.000 interacciones) y en acumular cientos de respuestas cargadas de ese ingenio tan característico de esta red social. Entre ellas, aparece destacada la de una alicantina, que desveló no solo la forma en la que llama a esta 'mascota' inanimada, sino también el gracioso motivo que hay detrás del apodo.

"La mía se llama Conchi. La compré por AliExpress y no se puede cambiar el idioma, sólo se oye en chino. Cuando se apaga dice algo así como 'komchi', así que la llamamos así". La explicación es tan lógica, sencilla y sincera que es imposible que no resulte simpática a los ojos de cualquiera. Su comentario fue uno de los que más reacciones (todas buenas) consiguió en un hilo infinito de respuestas donde comparte sitio con otras genialidades.

No faltan las referencias a personajes (sobre todo mayordomos) de la cultura popular, como Alfred (Batman) o Geoffrey (El príncipe de Bel Air) o R2D2 (Star Wars), pero son los nombres más inesperados y originales los que se han ganado las risas y el aplauso del resto de usuarios.

Ejemplo de esta imaginativa a la hora de bautizar a este pequeño electrodoméstico es el testimonio de @Juanjo_de_akkad, que afirma que le puso de nombre Vinicius "porque correteaba por todo el piso sin hacer nada". Ahora que el delantero del Madrid se ha convertido en una de las grandes estrellas del fútbol, el aparato ha pasado a llamarse Dobby, explica y añade que desde entonces "empezó a quedarse pillada con calcetines que no sé muy bien de dónde saca".

Tampoco faltan las alusiones a la clase política. Una twittera comparte que la suya se llama Cayetana y que se imagina "a Álvarez de Toledo limpiando mi casa y me da alegría". Hay nombres e historias para todos los gustos y también espacio para los más tradicionales: Paquita, Paco, Mari Carmen o José Luis son algunas de las elecciones más costumbristas que aparecen en una ilimitada lista de respuestas a la que es imposible resistir una sonrisa.