Nada nuevo. El Meridiano volvió a desaprovechar una oportunidad de dejar casi sentenciada la permanencia tras caer en Badalona en otro final de infarto. Una bandeja de Robinson completamente solo en el último segundo del encuentro dio el triunfo a un DKV Joventut que basó su triunfo en un colosal Pere Tomás y en los 42 rebotes capturados.

El conjunto de Vidorreta tenía el partido prácticamente en sus manos cuando vencía por cuatro puntos (69-73) a falta de poco más de un minuto. Un increíble triple de Jelinek, una absurda pérdida de Andriuskevicius y un pésimo ataque llevaron al Meridiano a cosechar una nueva decepción. No hay que reprochar falta de energía el equipo alicantino, pero sí mayor atención en la recta final del choque.

Con esta derrota, el conjunto lucentino suma ya seis consecutivas a falta de siete jornadas para el final y se mantiene con vida gracias a que tanto Granada como Menorca siguen sin reaccionar.

El Meridiano realizó un buen trabajo en Badalona, principalmente tras el descanso, pero acabó tirándolo por lo borda dejando una amarga sensación en toda la expedición lucentina. El choque se convirtió en un mano a mano entre Pere Tomás y Doellman, aunque finalmente fue Robinson el que acabó desequilibrando la balanza en el Olímpico.

McDonald hizo daño en los primeros minutos del encuentro. El pívot del DKV Joventut no encontraba gran oposición en Andriuskevicius y se adueñó de la zona en un igualado primer cuarto en el que el Meridiano plantó cara al conjunto de Pepu Hernández gracias al acierto de Doellman. Dos triples consecutivos de Jelinek y Hosley finiquitaron el primer cuarto con un parcial de 6-0 y ventaja para los locales por 20-17. El equipo de Vidorreta transmitía buenas sensaciones en el arranque del encuentro aunque sin contundencia en sus acciones.

Pere Tomás rompió al Meridiano antes del descanso. Sus 11 puntos, la mayoría de ellos en letales contraataques, llevaron al DKV Joventut a una máxima diferencia de 9 puntos (37-28). Sólo Doellman (16 puntos en los primeros 20 minutos) mantenía a un equipo que adolecía de rebote ofensivo y mostraba muy pocas armas para inquietar a su rival.

Ni Llompart ni Heurtel eran capaces de dirigir con frescura. Si el Meridiano llegó al descanso con sólo 6 puntos de desventaja (40-34) fue gracias a la efectividad de Doellman desde todas las posiciones. Pocos más argumentos mostró el equipo lucentino. La diferencia en el rebote en los primeros 20 minutos era notoria: 22 atrapó el DKV Joventut (8 de Trías) por tan sólo 12 del Meridiano. Sin segundas opciones, el equipo verdinegro se lucía en rápidos contraataques.

Todo lo que no se vio antes, lo hizo el Meridiano nada más comenzar el tercer cuarto. Sólo necesitó un minuto para igualar el encuentro tras un parcial de 0-6 con un inteligente Hasbrouck en defensa. Pero de nuevo un espectacular Pere Tomás salió al rescate de los verdiblancos con siete puntos consecutivos. Dos triples desde la esquina del alero sin apenas oposición derrumbaron a un Meridiano que no se rendía en ningún momento.

Pese al esfuerzo físico por seguir en partido, la situación requería de algo más que de la inspiración de Doellman. Faltaban ideas en ataque y mayor atención en defensa. Sin embargo, el equipo lucentino fue capaz de aprovechar las pérdidas (12 en este acto) de su rival para acercarse a solo un punto a falta de un minuto para el final del primer cuarto (53-52). Todo se resolvió en el definitivo cuarto.

Tras un nuevo mano a mano entre Doellman y Pere Tomás aparecieron el croata Stojic y el checo Jelinek para poner emoción al choque. Un triple del americano coloca el 69-73 que enmudeció a todo el Olímpico. El silencio duró el tiempo que tardó Jelinek en sacar a relucir su muñeca y a partir de ahí, alfombra roja para el Joventut. Andriuskevicius hizo de las suyas perdiendo un balón y dejó al equipo de nuevo con una inercia perdedora que Robinson aprovechó.