Le sucedió a Enrique Moris, cuyo nombre de usuario de Twitter es @kike_moris. Este ciudadano que tiene casi 300.000 seguidores en Instagram y se define como "hago daytrading con acciones y cripto", decidió compartir una opípara cena con siete acompañantes en uno de los restaurantes más selectos de la localidad marbellí y, por lo visto, salió escaldado de la experiencia.

La ecuación: una factura de 4000 euros y una cena para 8 comensales equivale a “solo” 500 euros por invitado

El importe exacto de la factura compartida en Twitter fue de 4098 euros. Cabe decir que, además de las más selectas viandas, los asistentes a esta cena de ensueño tomaron bebidas que solo están al alcance de millonarios.

A modo de ejemplo, degustaron una botella Magnum de champán francés Don Perignon, el más caro del universo conocido, por un precio de 1000 euros.

Observando la factura, se comprueba que todos los platos incluidos tienen un precio ligeramente elevado, pero dentro de los márgenes normales de los restaurantes de esta categoría.

En concepto de “servicio” se añadieron 372 euros, es decir, 46 euros y 50 céntimos por barba, una cifra que para nada sorprende a los clientes habituales de este tipo de locales.

Los palos de Twitter

Si lo que el cliente pretendía era hacer pública su queja y suscitar empatía, la jugada le salió rematadamente mal. La inmensa mayoría de los usuarios no solo no le han dado la razón, sino que lo han apaleado de forma inmisericorde.

La retahíla de improperios cosechada es muy variada. A modo de ejemplo, hay quien tilda a este usuario de fardón, de inmoral e incluso de “paleto con pasta”.

¿Afectación real o simple postureo?

Esta es la pregunta del millón. Todos sabemos cómo las gastan en los restaurantes más lujosos de Marbella y la carta de estos no está oculta, ni tampoco codificada. Un simple vistazo a la misma nos dará una idea bastante clara de por dónde pueden ir los tiros a la hora de pagar la temida cuenta.

Así que sugerimos al lector que decida él mismo si este cliente se sintió realmente estafado o publicó la cuenta para exhibirse en redes y darse autobombo. ¿Le damos la razón o le atizamos una colleja adicional?