Existen motivos más que suficientes para creer que el Meridiano seguirá en la ACB. La victoria de ayer ante el Unicaja-la segunda de la temporada- estuvo plena de buenas sensaciones. Por primera vez en mucho tiempo hubo rebote, existió juego interior y el perímetro fue una amenaza constante amén de la riqueza táctica y carácter que transmite Vidorreta desde el banquillo.

El triunfo no estuvo exento de sufrimiento aunque esta vez la alegría correspondió al Meridiano que, aunque sigue en el último puesto, las vibraciones son más que positivas. Los debutantes Rancik y Hasbrouck fueron vitales en la victoria con puntos y rebotes decisivos aunque Llompart hizo su mejor partido en Alicante con 17 puntos y una dirección perfecta. El base lucentino se atrevió con todo y firmó números de auténtica figura.

El Meridiano fue el gran dominador del encuentro y sólo el susto recibido en los primeros instantes del último cuarto provocó el pánico en la grada. Tres triples consecutivos del Unicaja (Tripkovic, Jiménez y Rubio) dieron a los malagueños una peligrosa renta por primera vez en todo el partido (55-62). El conjunto de Vidorreta no se arrinconó, siguió ordenado, paciente, defendiendo bien y con carácter en su juego. Rancik ejecutó al Unicaja desde todas las facetas. El pívot eslovaco llevó por fin la cordura al juego interior con puntos y rebotes y devolvió la ventaja a su equipo muy bien secundado por su compañero de estreno, Hasbrouck. El escolta americano fue de menos a más y demostró buena mano y valentía en las penetraciones. Sin duda, un acierto del club las dos incorporaciones que no han tardado en dar sus frutos.

Primeros parciales

Vidorreta introdujo a Hasbrouck de inicio para acompañar en el perímetro a Stojic y Llompart. Los primeros minutos fueron de intercambio de canastas pese a la poca aportación de Andriuskevicius. El pívot lituano deberá mejorar mucho. 2 rebotes en 21 minutos no son números que hablen en positivo de su actuación y nada acorde con su estatura.

El panorama dio un giro radical con la entrada de Rancik. Formando pareja con Doellman dibujan un juego interior digno, equilibrado y difícil de defender para el rival. Así, el Meridiano firmó un parcial de 10-0 (22-11) con Stojic y Doellman en estado de gracia.

El Unicaja no se rindió en absoluto y en los primeros minutos del segundo cuarto consigue un parcial de 2-12 para ponerse por delante(24-25). Fueron instantes de desconcierto en los que el Meridiano, a diferencia de otros tiempos, supo gestionar con paciencia...y con Rancik. Siete puntos consecutivos del eslovaco dejan las cosas en su sitio (31-25) al tiempo que Llompart repartía juego a la perfección.

Defensa muy correcta

La defensa del Meridiano dejaba al Unicaja sin ideas en ataque y la única sombra de los alicantinos fue la tercera personal de Stojic. El encuentro quedaba a merced de lo que sucediera en la segunda parte aunque el conjunto de Vidorreta había dejado varios detalles que permitían pensar en una victoria. Lo mejor quedaba reservado para la parte final y valió la pena esperar.

La gran pesadilla tras el descanso fue Freeland. El pívot del Unicaja anotaba con suma facilidad pero en ese momento apareció Hasbrouck. El escolta americano perdió la timidez inicial y se convirtió en el gran generador de puntos en el segundo cuarto. Brillante en ataque y atento en el rebote, fue siempre una amenaza aunque las diferencias no eran excesivamente amplias y estaba claro que todo se iba a jugar en el último cuarto.

Decisivo Rancik

Los tres triples consecutivos del Unicaja pudieron ser letales semanas atrás. Ayer sólo sirvieron para que el Meridiano adquiriera más energía y fuera a por el partido con más ganas. Otro triple de Jiménez significó el 60-67 a falta de 5,43. Llompart marcó el terreno, Hasbrouck le siguió y Rancik ejecutó. El eslovaco tomó toda la responsabilidad para decidir en la pintura. La afición acabó coreando su nombre y enloqueció como nunca con la primera victoria de Vidorreta como técnico del Meridiano. Comienza una nueva etapa y las sensaciones no pueden ser mejores.