El Lucentum ganó cuando quiso. Mantuvo la ilusión del Estudiantes hasta el último cuarto y decidió poner fin a cualquier concesión en la recta final del choque. Ivanov volvió a ser Ivanov y Llompart impartió una nueva lección magistral. Parcial de 16-21 y asunto resuelto. No fue un partido excelso del equipo alicantino, pero sin embargo nunca dio sensación de temer por la victoria en el majestuoso Palacio de los Deportes de Madrid.

El Estudiantes se encerró bien en la pintura, pero se vio bombardeado por los triples del Lucentum, que anotó más por fuera que por dentro con una impresionante serie de 14 de 29 intentos. Magnífico Ellis de nuevo en el perímetro y buen inicio de Rautins, que se fue apagando conforme avanzó el partido. Justo lo contrario que Ivanov. El pívot búlgaro estuvo 30 minutos a un nivel ínfimo, irreconocible, pero su magia no le había abandonado.

Llegó al último cuarto con cero de valoración y acabó con 12 en un gran cierre de partido en anotación y en el rebote. En conjunción con Llompart, dilapidó cualquier esperanza de un Estudiantes que lloró no haber podido contar con Germán Gabriel ni Luis Flores, de fiesta en su país. Con el 60-7o a falta de 4 minutos el encuentro tenía dueño. Se revolvió tímidamente el equipo de Pepu Hernández en busca del milagro, pero el Lucentum no concedió ni un pequeño espacio a la esperanza y sentenció desde el tiro libre para firmar una primera vuelta de órdago con 12 victorias y 5 derrotas. Hoy (12.00, Teledeporte) estará en el sorteo de la Copa del Rey. Será por primera vez el único representante de la Comunidad tras quedar apeado el Valencia Basket.

Sin necesidad de jugar bien, el equipo alicantino también gana.

No brilló el Lucentum en los dos primeros cuartos, sólo lo justo para contener a un Estudiantes con más ideas en ataque pero con menos acierto.

El conjunto madrileño puso un candado a la pintura, desconcertó a Ivanov, que recibió dos soberanos tapones en el primer cuarto, y dejó expedito el perímetro. Craso error. El Lucentum se volvió a lucir desde la línea de 6,75 con un acierto del 50 por ciento. Grande Ellis con 3 de 5, el gran motor del equipo alicantino junto a Llompart, asistiendo bien y tratando de frenar a Granger, la gran arma del Estudiantes. El americano cerró el segundo cuarto con un triple de medio campo que sirvió para llegar al tercer cuarto con tablas en el marcador.

Antes, Vidorreta castigó a Ivanov con el banquillo. No le gustaron al técnico sus últimas acciones en ataque y probó con Jodar y Barnes en la pintura. Demasiado cerrado el Estudiantes para poder hacer daño por dentro. Jodar y Rautins desatascaron por fuera para compensar los dos triples consecutivos de Jaime Fernández en el primer cuarto. Poco que destacar de un acto sin chispa (17-15).

La inspiración de Driesen asustó al Lucentum en el arranque del segundo cuarto, pero sus minutos de gloria acabaron pronto. La alarma se encendió con el 31-26, aunque tres triples consecutivos de Ellis impidieron que el Estudiantes se lo creyese. Parcial de 3-11 para el Lucentum y Granger cierra el cuarto con una espectacular canasta. Partido extraño y pocas cosas destacables.

El Estudiantes trataba de marcharse en el marcador. Llegó a adquirir 5 puntos de renta a mitad del cuarto (48-43) tras una canasta del debutante Lofton. No supuso un gran problema para el Lucentum. Los triples de Rautins y Llompart dan la vuelta el electrónico en cuestión de segundos (48-49). Si el juego interior estaba espeso, el perímetro resolvía y problema solventado. Los alicantinos respondían con velocidad y seguridad. Ir por detrás no era motivo de preocupación. Ni siquiera para Vidorreta, que ayer se fue sin ninguna técnica. Tras un intercambio de canastas, el encuentro llegó al último cuarto con todo por decidir (53-55).

Desenlace

El Lucentum mató lentamente. Rompió las apuestas de los que pensaban (la mayoría) que el choque se iba a decidir en un final de infarto. Golpeó Barnes machacando el aro, asustó Drienes con un triple, pero Llompart contraatacó con dos más de hermosa ejecución. Entraron en el aro con limpieza, con suavidad, letales para un Estudiantes (60-65) que comenzaba a cerrar los ojos. Pero Ivanov tenía reservado un triple para el mejor momento y, ahora sí, el búlgaro lo puede celebrar con rabia. Era la señal. Comenzó su hegemonía en la pintura. Tarde, pero en el momento justo para ganar un partido por inercia, por confianza, por dirección...

El Lucentum acabó pronto con la duda de cómo afectarían las derrotas ante Barça y Madrid. El Estudiantes se suma a la larga lista de víctimas que lleva el equipo de Vidorreta esta temporada.

Hoy, sorteo de la Copa del Rey con la satisfacción del deber cumplido.