Cuando el 5 de diciembre la Generalitat anunció las medidas para controlar la pandemia del coronavirus en Navidad veníamos de una semana relativamente tranquila en cuanto a la evolución de la enfermedad. El incremento de la incidencia de la covid-19 -o «razón de tasas» (RT)- ya era más alto que en otras comunidades (hasta noviembre la Valenciana siempre había estado entre las autonomías en las que el virus estaba teniendo menos efecto durante la segunda ola) pero no llegaba al 0,9 %. A partir del 1 % de RT es cuando se empieza a considerar que el virus está fuera de control.

En ese momento, el gobierno valenciano permitía hasta diez comensales en las cenas de Nochebuena y Nochevieja y en la comida de Navidad y del 26, toque de queda hasta las 01.30 horas y posibilidad de que familiares y allegados pudiesen venir desde otras autonomías.

Pero entonces la situación empezó a cambiar. Aunque durante los días siguientes al anuncio de flexibilización de las medidas la incidencia del virus en la Comunidad Valenciana continuó bajando, a partir del lunes 14 de diciembre los malos datos de contagios se dispararon.

La RT se incrementó el miércoles 17 hasta los 1,36 puntos, la Incidencia Acumulada (la proporción de personas que enferman en un periodo de 14 días) llegó a los 271,7 casos por cada 100.000 habitantes y la autonomía vivió la peor semana de la segunda ola al sumar en seis días 13.457 infectados. Hasta entonces, la peor semana de la segunda ola fue la segunda de noviembre, con 11.112 positivos en seis días.

Los seis «dos mil»

La pasada fue la semana de los seis «dos mil». Desde ese lunes 14 hasta el sábado 19 (el domingo no se facilitan cifras) la Conselleria de Sanidad informó de que se habían producido entre 2.081 y 2.841 positivos diarios por covid 19. Una media de 2.242 casos diarios.

Este alarmante y repentino repunte de contagios de coronavirus obligó al Consell a cambiar el plan para las fiestas que había anunciado apenas 12 días antes. No solo devolvía las medidas navideñas a la casilla de salida previa, sino que incluso algunas se endurecían, como el nuevo horario del toque de queda, el cierre perimetral de las tres provincias o la limitación de seis comensales tanto en reuniones públicas como privadas.

La RT – parámetro que se obtiene al dividir la incidencia acumulada actual con la que hubo siete días antes- es importante ya que, además de indicarnos la tendencia de la pandemia, también permite calcular el riesgo de rebrote si se mantiene ese crecimiento. Este riesgo de rebrote – o Índice de Crecimiento Potencial (EPG) de la pandemia - se calcula multiplicando la IA de 14 días por la razón de tasas.

Pues bien, en el caso de la Comunidad Valenciana, y a partir de los datos que facilita el Ministerio de Sanidad, podemos comprobar como a 18 de diciembre el riesgo de rebrote era de 369,5 puntos, el cuarto más alto de toda España solo por detrás de las Baleares (480,6), Madrid (371,2) y Extremadura (370,6). El riesgo de rebrote medio en España era ese día de 242 puntos.

Además, la pasada semana subió tanto el porcentaje de casos activos (en 1,45 puntos) y la positividad (el porcentaje de positivos sobre total de PCR realizados), que ha alcanzado el 16,78 %, la más alta de España. En la Comunidad Valenciana no se había alcanzado una positividad tan alta desde el 20 de noviembre.

Desde el lunes 14 al sábado 19 la consellera ha informado de una media de 2.242 positivos diarios

Otro parámetro que nos indica con cifras el evidente deterioro de la situación y la necesidad que había de tomar medidas drásticas es el del crecimiento semanal de la incidencia acumulada. Por primera vez desde mediados de noviembre el porcentaje la incidencia del virus creció respecto a la semana anterior.

Tras el puente de octubre la presencia del covid en la Comunidad Valenciana había ido subiendo, incrementándose los porcentajes hasta en un 53,6 %. Poco a poco, ese aumento de la incidencia fue siendo cada vez menos significativo hasta que a partir del 19 de noviembre el crecimiento empezó a ser negativo. Es decir, la proporción de personas que enfermaban por coronavirus siempre era menor que el mismo día de la semana anterior.

Pero justo el pasado martes 15 de diciembre la tendencia volvió a cambiar, esta vez para mal. Ese día se registró la cifra más alta de positivos en la segunda ola en el territorio valenciano: 2.841 casos y una subida del 23 % en la IA respecto a 7 días antes. Desde entonces este parámetro no ha dejado de subir (un 27,9 % el día 16 y un 35,7 % el 17) en paralelo al de la RT (1,23 puntos el día 15; 1,28 el 16; 1,36 el 17) y al del riesgo de rebrote (294 puntos el día 16, 326; 1 el día 17 y 369,5 el día 18).

Una situación complicada que, recordémoslo, se produce cuando aún tiene que producirse el previsible repunte de casos consecuencia del último puente festivo.