Con el tramo decisivo de la temporada cada vez más cerca el Lucentum se aproxima a su estado óptimo. Prueba de ello es que con la victoria de ayer contra el Lleida (92-71) el conjunto alicantino suma tres triunfos consecutivos. Más importante que los números son las sensaciones que deja el equipo. Ante los catalanes completó un encuentro redondo, tanto en defensa como en ataque, con un gran equilibro a la hora de buscar la canasta rival, filtrando buenos pases interiores y con un inusitado acierto desde la línea de triple que le dio la puntilla a los visitantes. Los lucentinos firmaron un gran 14 de 31 en tiros de tres.

Fue en el segundo cuarto, con siete triples casi consecutivos, cuando el Lucentum se escapó en el marcador, consiguiendo una ventaja superior a los diez puntos. A partir de ahí controló el encuentro con una sabia administración de su renta. No sólo vivió del acierto exterior el equipo. Sus interiores hicieron mucho daño en la pintura del Lleida. Coppenrath y un renacido Jesús Fernández se combinaron para sumar 30 de los 92 puntos de los alicantinos.

La anotación tan alta del Lucentum tienen un valor añadido al haberla logrado ante un Lleida que es la tercera mejor defensa de la categoría. Ahí no acabaron las buenas noticias de la mañana en el Centro de Tecnificación. El partido también supuso la reaparición de Pedro Rivero tras dejar atrás las molestias en el sóleo que le habían hecho perderse las tres últimas citas. El base aportó minutos de calidad en la dirección del juego y el lanzamiento exterior.

El regreso de Rivero también permitió que Albert Sàbat pudiera descansar más que en los últimos partidos, en los que Rubén Perelló se ha visto obligado a exprimir a su playmaker. Con menos minutos sobre la cancha el base catalán brilló al mismo nivel que durante toda la temporada. No es de extrañar que su nombre se haya asociado en las últimas fechas como posible fichaje del Manresa de la Liga Endesa.

Otro rumor de los últimos días situaba al Lucentum tras la pista de Miguel Feliu. El jugador del Lleida podría haber sido el alero con el que Perelló quería completar su plantilla. No desentonó Feliu en los primeros compases del encuentro. Pero el hombre del primer cuarto fue Jesús Fernández. El rendimiento del pívot alicantino aumenta cuando forma parte del quinteto titular. Comenzó el partido con dos triples y firmó diez puntos en el periodo inicial.

Con los siete triples seguidos que anotó en el segundo cuarto el Lucentum dejó resuelto su duelo contra el Lleida. Los alicantinos se retiraron al descanso con 17 puntos de ventaja (45-28) y con la buena noticia de que Rivero había regresado al mismo nivel que antes de lesionarse y es uno más para sumar en la causa.

La diferencia en el marcador hizo que la defensa del Lucentum se relajara en el tercer cuarto, el único en el que se impuso el Lleida (21-25). Hubo acciones polémicas en este periodo, como una antideportiva de Feliu o una técnica a Álex Llorca. No pasaron a más estas jugadas porque la diferencia en el marcador reducía la tensión sobre el parqué.

En el último cuarto Coppenrath completó su exhibición (28 de valoración). Dos tiros libres de Sàbat y un nuevo triple de Green, desde la esquina, pusieron la rúbrica. Con el equipo lanzado a la contra y el público entregado el Lucentum despegó ante el Lleida y acaricia su mejor versión.

LUCENTUM: 92. Sàbat (14), Huertas (2), Green (10), Fernández (14), Coppenrath (16) -cinco inicial-, Kouril (-), Bas (11), Llorca (9), Middleton (-), Rivero (8), Rejón (6) y Gómez (2).

LLEIDA: 71. Rodríguez (11), Johnson (10), Feliu (7), Calegari (10), Oriola (7) -cinco inicial-, Sutina (5), Bandoumel (4), Simeón (5), Pino (4) y Mangano (8).

parciales. 20-13, 25-15, 21-25, y 26-18. a ÁRBITROS: José Vázquez y Fernando Rupérez. P pabellÓn: Centro de Tecnificación. 2.000 espectadores.