Pasará mucho tiempo para que la afición olvide el partido de ayer y en especial el colosal segundo cuarto que dejó encauzada la victoria con un parcial de 16-0 al campeón de Liga. Hay que remontarse a actuaciones épicas del conjunto alicantino para igualar el número de decibelios que registró ayer el Centro de Tecnificación con más de 4.000 aficionados. Gestas como la clasificación para la Copa del Rey con Julio Lamas a la cabeza, la temporada en lo alto de la clasificación en tiempos de Trifón o la salvación milagrosa certificada en Málaga se colocan en el mismo nivel que la victoria de ayer. Actuaciones que pasarán a la historia y que convierten el pabellón alicantino en una auténtica olla a presión donde los rivales chocan con un equipo cargado de aliento y confianza.

La afición se entregó desde el primer minuto. El Meridiano dio razones para ello desde el inicio plantando cara al Caja Laboral y superando por 20 puntos de diferencia en el segundo cuarto. El público se contagió de la intensidad a base de animar como nunca a sus jugadores, un gesto que la plantilla reconoció al final del partido.

Miguel Cano, presidente del Meridiano, estaba eufórico a la conclusión del encuentro. "Es un partido para tenerlo mucho tiempo en la memoria, mantener todo este ritmo ante todo un campeón de Liga no es fácil, cuando se crea este ambiente y todos suman pasan estas cosas", afirma el dirigente lucentino. "No es normal provocarles tantas pérdidas al Caja Laboral, el equipo ha sabido leer la situación y no se ha notado la baja de Erdogan. Estas victorias hará que nos ganemos el respeto de todos", finalizó Miguel Cano, radiante de alegría nada más concluir el choque.

Por su parte, Rancik, que acabó con 13 puntos, se mostró orgulloso del encuentro disputado. "Hemos jugado muy bien como equipo, hemos realizado un trabajo muy bueno, este trabajo lo hacemos cada día en los entrenamientos y vamos a seguir así". El pívot esloveno tiene claro que "da igual quien venga y adonde vayamos, queremos jugar así siempre".