El resultado es lógico. Pensar en plantar cara al Madrid en la Caja Mágica con sólo nueve jugadores profesionales sonaba a utopía y la razón se instauró en el impresionante pabellón madrileño. Sin Hasbrouck, sin Cazorla y sin Rancik, el Meridiano sólo existió durante dos minutos en la pista. Mirotic y Tomic se lucieron ante un rival que sólo exhibía como arma su voluntad y entrega. Baloncesto, ninguno, y la derrota es de las que duelen psicológicamente aunque toca pensar ya en el Valladolid del próximo domingo en el Centro de Tecnificación. La diferencia en el rebote fue abismal (39 a 23), principalmente el defensivo.

El conjunto de Vidorreta murió por aplastamiento. El Madrid se ensañó a gusto y sólo los triples lucentinos evitaron un resultado más sonrojante todavía. Nada hay que destacar en el Meridiano salvo la capacidad para mantenerse en pie y tratar de mirar los ojos al gigante.

La primera alarma sonó a los cuatro minutos de partido. Un parcial de 8-0 obligó a Vidorreta a pedir su primer tiempo muerto ante la avalancha que se le venía encima. En parte, el Meridiano consiguió frenar el vendaval madrileño gracias al gran trabajo de Stojic y, con un parcial de 4-0, el conjunto alicantino mantenía la compostura en la Caja Mágica tras los primeros 10 minutos pese a la enorme diferencia en el rebote (11 a 4)

El choque quedó roto en el segundo cuarto. Un parcial de 7-0 con Fisher, Llull, y un gran triple de Sergio Rodríguez colocan el 28-17 en el marcador. Fueron minutos de auténtico dominio madrileño ante un rival sin apenas rotaciones que luchaba contra lo imposible. Doellman no veía aro mientras Tomic se daba un festín a costa de Rejón al que nadie puede reprocharle entrega. Urtasun trata de recortar distancia pero el el Madrid era del dueño y señor. La diferencia era bárbara y al descanso parecía estar ya todo dicho (42-28). Vidorreta dosificaba los minutos entre los jugadores que tenía disponible. A las lesiones se unía también el cansancio por el derroche de energía del encuentro del pasado jueves.

El tercer cuarto no varió la línea argumental del encuentro. El Meridiano chocaba ante un muro con el único objetivo de ver pasar los minutos para que acabara el calvario. El Madrid no apretó en exceso consciente de la infinita superioridad en todas las posiciones. Vidorreta asumía la derrota aunque suspiraba por evitar un ridículo en la Caja Mágica. La única diversión de los espectadores era Tucker. El alero americano no tenía su día y fallaba todo lo que llegaba a sus manos. El encuentro se había quedado sin argumentos desde hacía mucho tiempo. El Madrid estaba arrasando y el cuarto no pudo finalizar peor para el Meridiano (60-37).

El definitivo cuarto sobró. Sólo la honra estaba en juego y el equipo alicantino se hizo merecedor de ello. Luchó contra corriente y contra las circunstancias e incluso arrancó un tiempo muerto de Emanuele Molin, técnico del Madrid, con 73-57 en el marcador. El Meridiano había mini reaccionado aunque el choque tenía dueño desde casi antes de empezar. Las tres torres madrileñas (Mirotic, Tomic y Begic) rompieron al adversario.

A base de triples, el equipo de Vidorreta consiguió maquillar un encuentro que debe olvidarse cuanto antes para pensar en sumar después de cuatro derrotas consecutivas. El susto lo protagonizó el Menorca, que fue ganando al Barcelona durante todo el partido aunque acabó cayendo. Pese a todo, la distancia con los puestos de descenso se mantiene a dos victorias tras la derrota de Granada. Los daños fueron menores. Quedan nueve partidos.