A pesar de que España es uno de los que más ha reducido la intensidad de sus emisiones de carbono en los últimos años, aún deberá reducir casi al doble sus emisiones para cumplir con los objetivos alcanzado en el Acuerdo de París.

A pocos días del inicio de la Cumbre del Clima (COP26), España ha disminuido la intensidad de sus emisiones de carbono un 7,9 por ciento, según el informe Net Zero Economy Index elaborado por la consultora PwC, que también señala que este esfuerzo en reducción es todavía "insuficiente" para limitar a 1,5 grados el incremento de la temperatura del planeta.

Para Pablo Bascones, socio responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático en PwC, "la caída en el consumo de combustibles fósiles, vinculado en gran parte a las restricciones de movilidad y al parón de actividad por la pandemia, y el incremento del peso de las renovables y de la energía hidroeléctrica en el mix", son los factores que explican la reducción en la intensidad de emisiones en España el pasado año.

El informe revela que la situación a nivel global es todavía "más preocupante" debido a que en 2020 la economía mundial ha limitado la intensidad de sus emisiones de carbono un 2,5 %, por lo que para cumplir con París habría que "multiplicar por cinco su ritmo anual de descarbonización, hasta el 12,9 %".

"Nos quedan poco más de dos ciclos económicos para transformar todos los sectores de la economía global, durante el año pasado más de 3.000 empresas y 130 países se han comprometido con objetivos de neutralidad climática, ha explicado Bascones quien hace hincapié en que, "a pesar de la ambición, la brecha de emisiones continúa ampliándose".

Bascones ha incidido en que en 2020 solo un grupo reducido de países del G-20 fueron capaces de obtener niveles de descarbonización de sus economías de dos dígitos y, aunque la mayoría se han marcado objetivos ambiciosos con relación al cambio climático, todavía deben trasladarlos tanto a políticas como a medidas concretas.