Óscar Quintana, técnico del Meridiano, afirmó en sala de prensa que su equipo salió a la cancha "demasiado blando y con demasiada ingenuidad jugando en ataque". Esta circunstancia propició que el conjunto alicantino fuese a remolque de las acciones de su rival y que no pudiese abortar el juego eléctrico con el que arrancó el Bilbao Basket en su feudo. No obstante, esa realidad ha sido una constante en otros partidos disputados a lo largo de esta temporada.

Quintana, en la alocución en la que resumió lo sucedido en el transcurso del partido, apuntó algunas claves de pasaron factura en el devenir del encuentro: "Hemos perdido balones tontamente y eso ha permitido que ellos consiguieran una ventaja sustancial para jugar por encima de los diez puntos con mucha comodidad y confianza".

Quintana admitió que la imagen verdadera del Meridiano prácticamente sólo fue la de los minutos de la reanudación, en los cuales se produjo el intento en vano por rescatar una victoria que no se produjo. "En el tercer cuarto hemos sido un poco más lo que queremos ser, defendiendo duro y corriendo para buscar nuestras opciones".

El esfuerzo pasa factura

Las constantes que enumeró Quintana tuvieron eco después de reordenar las ideas en un tiempo muerto y cuando parecía que Bilbao iba a sentenciar al Meridiano Alicante. En todo caso, el preparador reconoció que el esfuerzo pasó factura cuando tocó el instante de decantar la balanza del color alicantino. "Al final del último cuarto yo creo que hemos pagado el hecho de no poder contar con nuestros hombres grandes por culpa de las faltas personales. Habríamos tenido un poco más de rebote para efectuar algún que otro contraataque que nos permitiera acercarnos a Bilbao y voltear el marcador", relató Quintana.

Respecto a la pérdida de poder en el rebote defensivo y ofensivo en los momentos finales, Quintana explicó que "no teníamos a nadie grande y ellos jugaban con más centímetros que nosotros. Estaban cargando el rebote y lo que en un lado era falta en el otro no lo era". Pese a todo, asumió que en esos instantes del choque el cuadro bilbaíno "supo aprovecharse de su calidad física y atlética para leer bien el partido y sacar ventaja". Sobre todo, las segundas concesiones minaron los intentos fallidos por equilibrar el encuentro.

Óscar Quintana, valoró igualmente, el cuarto definitivo y en el que la escasa anotación lastró los intereses del Meridiano. En este sentido, Quintana aclaró que "el último cuarto no ha sido un desastre, simplemente no ha sido bueno. A la hora de afrontar la recta final del partido tres de nuestros hombres más importantes estaban eliminados". Y es que para el Meridiano la pérdida por faltas de Stojic, Pape Sow y Martynas Andriuskevicius supuso un castigo excesivo que le impidió intimidar a sus adversarios en la pintura.

El técnico volvió a poner el acento en los colegiados que, a su entender, no siguieron el mismo criterio a la hora de señalar las faltas. Por ello, aseveró que "Bilbao en los últimos tres minutos ha acudido al tiro libre y nosotros no lo hemos visitado".

El cántabro prosiguió ahondando en lo complicado que fue darle la vuelta al marcador sin anotar desde el tiro libre y argumentó que "la diferencia en los dos primeros cuartos era de únicamente cuatro y tras la reanudación ha sido de doce y solamente hemos perdido de ese tanteo, pero bueno mi colega opinará lo contrario, pero al acabar el partido se ha quejado del arbitraje".

El Meridiano Alicante se quedó corto en su reacción después de haber reducido la máxima diferencia de Bilbao, que llegó a ser de 18 puntos y se colocó a sólo cuatro. Murió, por tanto, en la orilla sin poder certificar una gran reacción. Al hilo de la cuestión, Óscar Quintana no justificó la derrota por el nefasto último cuarto, sino en todas las concesiones anteriores.

Sin mentalidad

Así las cosas, destacó "la falta de intensidad para entrar en el partido con la mentalidad adecuada. En el tercer cuarto hemos salido como deberíamos haberlo hecho en el inicio del encuentro", apostilló en tono serio.

Para Quintana, sus pupilos regalaron los dos primeros cuartos al Bilbao Basket, que sacó una buen margen de maniobra gracias al acierto de Álex Mumbrú y Rancic. "No le podemos dar veinte minutos de ventaja a un equipo que tiene tanta calidad y que encima de disponer de profundidad de banquillo juega en casa donde está en buena racha. Son demasiadas concesiones como para que no las aproveche el equipo que juega como local".

En consecuencia, por segundo año consecutivo, trar el retorno a la Liga ACB, el Meridiano Alicante se quedó sin anotarse la victoria en una de sus canchas predilectas a domicilio.