El gesto de los dueños de un bar de Alicante con uno de sus trabajadores

El empleado relata los hechos en su cuenta de Twitter y lamenta que la mayoría de empresarios hosteleros "hagan las cosas muy mal"

Un pequeño gesto que significa mucho. El empleado de un bar de Alicante ha compartido en las redes sociales el detalle sus jefes han tenido con él. El trabajador ha explicado lo ocurrido en su cuenta de Twitter (@AutiPeregrino), donde ha dejado claras sus sensaciones al respecto con una ecuación fácil de comprender: "Trabajador contento = trabajo bien hecho".

La sencilla fórmula aparece en la parte final de su relato y sirve para resumir y simplificar unos hechos que vale la pena conocer al detalle. No se trata de una historia extraordinaria ni grandilocuente, pero precisamente por ello, merece ser contada. Porque a pesar de estar compuesta por una acciones que están al alcance de cualquier persona, son muy pocos los que se toman la molestia de hacer gala de actitudes tan positivas como la que se recoge en esta noticia.

Cierto es que lo que narra el empleado no es nada del otro mundo, pero es posible que se haya ganado el reconocimiento de todo el planeta, o como mínimo, de los varios centenares de personas que han reaccionado a la publicación y que han aplaudido la conducta tomada por los responsables del local. En cualquier caso, lo que sí es seguro es que el acto en cuestión ha logrado el mejor premio posible: conseguir que el trabajador acuda motivado cada día al establecimiento en el que está contratado.

Para ello, nada mejor que facilitarle el camino, que justo es lo que han hecho los jefes del negocio. Así lo ha indicado el principal implicado en este asunto, que ha dado fe del amable comportamiento de sus superiores: "Ayer estaba esperando al bus a las 17:30 y pasó mi jefa y me acercó en coche a casa. Y es mi jefe el que me trae a casa por la noche". Además, el joven señala también que le permiten entrar unos minutos más tarde para que pueda adaptar su horario a la frecuencia del transporte público: "Me han dicho que coja el bus de la 13:00 y esté a la 13:10, que no hay problema, en vez de coger el de las 12:30 y esperar 20 minutos en la calle a que sea mi hora de entrar".

También sucede lo mismo cuando tiene el horario de tarde, en el que tiene la opción de llegar a las 19:10 para que su ritmo vital se pueda acompasar al laboral. Así lo explica el empleado del restaurante, que se encuentra ubicado en Gran Alacant, según apunta el propio autor de la publicación en respuesta a un usuario que se interesó por su situación. El joven, que tal como se revela en otros tuits, posee una amplia experiencia en la hostelería, es consciente de su suerte, aunque lamenta que en la mayoría de casos los empresarios hagan "las cosas muy mal".

De hecho, sus circunstancias contrastan con el estado que atraviesa el sector, que desde hace tiempo sufre lo indecible para encontrar candidatos interesados en trabajar como camareros o cocineros. Estas dificultades para dar con mano de obra se hicieron evidentes en la última gran campaña turística, Semana Santa, y todo invita a pensar que se trata ya de un problema crónico. Eso es lo que se deduce de las quejas expresadas por los principales representantes de la industria, que el pasado verano ya tuvo que hacer frente a unos inconvenientes que seguramente se repitan en las próximas semanas.