El retorcido y meditado plan de una niña de Alicante para descubrir que los Reyes Magos son los padres

La hermana de la pequeña relata el divertido y complejo ardid diseñado por la menor para conseguir demostrar quiénes son en realidad los monarcas de Oriente

Recepción de los Reyes Magos a una niña, en imagen de archivo

Recepción de los Reyes Magos a una niña, en imagen de archivo / INFORMACIÓN

Saber la verdad sobre la identidad de los Reyes Magos es un momento importante en la vida de muchos niños. Descubrir que una de las grandes ilusiones que han marcado tus pocos años de vida es una mentira es un trance por el que hay que pasar y en el que se pierde una parte importante de la infancia: la inocencia. Eso sí, también hay menores que llegan a esta fase vital sin rastro de esa ingenuidad tan propia de la edad, y que ya se huelen cuál es la realidad. De hecho, no solo la esquivan, sino que van directos hacia ella. Así es el caso de una niña de la provincia de Alicante, cuya artimaña para destapar la verdad de sus Majestades de Oriente no ha dejado a nadie indiferente.

Su historia la ha contado su hermana mayor en un breve hilo en Twitter. La divertida publicación ha generado más de un centenar de reacciones, todas ellas más que merecidas por la astucia de su protagonista. Estela, que es el nombre de la joven que ha dado voz a este relato, define la estrategia llevada a cabo por su hermana como "increíblemente inteligente". Y lo cierto es que el calificativo no está lejos de quedarse corto.

La niña tuvo la paciencia que no tienen los adultos para esperar a que el tiempo le acabara dando la razón. Eso sí, para ello tuvo que esperar todo un año, que es el periodo que separa la noche de Reyes Magos de la siguiente. De 5 de enero a 5 de enero. 365 días y una misión para descubrir la verdad.

No sabemos con qué antelación preparó el plan, pero sí es evidente que cuando dio el primer paso, la niña ya era consciente de lo que estaba haciendo. Ajenos a todo ello, los Reyes Magos cayeron en su trampa desde el primer momento. La menor actuó como tal y pidió una autógrafo a cada uno de sus Majestades. Lo que a la vista solo parecía el gesto inocente que haría cualquier niño, llevado por la admiración ante la magna figura de los monarcas encargados de hacer realidad sus sueños, era mucho más.

La niña se guardó el papel garabateado como un tesoro, no por amor incondicional ante el documento firmado por cada uno de los supuestos reyes de Oriente, sino por su firme deseo de conocer la verdad. Pasaron los 365 días, de nuevo millones de niños vivían su noche más especial, pero en un rincón de Alicante, una menor completaba su pequeña revolución. Volvió a aliarse con las apariencias y a simular ser una menor más que busca acercarse a los Reyes Magos. De nuevo, volvió a pedirles un autógrafo. De nuevo, volvió a ser la niña que todos creían. 

Y es entonces, cuando la realidad quedó expuesta. Los autógrafos del año anterior ante los conseguidos este año. Frente a frente, la verdad quedaba clara. Las firmas no eran las mismas, tal como se puede apreciar en la fotografía publicada por Estela, testigo en primer persona y relatora de los hechos. La hermana de la pequeña pero gran artífice de esta historia indica que en el caso de que las rúbricas reales no fueran las mismas -"que evidentemente es lo que ocurrió"- la niña "pediría respuestas bastante serias" a los Reyes Magos en la sombra en este asunto: sus padres.

Estela señala que ambos progenitores "lloraron de la risa" cuando vieron el ardid diseñado por su hija pequeña, aunque también reconoce con una gran dosis de humor que se quedaron "un poco 'cagaos' del monstruo que estaban criando". Pero sea como sea, la verdad solo tiene un camino y finalmente los padres, ante las pruebas emitidas, no tuvieron otra que desvelar a su hija "la fría verdad", esa que la misma niña "quiso descubrir a la fuerza".