Este Meridiano es cada día más grande. La llegada de Vidorreta ha dotado al equipo de un halo ganador y ayer sumó la tercera victoria de la temporada doblegando a un Gran Canaria que llevaba un año sin conocer la derrota en su feudo. El conjunto alicantino necesitó sufrir, un escenario en el que se desenvuelve mejor que nadie. Aunque el equipo se mantiene en el último puesto, las sensaciones son cada vez mejores. Rancik y Hasbrouck imprimen calidad y carácter, algo de lo que adolecía la plantilla y ayer volvieron a tener un papel importante aunque el esloveno no estuvo fino en el lanzamiento (3 de 13 en tiros de 2).

Doellman decidió el encuentro a falta de cinco segundos. Dos tiros libres del americano daban una mínima ventaja al Meridiano a falta del último ataque para el Gran Canaria. Carroll cogió la responsabilidad pero la defensa lucentino pudo más y su tiro forzado no fue a ninguna parte. La alegría de los jugadores de Vidorreta fue inmensa tras conseguir la segunda victoria consecutiva. Este Meridiano es otro bien distinto al que empezó la temporada y ayer dio una imagen de equipo compacto capaz de competir y de levantarse en los peores momentos del partido.

Andriuskevicius estuvo colosal. Vidorreta le pidió rebote y el lituano respondió con dobles figuras: 10 puntos y 12 rebotes. Inmenso el pívot bajo el aro con una capacidad de intimidación acorde a su estatura.

El Meridiano estuvo valiente, duro en defensa y paciente en ataque. El equipo hizo daño desde el rebote a un rival que no esperaba encontrar tanta dificultad para anotar. Sólo Savané, al principio, y Carroll, al final, veían aro. No fue un día de especial acierto en el tiro para ambos conjuntos, pero el Meridiano tuvo la suficiente sangre fría para anotar el punto ganador.

El conjunto de Vidorreta comenzó el partido de forma espectacular. Llompart prolongó su estado de gracia unos minutos más y anotó los 5 primeros puntos de su equipo. Andriukevicius dio el primer aviso con un soberano tapón sobre Savané. El Meridiano maniató al Gran Canaria que sólo pudo conseguir 5 puntos en el primer acto. La defensa era brillante aunque el ataque un tanto irregular pero suficiente para llegar al segundo cuarto con un esperanzador 5-12.

Reacción local

El Gran Canaria endosó un parcial de 9-0 para empatar el encuentro. El Meridiano olvidó su defensa de repente y Carroll y Beirán devolvieron la ventaja a los locales. Doellman comete su tercera personal y dio la impresión de que el encuentro iba a tomar el rumbo que todo el mundo esperaba. Así, con 25-18 se llegó al descanso en el Centro Insular.

Una jugada marcó un punto de inflexión en el encuentro. El marcador señalaba un 30-23 para el Gran Canaria ante un Meridiano algo aturdido. Jim Moran se gana una antideportiva con posterior técnica. Stojic anota los cuatro tiros libres y Hasbrouck anota un triple que empata el partido (30-30). El equipo alicantino no volvió a perder la cara al choque nunca más. Gran Canaria y Meridiano comienzan a intercambiarse golpes y todo quedó a merced del último cuarto.

Máxima emoción

Poco a poco Rancik iba asomando la cabeza en ataque, poniendo al Meridiano en franquicia junto a un balsámico triple de Stojic (36-40). Solo Carroll mantenía a flote a la nave isleña (43-43) a falta de cuatro minutos para la conclusión.

De nuevo intercambio de canastas y ambos equipos preparándose para un final de infarto. La ruleta comenzaba a moverse y el Meridiano confiaba en sus posibilidades. Hasbrouck estuvo muy activo en los instantes finales.

A sólo un minuto del final, el electrónico reflejaba un ajustado 50-51 tras una penetración de Green. Y cuando parecía que todo pintaba favorable para los de Vidorreta, el americano Bramos permitió soñar a los amarillos con sus únicos dos puntos del partido (52-51). Hasbrouck lanza un triple que no toca ni aro aunque el Gran Canaria pierde el balón.

A continuación, una protestada falta de Bramos sobre Doellman puso al americano sobre la línea de tiros libres a falta de 5 segundos. El pívot no falló y el Meridiano firmó un triunfo de prestigio confirmando su resurrección.